Por Bruno Mateo
Twitter: @bruno_mateo
IG: @brunomateoccs
Ahí
está el gigante
yace
sentado en el espacio vacío
la
luz cubre su enorme cuerpo
la
cara se posa en su mano como masa inerte que cae al suelo
la
gravedad absorbe sus sentimientos
con
sus lágrimas por testigos.
Ahí
está el enano sentando detrás,
su
sonrisa lo dice todo.
Burla
que se siente por el lugar.
Baila
en silencio.
movimientos
grotescos como danza diabólica que llama al más allá.
¡Enano!
¡Enano!
Enorme
tu maldad.
Ahí
está el gigante y su enano atrás.
El
pequeño lo azuza,
el
pequeño lo acosa,
el
enorme llora.
Lágrimas
de piedad,
situación
pietista que causa escozor.
El
gigante sentado con su cara que reposa
en quietud,
el
enano se ríe sin dejar de atacar.
¡Oh!
Tiempo sin final,
tus
agujas ¿no dejarán de andar?
Caracas,
23 de noviembre de 2008
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