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lunes, 2 de marzo de 2020

¡Dígalo ahí, menor!


Original de Bruno Mateo.
IG: @brunomateoccs
Twitter: @bruno_mateo
Poema de Luis Alfredo García Marcano.



RESERVADO TODOS LOS DERECHOS.  Prohibido cualquier uso
que se le quiera dar a esta obra, incluyendo la reproducción total
o parcial de la misma, sin el consentimiento escrito del autor.
Para el permiso o cualquier información, escribir a:
Bruno Mateo bmateo@gmail.com

Sociedad de autores y compositores de Venezuela Sacven N° 9.070.



(Entra un muchacho de unos 16 a 17 años vestido con toga y birrete. Es su graduación de bachiller de la República)

Pastor Marcano Bolívar: (Entra despacio se sitúa en un pequeño círculo dibujado en el piso. Tose un poco y se aclara la voz) ¡Buenos días! Hoy voy a presentarle el discurso de despedida de todos mis compañeros y compañeras (Pausa. Respira profundo. Toma aire). Hoy es el día de nuestra graduación de bachiller. Yo soy Pastor Marcano Bolívar. Nuestra promoción se llama “Los hijos de este siglo”…. Queremos agradecer a todo la Directiva de nuestro colegio Unidad Educativa Bolivariana César Rengifo, a todo el personal administrativo, al personal obrero, al Ministerio del Poder Popular para la Educación, al cuerpo de vigilancia, a la señora Francisca de la cantina, al señor Marcelino que nos abría el teatro para ensayar en las tardes, al señor Héctor que abría el gimnasio para practicar deportes los sábados,  a nuestros padres, a los señores que venden empanadas cerca  de la iglesia de la esquina de nacimiento, a los mototaxistas  que muchas veces nos traían al liceo temprano, en fin a todas y todos los presentes en el día de hoy…Una mañana radiante…Radiante como fueron nuestros estudios durante estos cinco años que dieron como resultado esta graduación “Los hijos de este siglo” . Nuestra graduación de bachilleres. Yo, al igual que todos mis compañeros, vimos cristalizados nuestros sueños y por ello permítanme leer un pequeño discurso (Saca de su bolsillo un pergamino de tela, el cual, al abrirse cae al suelo como una larga lista) Voy a comenzar. (Se prepara para leer. Pausa. Ve a la audiencia. Ríe) ¡No se asusten! No voy a leer este largo discurso (Comienza a enrollarlo) En realidad, no queremos  hacer esto tan extenso. Solamente diré unas cuantas cositas. Yo recuerdo cuando llegué de mi pueblo a  Caracas. Todo me parecía súper bien. Vine  a estudiar a la ciudad. Yo ya tenía tercer año aprobado en el Liceo Unidad Educativa Antonio José de Sucre. Tenía quince años recién cumpliditos. Llegué a casa de una tía segunda. Mi tía Cristina. Ella está casada con el primo de mi papá. Después de unos meses me tuve que ir a una residencia en la Pastora. La señora creía que yo era su muchacho de mandados. (Imita la voz de su tía) ¡Pastor!, ¿podrías traerme del mercado unas cositas?... ¡Pastor!, ¿podrías poner los bombillos de la escalera del edifico que se quemaron?... ¡Pastor!, ¿podrías traerme el periódico? Y Pastor para acá y Pastor para allá  (Con su voz) ¡Basta!... ¡Suficiente! Tampoco la cosa es así. Yo puedo colaborar con la casa, pero tampoco para tanto. Uno viene a  Caracas a estudiar no a cachifear (Observa  hacia su lado derecho) Creo que no hay derecho de tanto abuso (Voltea con más insistencia. Mira al público. Le hace seña de que se aguanten) ¡Un momentico, por favor! (Va hacia su lado derecho y recoge una hoja de papel. Regresa al círculo) Aquí dice que continúe y que recuerde agradecer a los profesores (Al público) ¿Yo no le agradecí a los profesores y profesoras? ¡Qué raro! Yo creo que sí lo hice…De acuerdo, si no lo hice, ahora lo hago… Quiero agradecer al profesor de matemáticas José Luis Velásquez (Cambia de tono) ¿Será que tenemos que agradecerle que nunca nos dio clases? ¡Ay! Profesor pa´malo. El hombre ni siquiera nos hacía exámenes. El llegaba al salón. Ni buenos días daba. Yo creo que dar los “Buenos días” a alguien no nos quita nada. El tipo llegaba. Escribía un poco de ecuaciones copiadas del libro, nos decía ¡copien! y se sentaba a hablar por el celular. El de lo único que estaba pendiente era de que si habían depositado la quincena.  (Buscan en el público) ¡Profe!..¡Profe!... ¿Está allí?... No vino…. (En tono de burla) ¡Qué raro! …A veces pasaba una semana y ni venía. (Sigue leyendo la hoja de papel) Al profesor Manuel  Palacios… ¡Ajá! De ese, precisamente quiero hablar (Al público) Si está entre el público diga ¡Presente! (Pausa) Tampoco vino. ¿Cómo es posible que un profesor la agarre con un alumno? Yo creo que usted está muy  viejo para la gracia. Primero, ese profesor nunca nos daba el plan de evaluación. Yo saqué en  el primer lapso veinte puntos, pero después en el segundo lapso me puso diez y en el tercero diez otra vez. Nunca entendí. Yo le entregaba los trabajos  a tiempo. Llegaba puntual a la clase y respondía todas las preguntas del examen y ¡Zácata! Diez por el pecho. Una vez, comparé mi examen con el de su alumno preferido que por cierto, faltaba bastante a clases, no traía los ejercicios y de hecho, no se graduó con nosotros…Pero a él sí le ponía quince o catorce como mínimo. ¿Y ustedes saben por qué la agarró conmigo? Porque una vez se puso a decir que  los venezolanos éramos flojos. Yo me molesté y le dije que eso era mentira. Y me dice: ¡Claro!, tú estás bien porque tu mamá trabaja para el gobierno. Yo agarré una arre…. Me paré y le dije: ¡Mire, profesor, no le permito que usted hable de mi mamá de esa manera! y por ahí se fue la cosa...Menos mal que ya salí de usted. No quiero escuchar más sus gritos. Con el cuentico ése de que Usted tiene la voz fuerte le grita a todo el mundo. Aunque yo creo más bien que esa voz es falsa…Como Usted (Toma la hoja de papel y la dobla) No necesito esta hoja para decir lo que tengo que decir. Quiero agradecer el apoyo que nos dio la profesora de castellano y literatura, María Antonia,  quien defendió a una alumna que era lesbiana. A la muchacha la encontraron  en el baño con su novia. ¿Dónde más se podían besar? Si lo hubieran hecho en el patio…la matan. Ella tiene su novia. ¡Sí! Su novia…. Nosotros…Todo el grupo lo sabíamos. ¿Cuál es el problema? Ella es un ser humano también. Se tuvo  que ir porque la hicieron sentir vergüenza. ¡Vergüenza! ¿Por qué? ¿Por ser lesbiana?  Vergüenza deben sentir Ustedes…. ¡Profesores! Entre comillas. Fue mucho el chalequeo. La única que la defendió fue la profe de castellano y a ella también la empezaron a llamar lesbiana. No nosotros. ¡Ustedes!…Los que están allí sentados…Ella  se fue por todo lo que le hicieron…. ¡Ah!... Pero Usted profesor Carlos Flores, nunca dijo lo que soñó conmigo… ¡A ver!...Déjeme recordar sus palabras exactas (Imita la voz del profesor) “Hola Pastor, ¿sabes que soñé anoche contigo? ¿Soñé que estábamos haciendo el amor?” (Vuelve a su voz) Eso sería como una película de horror…”Amo a mi momia”… ¡Señor!... Usted no se da cuenta que yo soy un menor de edad. ¿No se ha visto en el espejo? Usted es un viejo. Búsquese a alguien de su edad. No se equivoque. Y si yo hubiera sido un rolo de malandro… ¡Lo quiebro!...Por abusador… Por eso es que los matan. De pana, cada oveja con su pareja. ¿Será que todos los gays son así de lanzados?... ¡No creo!... Para mí que ese señor tiene que ir a un psiquiatra. Ese día no lo denuncié porque no quise tener problemas en el liceo. Seguro no me creerían, si no le creyeron a Esperanza cuando les dijo que el instructor de kárate le estaba diciendo cosas morbosas. ¡Ah! No le creyeron porque el hombre es el marido de la directora. ¡Así son las cosas!... ¿Por qué ven en los alumnos un desahogo? Yo creo que un tipo viejo no debe estar buscando muchachitas ni muchachitos. Se ve ridículo. A menos que quiera que lo chuleen…. (Cambio) Nosotros tenemos muchas ideas. Queremos hacer. Hacer. Hacer…Y no podemos empatarnos con viejas. No por nada. Es que Ustedes tienen su camino. Nosotros no. Tenemos que hacerlo….  Tal vez, hoy es el último día que nos veamos. En el camino se quedaron muchos compañeros. Algunos porque no quisieron seguir. Como aquella chica que se fue porque quedó preñada y sus papás la corrieron  de la casa. ¡Qué cosa tan loca! ¿Cómo vas a botar a una chama a la calle porque metió la pata? Yo creo que después es peor. Nosotros recogimos dinero para dárselo al  bebé. (Señala al público) Ella, creo, está sentada en algún lugar. (Haciendo una visión panorámica) ¿No está?...No está… Ella debería estar aquí parada junto con el grupo. (Ríe) Creo que tengo que seguir con el discurso. (Al público) ¡Disculpen por salirme!... (Saca la hoja de papel que tiene en el bolsillo. Tono de discurso) Nuestra promoción “Los hijos de este siglo” es producto de la culminación de cinco años de estudios…Aunque yo estudié solamente cuarto y quinto año en este liceo…Durante nuestro camino pudimos descubrir el lado científico de las cosas, gracias  a materias como biología, física y química, descubrimos a los escritores más representativos de la literatura universal y nacional, nos paseamos por la gesta libertadora que dejaron nuestros héroes (Pausa) ¡Verga! Pero si el profesor de Historia decía que con la Patria no se come. ¡De pana! El tipo decía que estudiáramos algo que nos diera plata  o que nos metiéramos a vender…que eso era lo que daba real… ¿Y entonces?... ¿Por qué ponen esto aquí? El profesor no le gusta nada de lo que se hace en Venezuela. Que si el metro no sirve…que si las calles estás llenas de huecos…que los hospitales se están cayendo…que a los buhoneros deberían sacarlos…que los mototaxistas es culpa de la falta de gobierno…que Caracas está llena de basura…que los venezolanos son flojos…que las universidades deberían ser privadas para que funcionen mejor…el profesor… ¡de pana!...se pone fastidioso con eso. ¡Ah! Disculpen lo de verga, pero ese profesor es bien “vendío” con los extranjeros… Esta bata me está dando calor. ¡Bata, no! Toga. Voy a terminar de leer esto para que nos entreguen los títulos… (Lee) Agradecemos a los profesores de música, teatro, danza por enseñarnos tanto… (Cambio) Que, por cierto, a ninguno de nuestros padres les gusta. Con nosotros estudiaba un pana…estudiaba porque se salió…Creo que me dijeron que se fue a Cuba o a Europa con una beca. Ese chico  sí era chévere. Sacaba buenas notas y todo. Pero le gustaba el teatro y la danza. A sus papás no les gustaba. El papá es militar. Decía que eso era de maricos. El carajo tiene novia. Se fueron juntos.  ¿Quién dijo que si te gustaba algo de teatro o baile o pintura eras raro? Por eso se fue. ¿Ves? Allí sí se justifica que se vaya. No por las pendejadas que decía el profesor de Historia….Mejor sigo leyendo…Agradecemos al profesor de dibujo técnico Luis Volcán… (Pregunta hacia adentro) ¿Quién es ese? (Pausa)… ¡Ah! ¡Ya!..¿El embustero?.... (Ve al público) ¡No! De verdad…El profe es tremendo mentiroso. El cree que es lo mejor de lo mejor. Su teléfono es el más caro del mercado. No hay más. Ese el único modelo en el mercado. ¿Qué tal?...Déjenme contarle un viaje de sus vacaciones…Todo esto lo decía en clases…. Nunca dio clases. Llegaba y nos echaba todos sus cuentos. La otra vez…Enero… llegamos de vacaciones y Volcán nos empieza a decir lo bien que les fue en sus vacaciones. Primero, fue  a París, allí estuvo en un hotel carísimo, después se fue a España y conoció a…no sé qué reina…después a Roma…El tipo es tan mentiroso que nos muestra sus fotos…Y las fotos están editadas… o sea, son un  montaje…La cosa no queda en Roma…De allí va a una vaina que se llama las islas Fiji, luego se regresa a Los Ángeles…Los Ángeles a Nueva York y de Nueva York a Maracaibo para visitar a su mamá…Y de Maracaibo a Caracas…Todos quedamos cansados del viaje (Ríe) (Cambio) ¡Ahora serio!....Nuestro eterno agradecimiento a quienes día tras día estuvieron allí presentes en las casas. Haciendo el desayuno. Hablando con nosotros para que estudiáramos. A nuestros padres. Esos guías que siempre están allí. (Cambio) Yo quiero darle las gracias a mi abuela. Una mujer que dio lo mejor de ella para criarme….Mi abuela y yo nos sentábamos en la tarde, afuera y conversábamos de todo. Ella me enseñó a cocinar .La extraño tanto desde que me vine. No pudo venir a mi graduación. Está muy enferma. Pero la siento aquí…Aquí cerquita A mi abuela Verónica…  
Para Maíta en el pueblo chiquito de su angelito negro en Caracas… (Pausa larga)

Maíta, aquí no me levanto  con el olor a café recién colado.
 Aquí me levanto con el taconear frenético de la vecina del segundo piso.
Los senderos de aquí no me los conozco como me conocía los del pueblo.
Aquí siempre me pierdo como Adán el día de las madres.
 Aquí  florecen las cachupinas a destiempo.
Y también las pasiones alucinaciones y algunas sonrisas azules en la hora pico del metro.
No me quejo Maíta no puedo ir contra el progreso.
Pues los todos los días se descubren caminos.
Así tú me lo enseñaste.
Me despido diciéndote que esta ciudad es impredecible.
Pero fácilmente se puede viajar de lo material a lo sublime en el suburbio.
¡Bendición! Espero seguir siendo el angelito negro de tu cielito lindo.

(Silencio) ¿En qué quedé?...Extraño mucho a mi gente…Extraño mucho a mis playas…Pero debo continuar. (Al público) Disculpen. Es que la gente no sabe de lo que otros tienen que hacer para conseguir lo que quiere. Y despegarse de su casa no es  fácil. ¿Por qué  hay personas que no quieren el lugar donde nacieron? En el liceo hay un profesor que repite a cada instante  que él es un ciudadano del mundo… ¿Qué es eso?...  Yo soy un venezolano en el mundo…No hay nada más sabroso que una arepa, caraotas negras con queso blanco rallado, huevo frito, aguacate  y una taza de café con leche.  A ese también tenemos que agradecerle muchísimas cosas. Él daba el proyecto comunitario… ¿Saben cuál fue nuestro proyecto comunitario? No fue ir a un hospital. No fue presentar una obra de teatro. No fue repartir volantes para prevenir el Sida. Nuestro proyecto comunitario fue pintar su apartamento. ¡Sí! Como lo oyen…pintar su apartamento… ¿Quieren que siga agradeciendo a los profesores? Porque tengo mucho más cosas que agradecer…. (Toma la hoja de papel y continúa leyendo) Para finalizar queremos agradecer a todos ustedes por haber venido y escucharme con mucha atención.  En nombre de “Los hijos de este siglo”  le decimos… ¡Gracias!

Fin de ¡Dígalo ahí menor!


Caracas, 01 de junio de 2012.



martes, 16 de octubre de 2018

Lo volvió a hacer… ¡Bien!... “Cuenta Peregrino”.

Cortesía de la Agrupación  Cuenta Peregrino 

Por Bruno Mateo
@bruno_mateo




El domingo 14 de octubre de 2018 se presentó el montaje  Cuentos de la Vieja Grecia” a cargo de la Agrupación Cuenta Peregrino en el monumental Teatro Municipal  “Alfredo Sadel” de Caracas, que se inauguró con el nombre de Teatro  Guzmán Blanco en el año 1881, con adaptaciones de los relatos míticos de la antigua Grecia de Cruz Noguera, bajo la Dirección y Puesta en Escena de Somar Toro, con las interpretaciones de Citlalli Godoy, Gresy Hidalgo, Danny Cruz, Juan Noguera, Rebeca Aponte y el propio Somar Toro con coreografías de Roy Lorenzo.

Cuenta Peregrino abre la puesta en escena con un elemento atrayente, usado por otros grupos, pero que no deja de ser interesante; romper con la cuarta pared para que el público observe cómo se va haciendo la magia del teatro frente a sus propios ojos. Un excelente acierto fue usar cuatro columnas de distintos estilos escultóricos e históricos que son las contadoras de los relatos míticos que se verán en escena. Los diálogos entre ellas son inteligentes, educativos y divertidos. 

La Agrupación se caracteriza por el estilo minimalista en escena, en donde los objetos escenográficos son hechos con material de reciclaje muy bien elaborados; los cuales se convierten en elementos simbólicos que nos ubican de inmediato en el ambiente deseado. La paleta de colores de los vestuarios son alegres y desdice el dicho muy extendido entre los teatreros venezolanos que no se debe utilizar colores en el escenario. Nada más incierto. Los colores fuertes y vibrantes jugaron un papel significativo en el montaje porque movilizaba al espectador en su sensibilidad visual. La planta de movimientos de los actores (narradores) fue dinámica y llenaba todo el gran escenario del Municipal a pesar de que sólo eran, por lo general,  cuatro intérpretes.

Las caracterizaciones de Cruz, Aponte, Godoy, Toro e Hidalgo deleitaron a la audiencia quien se mantuvo atenta durante todo el tiempo de la representación. Sus mohines, gestos, cambio de voces fueron el deleite del espectador.

Los “Cuentos de la Vieja Grecia” fue una performance muy bien lograda en todos los aspectos técnicos del teatro y la narración oral amén de lograr, a mi juicio, una verdadera obra de arte.


domingo, 13 de mayo de 2018

Encuentro de dramaturgos.

Conversatorio "Una mirada a la dramaturgia venezolana" 

Por Bruno Mateo

La Compañía Nacional de Teatro y el Diplomado de dramaturgia de la Universidad Experimental de las Artes Unearte, Ceca Plaza Morelos   organizaron para el sábado 12/05/2018 un Conversatorio entre dramaturgos en la ciudad de Caracas para visualizar a la dramaturgia que se está haciendo en la actualidad; agradezco la invitación que se me fue hecha y doblemente agradecido porque, en realidad, fue una tarde deliciosa no sólo por habernos encontrado tantos amigos y conocidos que escribimos teatro sino porque pudimos esbozar muchas reflexiones sobre una panorámica de la escritura dramática y de los temas que se abordan en esta convulsa contemporaneidad.

Saludo con beneplácito esta iniciativa de encuentro que nos permite cavilar sobre el apasionante oficio de la escritura teatral y sus, presuntas, repercusiones sobre la cultura venezolana.

Éramos un nutrido grupo de dramaturgos y dramaturgas y, por ende, una variedad de pensamientos sobre la materia que nos atañe en el Conversatorio; la plática giró en torno a la venezolanía y qué se entiende por ella además del papel de la Compañía Nacional de Teatro dentro del teatro  que, en lo personal, sé que ésta es un órgano del Estado al servicio del Plan de las Políticas Teatrales del país, cosa que, al parecer, muchos de mis  compañeros no están de acuerdo con ese rol.

Nos dimos cuenta que en las Escuelas y Centros de formación teatral del país se carece de un estudio sistemático del teatro venezolano y, puse como ejemplo a la Escuela Nacional de Artes Escénicas César Rengifo, en la cual se eliminó la asignatura de Teatro venezolano, quedando sólo el Seminario de teatro latinoamericano y venezolano que, insisto, a mi parecer no es suficiente. Se hace necesario no sólo el estudio profundo y constante de nuestra dramaturgia nacional sino que es menester divulgarla y darla a conocer, sobre todo a los jóvenes que se inician en el arte escénico teatral.

En lo particular creo que la escritura dramática debe hacer hincapié, en tres elementos, amén del talento innato y de las “musas”; la educación y formación en la técnica escritural, no confiar sólo en la inspiración para escribir, la constante preparación cultural en las distintas áreas del arte y de la vida misma, conocer de música, de artes plásticas, de literatura, de arte urbana y de los saberes populares, etc., y la investigación histórica y observación de nuestra realidad, que nos abre un mundo enorme de posibilidades para distintos tópicos y referenciar a la venezolanidad en una abanico de expresiones.

El Conversatorio que llevó por nombre “Una mirada a la dramaturgia venezolana” se convirtió en un espacio de pensamiento de muchos de los que escribimos teatro e insto a la Compañía Nacional de Teatro y a la Unearte y a cualquier Institución cultural del país que sigan abriendo estas zonas de reflexión que permite oxigenar, en nuestro caso, al teatro venezolano.

martes, 8 de mayo de 2018

La Sociedad Venezolana de Teatro



Por Alejo Carpetier, escrita el 31 de agosto de 1954.
Tomado de “Alejo Carpentier. Visión de Venezuela”. Monte Ávila Editores 2014.

Con el propósito de aunar los esfuerzos de los distintos grupos dramáticos que actuaban entre nosotros, ha sido fundada, recientemente, una Sociedad Venezolana de Teatro...No pretenden sus animadores constituir un núcleo nuevo, sino, por el contrario, reunir en una programación coherente y orgánica, los elementos que manifestaron su capacidad de trabajo fecundo en realizaciones diversas, conocidas por nuestro público en estos tiempos. Se trata de dar una orientación común en realidades tales como las surgidas de la Escuela de Arte Escénico, del conjunto del Ateneo de Caracas y de las distintas creaciones debidas a las iniciativas de directores tales como Alberto de Paz y Mateos, y Horacio Peterson. En una palabra: se quiere dar vida a un movimiento sostenido, sin limitaciones ni rivalidades, que permita ofrecer, en los meses venideros, una sucesión ininterrumpida de representaciones dramáticas, con obras maestras del teatro clásico y moderno.

El día 24 de septiembre iniciará la Sociedad sus actividades con una pieza policíaca, dada con gran éxito en New York y Buenos Aires, y que acaba de sostenerse durante seis meses en el cartel de un teatro en México: Un llamado a Medianoche, de Frederick Knott. En su orden asistiremos, después, a los estrenos y representaciones de La Casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca; Romeo y Julieta, de Shakespeare; Crimen en la Catedral, de George Elliot; Fedra, de Racine; El delito en la isla de las cabras, de Ugo Betti; y Un tranvía llamado deseo, de Tennesse Williams, drama buien conocido en el mundo entero, por su versión cinematográfica. No debe olvidarse en esta lista el acontecimiento que significará, para las letras nacionales, el estreno de El día de Antero Albán, de Arturo Uslar Pietri, cuyas decoraciones han sido diseñadas ya por Alberto de Paz y Mateos.

Como puede verse, una concertación de propósitos nos coloca ya, de primer intento, ante un repertorio que bastaría, por sí solo, para justificar el esfuerzo realizado. Conocimos, hasta ahora, una etapa preliminar de realizaciones que sirvieron a la formación y maduración de talentos con los cuales pueden emprenderse jornadas dramáticas de alta jerarquía. El logro total de Nuestro pueblo, cuya presentación en Maracay obtuvo tanto éxito como en Caracas, nos permite abrigar grandes esperanzas de superación. La construcción de un nuevo teatro en el Este, la existencia del Anfiteatro de Bello Monte para determinadas piezas que requieren un mayor espacio que el ofrecido por el escenario cerrado hacían apremiante una intensificación y coordinación de energías artísticas. La Sociedad Venezolana de Teatro, en cuya constitución se han interesado numerosas personas, viene, en su momento, a llenar una necesidad.

Porque, además, no debe olvidarse que el proceso de creación de movimientos de arte dramático en América Latina ha sido paralelo en todas partes. Disponiéndose del instrumento humano, el grupo, el núcleo, el conjunto de actores, se ha pasado rápidamente al fomento de una producción nacional. El estreno de El día de Antero Albán abrirá un camino que habrá de ser aprovechado, en un próximo futuro, por los autores venezolanos. La Sociedad recién fundada ha de ser considerada por el público con la mayor simpatía, aunque no fuera más que por ese motivo.











domingo, 15 de abril de 2018

Tres puntos finales sobre Baño de damas y varias preguntas sobre la Compañía Nacional.

Por Óscar Acosta.



1.- Voy a colocar entre comillas las pocas líneas que publiqué hace tres semanas por las redes, relativas al reestreno de la Compañía Nacional de Teatro, dando pie a un intercambio público de opiniones: "BAÑO DE DAMAS" de Rodolfo Santana, ME PARECE QUE ES UNA OBRA INTRASCENDENTE. Bien escrita, pero bastante superficial. En 1987, me salí aburrido de su estreno, no quise hacer el ridículo o faltar el respeto quedándome dormido. El momento que me resultó más interesante de esa función inicial fue cuando Haydee Balza, como por arte de magia y con una gran destreza corporal, cruzaba los brazos y movía las glándulas mamarias en un ejercicio para mantenerlas en su sitio (o sea, suspendidas y desafiando la Ley de la Gravitación). Por supuesto, la obra (aunque también la Balza) tiene sus méritos, pero no son los que estimo en el teatro. Divierte y entretiene, pero no trascenderá. Es incomparable con LA EMPRESA PERDONA UN MOMENTO DE LOCURA o EL ANIMADOR, entre otras piezas de este gran dramaturgo. No entiendo, en el momento actual, la pertinencia de su montaje por la Compañía Nacional de Teatro. Creo que Santana tiene obras mucho más críticas y/o ajustadas a la situación social y política que enfrentamos."
          
Cito el comentario completo, con los adjetivos tal como los usé, para evitar que los comentaristas los tergiversen como mejor les acomode.

2.- Rodolfo Porras, en dos notas se ha esforzado en ponderar unas virtudes que le supone a la pieza justificando su montaje, adversando mis puntos de vista. Seamos serios, Porras. Alucinas unas palabras y significados que no escribí: no califiqué Baño de damas de “aburrida”, me salí aburrido de su estreno que es diferente, eso quiere decir que puedes refocilarte viéndola una docena de veces  que no lo discutiré; tampoco tildo este drama de “chabacano”, sino de poco ingenioso y de recurrir “al inventario de personajes, pseudoconflictos y comiquerías (...) características del teatro humorístico de baja calidad”; jamás he escrito que es “inocua”, sino que es intrascendente y superficial, palabras que no son sinónimas y significan otras cualidades… ¡Hasta llegas a acusarme de  “descalificar al público”!, retorciendo falazmente mis palabras. Eso sí que es una pesadez del carajo, Porras. Que te conviertas en paladín de Baño de damas (o de la Compañía, sigo sin saber) se entiende, pasa y hasta conmueve como acto de sacrificio cristiano, pero que me endilgues semejante tontera es el colmo de la infamia.  No escribiría eso jamás. En mi auxilio acudo a Cervantes, “...no está la falta en el vulgo, que pide disparates, sino en aquellos que no saben representar otra cosa”,  y me permito una paráfrasis: la culpa nunca será del público que aplaude  Baño de damas, sino de los que no decidieron un mejor espectáculo para ofrecerle.

 Así, podría seguir varias páginas precisando palabras e interpretaciones que no expuse ni sugerí, pero no perderé más tiempo aclarando  la falsedad de los delitos que me encasquetas o lo que repites en favor de la pieza, esta segunda vez con un poco más de enredo. Confiando en la disposición y buen ánimo para el debate que manifiestas, reiteraré por cuarta vez en estos intercambios la  pregunta que resume mi comentario inicial: ¿Por qué se escogió Baño de damas para su montaje y no otra obra menos conocida o inédita del autor? Para responder algo de manera clara y concreta como para que todos lo entendamos,  no es necesario recurrir a Brecht o Piscator, como tampoco a los conceptos aristotélicos ni a polémica literaria alguna.  Mi intención es centrarnos  en lo que se cuestiona y no buscarle las cinco patas al gato o, mejor, el quinto bidet al baño, con rodeos pseudoteóricos  por los que no me pareces pedante, como crees, sino incomprensible y desubicado. Así cites el santoral completo, la pieza es un fiambre, independientemente de lo que opinemos sobre ella o la cantidad de público que vaya a verla. Es un refrito repetitivo en los circuitos comerciales latinoamericanos; tiene el hándicap en contra de parecerse mucho a otros espectáculos y a otro, en especial, demasiado, lo que la hace poco original. ¿Será necesario explicarte porqué la Compañía debe ofrecer novedades o excepciones que respondan a las necesidades culturales, políticas y sociales del país?
                    
 Me permito citar el ejemplo de Asesinas anónimas (1994), también de Rodolfo Santana, en la que cinco mujeres confiesan sus angustias, debilidades, frustraciones y rencores, resentidas con una sociedad dolorosamente contradictoria, en la que los machos representamos un poder que maltrata y oprime, a la vez que somos una esperanza de felicidad. Van describiendo los conflictos con sus parejas y representando -con teatro dentro del teatro-  sus asesinatos. Los diálogos están cargados de obscenidades, expresiones ordinarias y lugares comunes del lenguaje (las palabras “culo”, “puta” y “mierda”, aparecen en el texto 6, 7 y 10 veces, respectivamente), pero también de una intención dramática que invita a la reflexión sobre la condición femenina, sin concesiones ni mañas clicheteras para ganarse al auditorio. Cito un extraordinario parlamento que da constancia de la buena literatura que se dialoga en esta creación dramática:                                                            

Camila.- Si el amor fuera suficiente la vida sería menos complicada, Pedro de mis ansias. Cada quién viviría su nube rosa y seríamos otros. Amables. Veríamos al semejante sin derrotas mortales ni triunfos devorantes. Tú, vivirías. Claro, serías el que deseo. La humanidad estaría en Marte inventándole nuevos mares. Otra luz en tus ojos de ministro. Claro, si pudiéramos imaginar  que los ministros existieran en un mundo donde solo bastara el amor. Los crímenes del corazón no existirían. (Pausa. Desdobla la  carta. Lee) “Pienso en ti y una mecánica lenta y ávida salta sobre los paisajes y me conduce a tu piel. No estás y la olfateo.”

 No leemos  tampoco en este drama al mejor Santana, pero su  premisa, escritura y  conceptos, son más maduros y mejor elaborados que lo montado por la CNT.  Desde el siguiente enlace, se llega directo a Asesinas Anónimas, en formato doc, https://www.google.co.ve/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=7&ved=0ahUKEwiB9sf-krfaAhVpuVkKHcqoC7AQFghTMAY&url=https%3A%2F%2Frodolfosantanasalas.files.wordpress.com%2F2010%2F09%2F43-asesinas-anonimas.docx&usg=AOvVaw3nQ5ffEhcCKpuXcE3gGx9_

Paso al último punto.  Mis saludos, Porras.

3.-Algunas observaciones informales, señalan que debí ver la puesta en escena actual para asomar una opinión o conclusión más objetiva. No lo creo así.  Por supuesto, que puedo ir, disfrutar o volver a aburrirme del montaje, admirar o deplorar los tijerazos y arreglos que hizo el director, pero eso no es lo esencial del planteamiento. Se objeta no el montaje como resultado escénico, sino su conveniencia cuando hay posibilidades mejores. Casi que por disciplina patriótica, así como por el buen trabajo que siempre hacen y la consideración que merecen unas talentosas actrices a quienes respeto mucho, iré a ver una función de Baño de damas. No cuenta mucho que yo vaya, tampoco mi opinión entre otras muchas, pero me encantará sumarme a las estadísticas de asistencia de la Compañía.  En cambio acudiré con gran gusto, curiosidad y esperanza de disfrutar de un buen espectáculo a ver Develario de Porras que, dirigida por él mismo, estrenará la Compañía el mes de mayo. También asistiré gustoso a Oscuro, de noche de Pablo García Gámez, ganadora del premio Apacuana 2017,  un estupendo drama que tuve el placer de leer.

 Pregunto, ¿por qué, en lugar de la obra de Santana, a quienes deciden en la Compañía no se les ocurrió montar La furia de Dios, escrita por Jesús Farías, dramaturgo anzoatiguense?  Esta creación fue ganadora del concurso Apacuana 2016, certamen convocado por el Centro Nacional de Teatro y en el cual, por cierto, Porras fungió de jurado. Como vemos, es uno entre otros ejemplos de la  dramaturgia venezolana, de mayor pertinencia y justificación, que pudo ser asumido por la Compañía
(Inciso obligado: Váyalo Porras, de pana, tú que sabes pasa el dato a Farías de como hacer ahí para que la Compañía le monte su drama.)
           
Agrego algunas preguntas, con la intención de ampliar y profundizar las ideas, contextualizando  mis señalamientos en el funcionamiento e historia de la compañía.  ¿Por qué no se montó una obra de otro autor venezolano que merezcamos conocer? ¿Cuáles y cuantos dramaturgos que se desempeñaron o desempeñan en los estados han sido escenificados por el elenco estable de la Compañía desde su fundación, en 1984? ¿Cuáles trabajos escritos por dramaturgas?  ¿Cuántos del siglo 19 que forman parte de nuestro acervo histórico? Solo tres de los autores de esa época,  Vicente Micolao y Sierra, Heraclio Martín de la Guardia y Manuel Antonio Marín, suman más de 80 piezas.

Otra pregunta. ¿Por qué se montaron en 2017 tres versiones de El rompimiento de Rafael Guinand, existiendo más de un centenar de sainetes de diversos escritores de gran éxito en el pasado que hoy permanecen desconocidos? El rompimiento, desde su representación en los pasados 80 por la CNT, es una de las obras con mas puestas en escena en la historia del teatro criollo.                                                     
(Otro inciso, dirigido al amigo William Santana, presidente de la Cinemateca Nacional: Don Leandro, el inefable (1919), film restaurado por la Cinemateca Nacional y único conocido en el cual podemos observar a Guinand actuando, permanece ignorado; pronto cumplirá su centenario. ¿Será posible su proyección en los centros de enseñanza teatral? ¿Y una intensa pesquisa, en cuanto archivo hay, a ver si logramos dar con la película El rompimiento, basada en el sainete de Guinand, primer largometraje sonoro venezolano, en 1938?)

 Como se ve, la objeción a Baño de damas nos lleva a un tema de mayor envergadura y que, en el fondo, es más importante que las opiniones de los fastidiosos Porras y Acosta o el éxito de un montaje medido por la asistencia del público. Finalizo con el siguiente aterrizaje forzoso:  ¿Cuál es el papel que debe cumplir la Compañía Nacional de Teatro? ¿Cuál deber ser el perfil de su repertorio? ¿ Cuáles sus conexiones con el público y el movimiento teatral venezolano? Por favor, no salga algún otro comentarista (o el mesmo) a imaginar adjetivaciones que no he usado, interpretando que yo descalifico esto o lo otro.  Busco identificar características que, pese a los avances y éxitos logrados durante 30 años, evidencian problemas y deudas existentes en el teatro nacional que debemos saldar, independientemente de los colores, preferencias estéticas, simpatías políticas, susceptibilidades personales y afinidades amistosas o generacionales.

  Veremos.

Oscar Acosta

lunes, 9 de abril de 2018

Insisto: Una metáfora

Escena "Baño de damas" de Rodolfo Santana. Compañía Nacional de Teatro. Venezuela. 2018
 
Por Rodolfo Porras.


 
Creo que polemizar sobre el acontecer teatral en Venezuela o en cualquier parte siempre es sano, necesario y puede resultar nutritivo. 
 
Óscar Acosta escribió un comentario en el que decía que “Baño de Damas” era una pieza inocua y aburrida, y que se había salido antes de terminar el espectáculo que fue a ver hace unos años. Sobre ese comentario escribí unas notas en las que afirmaba, para iniciar el texto, que la adjetivación y la caracterización que hacía Acosta, era repetitiva, baladí. Y, aunque después, en una segunda nota desarrollé todo un cuerpo argumental, que más adelante pasaré a comentar, sigo insistiendo en la misma valoración de ese primer texto de Acosta: hizo una valoración a partir de pareceres, tal veces y supuestos, ya que -como el mismo afirma- se había salido de la función. El segundo texto está más pensado. Se ve que esta vez no dejó la obra por la mitad ¡Bien por el esfuerzo!

Sin embargo, creo que en esta oportunidad hay demasiada adjetivación que descansa en sí misma y que es difícil entender como argumentación.

Dice Acosta que el texto que generó su “derecho a réplica” parece escrito en plan de estudiante universitario. Ya que en el texto hay alguna referencia a Piscator, Brecht y completa “hasta Aristóteles”, pero no desarrolla, ni explica si eso es un desacierto, un acierto o si sirve o no para introducir el asunto del teatro político. Se refiere, también, a la mención que se hace sobre una polémica entre Julio Cortázar y Oscar Collazos. No explica porqué hace tal señalamiento. Eso sí, informa que esa discusión fue hace 50 años. Pero no aclara que significa el que haya ocurrido hace medio siglo ¿Qué ya está caduca? ¿Qué es muy nueva si se compara con la Carta de Jamaica o con Hamlet? No se manifiesta al respecto. Pareciera que le parece pedante el haberlo mencionado. Afirma que se plantea como un bastón para “tamaña inconveniencia”. ¿Cuál es la tamaña inconveniencia? No lo dice. ¿Será poner a Aristóteles al lado de Brecht? ¿El que sobra es Piscator? ¿Se refiere a la pieza de Santana? No lo explica. Después al referirse a la argumentación que sigue sobre la estructura de la obra, pasa a enumerarla y luego refuta con un “Mira pues” ¡más nada! Pareciera que con un “mira pues” quedara saldado el asunto. 
 
Más adelante afirma que “Baño de damas” se ha “convertido en un lugar común en la escena latinoamericana” (o sea que ha tenido muchas representaciones y mucho éxito) debido a su poca o nula carga de crítica y al tratamiento superficial ya superado del tema sexual…”

Pereciera, entonces, que si la pieza ha tenido tal propagación por los países nuestro americanos, es porque tanto los directores, grupos, actores, productores y el público son unos insubstanciales, superficiales, acríticos, unos agalluos; y eso da cuenta de lo inocua y baladí de la pieza. 
 
Si nos atenemos a la premisa que se desprende de tal afirmación, podríamos concluir que si nadie la monta y no va público, entonces la pieza es crítica, necesaria y realizada por verdaderos artistas y gente comprometida. 
 
Según la lógica de esa argumentación, existe una postura ética, ideológica, estética que no tienen ninguno de esos miles o quizás cientos de miles que han convertido la pieza en un “lugar común de la escena latinoamericana”. Podríamos alegrarnos de que haya alguien, entre millones, que sí tenga la claridad necesaria. Lástima que no expone la razón por la cuál, quienes disfrutan y ven virtudes en “Baño de Damas”, son un “montón incontable de alelados”. La explicación más cercana que se puede inferir en el texto, es una adjetivación de los recursos de lenguaje que utiliza Santana. Lo califica de chabacano y adjetivos del mismo orden. Lo que no dice es que ese recurso surge del habla diaria de muchísimos venezolanos y de cierto humor característico en un ambiente como un baño femenino de discoteca. Habrá que preguntarse si no es conveniente utilizar el lenguaje y las formas que usa la gente, o si se debería poner chistes de altura, discursos políticos a lo Gramsci, planteamientos avanzados y sesudos sobre la sexualidad, en un baño de damas.

Yo creo, y ahí aparece alguna coincidencia con Acosta, que el uso de ese tipo de lenguaje y la recurrencia de chistes fáciles podría terminar siendo cansón y hasta chocante para algunos. Sin embargo, el uso se justifica, dado el ambiente en donde se realiza la acción. El público, sin lugar a dudas, reconoce la cercanía de una realidad que ha vivido. Todo le es familiar. Lo que no le es familiar es la conjunción de circunstancias. Y esta extraña conjunción de elementos que suelen producirse aislados, es lo que produce que deje de ser un baño normal y se transforme en un micro universo, eso es lo que le da un carácter teatral, lo que le permite construir la metáfora. 
 
Tal vez “Baño de Damas” no le gusta a algunas personas, pero sería interesante saber porqué le gusta a tanta gente… no creo que descalificar al público sea una buena estrategia para la comprensión de este fenómeno, entre otras cosas porque es para el publico que se escribe, se dirige, se actúa, se hacen escenografías, se diseñan vestuarios. 

Es como afirmar “la pieza es para ellos, pero sólo si piensan y reaccionan como yo concibo el mundo”. No quiere decir que hay que escribir y producir piezas que de cuentan del discurso alienante que impone el poder económico, pero creo que es válido utilizar recursos que identifiquen y que atraigan a un público general y no sólo a un grupo que va a reforzar sus creencias. Si el teatro de verdad puede influir en alguien ese alguien debe ser llevado a la sala.

Una metáfora es la caracterización de un referente a través de signos distintos y distantes a ese referente. “Baño de Damas” metaforiza una estructura de país, guste o no la metáfora. 
 
Cuando el cine de Hollywood convierte una historia de amor en un alegato para invadir un país… estamos frente a una metáfora terrible, quizás poco poética, pero que penetra en la psique del público.

Cuando Medea mata a sus hijos, no se está proponiendo una apología al filicidio, lo que se está estableciendo es un universo de relaciones en el que la mujer opta por circunstancias de vida ajenos a la maternidad. Cuando la mujeres de “Baño de damas” matan al diputado, se aproximan más al “todos a una” de Fuenteovejuna, que al de un asesinato por borrachera. Están aniquilando el abuso contra la mujer, están acabando -en acto simbólico y teatral- con ese sometimiento. Y si alguien piensa que hoy en día ese abuso se acabó, creo que está de espalda a una realidad muy contundente. “Baño de Damas” no es una tragedia griega o un drama del siglo de oro, pero maneja mecanismos universales de metaforización en el teatro, que celebramos y que nos parecen muy eficientes.

Insisto que una polémica sobre cualquier aspecto de nuestro teatro puede ser muy alimenticia y generadora de conceptos y reflexiones. Puede que a veces sobren despropósitos, descalificaciones, pero discutir sobre lo que hacemos y pensamos es ganancia.

Por favor, aún no.