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domingo, 18 de septiembre de 2016

“El beso de la mujer araña” en Chacao.

Francisco "Pancho" Salazar es Molina
Por Bruno Mateo
@bruno_mateo

Cuando todo nos parece quieto es que hay algo muerto en nuestro cerebro”.
Marcel Proust

La novela “El beso de la mujer araña” (1976) del argentino Manuel Puig fue llevada a montaje teatral por Humberto Ortiz, el cual se lleva a cabo en el Centro Cultural Chacao CCCH desde el 09 de septiembre de 2016, con las actuaciones de Francisco “Pancho” Salazar en el papel de Molina, Jhonny Rivas como Valentín y Arnaldo Mendoza es el Jefe de Prisiones.

La adaptación de esta novela a texto dramático resulta un reto para cualquier creador porque no es fácil transformar una historia que posee varias historias colaterales a la historia principal amén de que usa los pies de páginas como textos expositivos y argumentativos sobre la homosexualidad; es por ello que esta adaptación de Ortiz se centra, principalmente en la relación afectiva de estos dos personajes quienes conviven en una misma celda , Molina, cuarentón homosexual detenido por corrupción de menores y Valentín hecho preso por sedición durante la Dictadura Argentina de José Rafael Videla autodenominada Proceso de Reorganización Nacional. La adaptación obvia los textos sobre la homosexualidad y hace énfasis en un amor más bien filial, sin embargo, las miradas de pasión y enamoramiento, muy bien logradas, por cierto, de Francisco Salazar, como personaje, sobre Valentín no deja dudas sobre la homosexualidad de éste.

La puesta en escena se focaliza en un pequeño espacio de dos camas y una pequeña mesa a la derecha de público. No hay grandes movimientos ni desplazamientos de los actores. Sólo los necesarios. Es un poco llevado como un drama estático, no tan puro como puede ser la obra de Fernando Pessoa “O Marinheiro”, pero sin con desplazamientos y movimientos limitados por la acción dramática de la palabra.

Las caracterizaciones de los personajes principales, Molina y Valentín, llevadas a cabo por Francisco Salazar y Jhonny Rivas son contundentes, logran a través de sus ritmos un ritmo general del montaje de mucha tensión, cuando la debe haber, y de una energía latente de amor y deseo, por parte de Molina y de amistad, de parte de Valentín. El desplazamiento de Salazar nos refiere a esa mujer pantera de la película relatada en escena o de esa mujer araña que teje para amarrar a su macho ; mientras que Rivas le imprime a ese político idealista una inocencia casi infantil que se desvive por serle fiel a sus causa.


Esta vez la adaptación de “El beso de la mujer araña” logra mantener el espíritu de la novela de Puig y es completada por las interpretaciones de sus actores quienes logran caracterizar a los personajes, a pesar de que está el recuerdo en  los  espectadores de las magníficas actuaciones de Raúl Julia como Valentín, William Hurt como Molina y la participación de Sonia Braga y su mujer pantera en la película de Martin Babenco en 1985.

sábado, 17 de septiembre de 2016

La mano de Irina.

Por Bruno Mateo
@bruno_mateo.

Este viernes 16 de septiembre de 2016 en la sala 1 del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos Celarg se estrenó la pieza “En la palma de tu mano” una adaptación hecha por Román Chalbaud de la película “Irina Palm” (2007) de Sam Garbarski estrenada en el Festival Internacional de Cine de Berlín con las actuaciones de Gladys Prince,  Juan Carlos Lira, Andreina Mesa y Joan Manuel Larrad bajo la producción de Yackeline Salazar (Q.E.P.D).

Un montaje compacto en cuanto a dramaturgia, interpretaciones y puesta en escena. Una necesidad familiar obliga a una abuela tradicional en el Soho de Londrés  a realizar un trabajo que para la Sociedad está al margen de la moralidad se convierte en  el hilo conductor de esta interesante historia en donde los valores se comienzan a cuestionar y nos damos cuenta que en una cultura materialista parece que la premisa de Bertolt Brecht “Primero hay que comer, luego viene la moral” en “La Ópera de Tres Centavos “es la que prima entre las personas.

Entre actuaciones en vivo e imágenes cinematográficas transcurre la trama que poco a poco al estilo aristotélico se desarrolla; el diálogo posee el estilo mordaz y sarcástico que caracteriza a Chalbaud en donde lo escatológico se vuelve risible. Los elementos escenográficos fueron precisos y nos ambientaron en cada uno de los lugares exigidos por el discurso teatral. El escenario se nos divide en tres lugares  específicos; casa del matrimonio joven, oficina del dueño del  prostíbulo y una pantalla que nos sirve para recrear varios espacios; la iluminación también aportó su ingrediente para crear las atmósferas necesarias que se requerían.


En la palma de tu mano” es un trabajo escénico de una hora que nos convierte en vouyerista de los intríngulis de una familia necesitada y que hace lo que sea por cubrir sus necesidades.

lunes, 15 de agosto de 2016

¡Ay! Misias Marías en el entierro de Yohnaikel.

Por Bruno Mateo
@bruno_mateo

Este pasado domingo 14 de agosto de 2016 se presentó en el Teatro Catia ubicado en la calle Colombia cerca de la Plaza Sucre, conocida popularmente como Plaza Catia, el montaje teatral  “¡Ay! Misias Marías”, en tono de humorada travesti, escrita y dirigida por Wilfredo Tortosa (Trankilino) con las actuaciones de Jorge Dákar, Jesús Blanco, José Gregorio Franquiz, Israel Blanco y Badyr Paracuto  en los papeles de las distintas Marías.

El trabajo escénico utiliza la participación de la audiencia a manera de animación lo que permite lograr unos momentos de franca diversión en donde el público asistente juegan a hacer a teatro con los actores y participan activamente en el desarrollo de la trama que no es más que el velorio del marido de una de las Marías. La puesta en escena representa el velatorio. La urna es el centro de la puesta mientras que los asistentes forman parte de este peculiar sepelio. La planta de movimientos en forma de teatro circular permite visualizar los vericuetos de las acciones. Los actores con sus vestuarios de mujer arrancan hilaridad de inmediato. La música nos refiere a series de televisión de una época gloriosa y a una animosidad contagiosa.

Los actores logran graficar cada uno de sus personajes y mantienen las características personales que se corresponden a sus nombres María Sacrificio (Jorge Dákar), María Resignación (Jesús Blanco), María Suplicio (José Gregorio Franquiz), María Martirio (Israel Blanco), María Tormento (Badyr Paracuto);  ellos logran una entrega total con el  ritmo y la energía que se emana en el momento de la representación. Cabe destacar que los actores Jorge Dákar y José Gregorio Franquiz  agarran a sus personajes desde el principio al fin y se convirtieron en los consentidos del público, esto sin desmerecer al resto del elenco.


“¡Ay! Misias Marías” es un montaje que recoge lo que sucede, en la actualidad, en un velorio, desde los chistes, chismes, la tomadera de aguardiente hasta la grotesca escena del pistolero que echa unos balazos al aire en homenaje al muerto.

domingo, 14 de agosto de 2016

En el tronco de un olivo o la invisibilización del pueblo Palestino.

Por Bruno Mateo.
@bruno_mateo

En agosto del 2016 se presentó en el Teatro Nacional de la icónica esquina de Cipreses en Caracas el montaje escénico “En el Tronco de un Olivo” de la Agrupación cultural Amaka bajo la Dirección de Jericó Montilla a partir de poemas de Isaías Cañizales (premio de poesía Paz Castillo), la poeta Rafeef  Ziadah (1979) , el poeta Tawfiq  Ziyad (1922) , la poeta Suheir  Hammad  (1973) y el poeta  Mahmud  Darwishse (1941) con el elenco compuesto por    Valentina Cabrera (Premio Municipal de Teatro 2015), Marcela Lunar, Ximena Zapata (Artista FCNV),Nani Serrano, Sara Azocar que tiene como premisa la denuncia de las atrocidades realizadas al pueblo Palestino en estos tiempos contemporáneos.

El montaje conjuga la danza, el movimiento, el teatro y  algunos elementos circenses cuyo significante escénico es la imagen; imágenes poderosas que se cuelan en el imaginario del espectador cuya finalidad es la reflexión sobre lo percibido. Las intérpretes  nos van dibujando en escena la historia de una joven nacida entre los troncos del olivo, árbol, por excelencia palestino, y la guerra. Los cuerpos de las actrices poseen plasticidad en escena ya la manera de un cuadro de Edvard Munch (1863-1944) nos expresan vínculos entrañablemente humanos. Sus voces juegan con distintos tonos de acuerdo a las emociones que van apareciendo en cónsona relación con la palabra de la poesía.

El vestuario diseñado por Jericó Montilla y Marcela Lunar es un acicate para remover la comodidad del espectador en las butacas; todos los elementos escénicos sacuden al público y nos trasladan a esa tierra que han tratado de esterilizar mediante bombardeos constantes bajo la mirada indolente de los países.  

La puesta en escena de Montilla logra la escalada aristotélica a pesar de no tener un texto dramático , por el contrario, son textos poéticos, no obstante, conduce el montaje desde un punto inicial hasta un final pasando por un punto máximo de confrontación.


En el Tronco de un Olivo” es una puesta distinta a las puestas tradicionales teatrales que nos encanta porque logra traducir la poesía en movimiento.

domingo, 26 de junio de 2016

“Simón, el luna”. Un canto a Venezuela.

Juan Badilla y Fernando Garantón en la escena de Simón, el una y el loco Juan Carabina
Por Bruno Mateo
@bruno_mateo

Este sábado 25/06/2016 se presentó con un buen nutrido público “Simón, el luna” pieza de teatro escrita y dirigida por Moisés Rivas para el público infantil  en el legendario Teatro Municipal de Caracas bajo la producción del mismo Moisés Rivas y Marisela “Coco” Seijas  con  el elenco:  Rafael Monsalve como Vicente / Caballo viejo , Juan Badilla como Simón , Jhuraní  Servellón como Blanquita / La vaca azul, Fernando Garantón como Sr. de las llaves / Loco Juan Carabina y Aquiles Herrera como Tocorito.

Simón, el luna” es un trabajo sólido con un objetivo claro y un significante atrayente.  Con música del fallecido cantante Simón Díaz y arreglos  de Nicolás Boada Rossi y Álvaro Rojas como hilo conductor de la pieza nos atrapa amén de la dramaturgia coherente y cohesiva en cuanto a su argumento y estructura dramática. Un solo bloque bien blindado. La puesta en escena limpia y con un planta de movimientos justa y precisa, en la cual nada sobra ni nada falta. La escenografía de Erlen Zerpa y pintura escénica de Edward Parúh funciona en este sólido todo escénico. Escenografía simbólica que aparte de ser un objeto escénico estéticamente atractivo, es funcional para el desarrollo de la pieza. La iluminación del veterano David Blanco nos da los distintos cuadros emocionales del montaje: el miedo en el cuarto 888, la dulzura y gracia de la vaca con el niño Simón,  la calidez con el caballo viejo Patroclo, la melancolía y el misterio del niño Simón, el luna con el Loco Juan Carabina. El vestuario de Omar Borges nos grafica las características de los personajes.
Las interpretaciones de los actores en cada uno de sus trabajos  además de su dominio vocal en el canto nos refieren a  unos actores depurados en sus técnicas y con un buen alcance en las dimensiones de sus creaciones. Hay que hacer un aparte especial en el joven actor Juan Badilla, quien con su trabajo de Simón, el luna impacta a la audiencia ya que posee un dominio del escenario en tan corta edad. Le auguro muchos  éxitos en su carrera como actor.


Simón, el luna” es un canto a la venezolanidad. Es un espectáculo que me da mucha esperanza en el teatro infantil que en estos últimos tiempos  del siglo 21 no busca un propio lenguaje ni un contenido profundo y reflexivo

martes, 9 de febrero de 2016

Sucre, el último amado

Elenco de "Sucre, el último amado"

Por @bruno_mateo
@avencrit

El pasado domingo 07 de febrero de 2016 finalizó en la sala de Conciertos de la Universidad experimental de las artes Unearte , el montaje “Sucre, el último amado” bajo la dirección de Hernán Marcano para el Teatro del Magisterio, trabajo dramaturgístico a partir de textos de Andrés Eloy Blanco , José Antonio Rial, Ricardo Ruiz, Álvaro Mutis y Hernán Marcano.

El contexto histórico de la pieza se remonta a 1830. Los personajes centrales de Antonio José de Sucre (César Augusto Méndez), Simón Bolívar (Mhares Ramírez), María Antonia Bolívar (Ingrid Guevara) (Antagonista) y Luisa Avendaño (Mariana Arnal) son los encargados de llevar el hilo conductor del discurso escénico.

En cuanto a la puesta en escena, puedo decir que estuvo limpia y  congruente con el texto, sin aspavientos ni modelos efectistas, muy de moda en la actualidad,  con un lenguaje sencillo y progresivo en tanto a las unidades de acción al estilo Aristóles (exposición, nudo, desenlace y conclusión). Los actores acoplados con el todo del significante de la puesta , sólo algunos detalles, completamente mejorables, como es el caso de la interpretación de la hermana más querida del Libertador, Doña María Antonia Bolívar, que siempre mantuvo un rictus agresivo lo que se dejaba oír en su voz, la cual a veces, rayaba en esténtores sin contenido, al igual que el exceso de “idas y venidas de luces” para el cambio de cuadros, lo que, percibo puede agotar la mirada atenta del espectador y producir un quiebre en el desarrollo del montaje. La dirección de Marcano estuvo prístina, entendible para todo público, incluso había elementos lúdicos que podrían ser muy atractivos para el público infantil, como lo es la escena de los asesinos en los caballos, ejecutada por los actores Armando Ariza, William Mongua  Ricardo Urrea. Bajo mi punto de vista, una escena bien lograda y verosímil.

En líneas generales, el montaje de “Sucre, el último amado” es un trabajo atractivo que toca un episodio ficcional, el romance inconcluso, truncado por el asesinato de Sucre en Berruecos con una joven caraqueña ciega,  con elementos reales históricos de una manera elegante y seria.

Por favor, aún no.