sábado, 16 de febrero de 2019

Ánima Sola y Ánima de Gregorio Rivera


Ánima de Gregorio Rivera.

Gregorio Rivera era un rico hacendado merideño del siglo XIX. Segú la leyenda, los celos lo llevaron a matar a su mujer, que se había refugiado en un convento huyendo de él. Gregorio logró entrar en el recinto, asesinó a su esposa e hirió gravemente a una de las monjas que la protegía. Logró escapar, pero al llegar a su casa ya estaba profundamente arrepentido de su crimen. Sollozando, imploraba perdón.

Aquella noche, el espíritu de la esposa muerta apareció ante él y le reveló que se la había dado permiso para otorgarle el perdón que tanto ansiaba. Pero la condición era que debía ayudar a todos sus semejantes hasta que llegar el día del Juicio Final. Gregorio murió al amanecer, sin causa aparente. Desde entonces la gente de Mérida y sus alrededores comenzó a verlo aparecer en momentos de peligro, ayudando y socorriendo a los necesitados.

Ánima Sola.

Hay muchas leyendas sobre este personaje tan popular. Una de las más conocidas refiere a que se trataba de un soldado patriota, un centinela de avanzada, que sin ninguna compañía cruzó corriendo una gran distancia para alertar a sus compañeros sobre la cercanía de sus enemigos. Fue muerto poco antes de llegar a su destino, pero el ruido del disparo logró lo que le soldado buscaba: las tropas patriotas se replegaron estratégicamente  y se prepararon para la lucha en mejores condiciones.

Dicen que el alma de aquel heroico joven avisa a las personas de cualquier problema y salva de dificultades  a sus devotos, si se le reza y se le enciende una vela todas las semanas. Cuando alguien camina de un lado a otro, sin detenerse, se dice que anda “como el Ánima Sola”.

Tomado del libro: Diccionario de Fantasmas, Misterios y leyendas de Venezuela. Mercedes Franco. Editorial CEC, SA. Los libros de El Nacional. 1era. Edición, 2001. Caracas, Venezuela.

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