domingo, 14 de abril de 2019

Monja de la buena suerte y Monstruo del Ávila.


Monja de la buena suerte.

Hay un fantasma que la gente en falcón ansía ver. Se trata de Sor Lérida, la monja de la buena suerte. Según la tradición, esta monjita vivió en Coro en el siglo XIX. Amaba a los animales y al ver a un capataz golpeando a un pobre burro con un enorme garrote, Sor Lérida intervino. No se sabe si fue adrede o por accidente, pero la buena mujer recibió sobre su cabeza el golpe dirigido al asno y falleció en el acto. Poco tiempo después, un hacendado la vio, y desde ese día, su hacienda prosperó. Contaban que todo aquel que la veía obtenía instantáneamente una increíble buena suerte. Desde entonces los corianos anhelan poder ver algún día a Sor Lérida, la monja de la buena suerte.

Monstruo del Ávila.

Muchos campesinos aseguran que en el Ávila existe un monstruo y que sus rugidos pueden escucharse algunas noches. La causa de esta leyenda es un misterio total. Sin embargo, los temores de los campesinos pudieran estar relacionados con un médico alemán que vivió en Galipán durante el pasado siglo y que según cuentan, conservada momificada a toda su familia a medida que morían, pues era un experto embalsamador. Desarrolla experimentos que apuntaban a prolongar la vida después de la muerte.

Al morir el doctor, su ayudante lo momificó y le inyectó el suero 
experimental sobre el cual el alemán trabajaba. Dicen que el viejo doctor volvió a la vida en una especie de estado catatónico. No puede morir, y recorre la montaña en las noches, lamentado su destino.


Tomado del libro: Diccionario de Fantasmas, Misterios y leyendas de Venezuela. Mercedes Franco. Editorial CEC, SA. Los libros de El Nacional. 1era. Edición, 2001. Caracas, Venezuela.


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