Monja de la buena suerte.
Hay un fantasma que la gente en falcón
ansía ver. Se trata de Sor Lérida, la monja de la buena suerte. Según la
tradición, esta monjita vivió en Coro en el siglo XIX. Amaba a los animales y
al ver a un capataz golpeando a un pobre burro con un enorme garrote, Sor
Lérida intervino. No se sabe si fue adrede o por accidente, pero la buena mujer
recibió sobre su cabeza el golpe dirigido al asno y falleció en el acto. Poco tiempo
después, un hacendado la vio, y desde ese día, su hacienda prosperó. Contaban que
todo aquel que la veía obtenía instantáneamente una increíble buena suerte. Desde
entonces los corianos anhelan poder ver algún día a Sor Lérida, la monja de la
buena suerte.
Monstruo del Ávila.
Muchos campesinos aseguran que en el
Ávila existe un monstruo y que sus rugidos pueden escucharse algunas noches. La
causa de esta leyenda es un misterio total. Sin embargo, los temores de los
campesinos pudieran estar relacionados con un médico alemán que vivió en Galipán
durante el pasado siglo y que según cuentan, conservada momificada a toda su
familia a medida que morían, pues era un experto embalsamador. Desarrolla experimentos
que apuntaban a prolongar la vida después de la muerte.
Al morir el doctor, su ayudante lo
momificó y le inyectó el suero
experimental sobre el cual el alemán trabajaba. Dicen
que el viejo doctor volvió a la vida en una especie de estado catatónico. No puede
morir, y recorre la montaña en las noches, lamentado su destino.
Tomado del libro: Diccionario
de Fantasmas, Misterios y leyendas de Venezuela. Mercedes Franco.
Editorial CEC, SA. Los libros de El Nacional. 1era. Edición, 2001. Caracas,
Venezuela.
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