Por Bruno Mateo
Concédeme vida.
Por favor, aún no.
Por favor, aún no.
Por favor, aún no.
No sé qué fue de mí en mi
pasado,
Pasado que, ni recuerdo
haber vivido.
Lo acepto. Siempre lo
acepté.
Desde mis tiernos quince
años con toda la ilusión de vida,
Lo acepté.
Ahora, dependo del fluir
del sonido de la sangre que entra y sale.
Lo acepté.
A veces, el río rojo se
seca y el cuerpo se desmaya.
Lo acepté.
Por favor, aún no.
Por favor, aún no.
Por favor, aún no.
La gente me grita. La
gente me ayuda. La gente me obliga.
Quiero descansar. Quiero
ser normal. Nunca he sabido qué es lo normal.
Postrado en las ruedas que
me llevan y traen, las piernas van más allá.
Sueño con bailar un baile
eterno de luz.
Siempre he tenido un
pequeño fósforo que me ilumina la oscuridad de mi realidad.
No me quejo. Algo pasó que
me tocó este camino lleno de espinas y rocas.
Lo acepté.
Sólo pido una sola cosa,
Por favor, aún no.
Por favor, aún no.
Por favor, aún no.
Mayo, 2020.
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