Personajes de "Oscuro, de noche" de Pablo García Gámez/ Cortesía de El Universal |
Por Bruno Mateo.
@bruno_mateo.
El día domingo 21 de octubre de 2018, en la sala del
Teatro Alberto de Paz y Mateos en la Av. La Colina, prolongación Los Manolos,
Las Palmas en Caracas, actual sede de la Compañía Nacional de Teatro, tuvo lugar
el montaje “Oscuro, de noche” del
venezolano Pablo García Gámez, residenciado en la ciudad de Nueva York y
ganador del premio de dramaturgia
“Apacuana” 2017, a cargo del elenco estable de dicha Compañía Teatral,
bajo la Dirección General y Puesta en Escena de Carlos Arroyo, con Diseño de
Iluminación de David Blanco, escenografía de José Pérez y vestuario de Gabriela
Parisi. Es de acotar que este día fue el
cierre de temporada que duró un mes, sin embargo por la gran afluencia de
público asistente al teatro se extendió un fin de semana.
La Puesta en Escena de Arroyo nos referencia un circo
que metaforiza un aspecto dramático de la vida misma, en donde, en vez de acróbatas,
malabaristas o contorsionistas, nos encontramos con actores y actrices que
presentan sus “números” alrededor de la historia principal. Una anécdota
sencilla, un joven de veinticinco años de edad, que con mucha emoción y
paciencia, reunió dinero para comprar una motocicleta, y que, lamentablemente,
fue asesinado cuando conducía su preciado vehículo. Un verdadero acierto de la
Dirección fue usar todo el espacio visual y sonoro. La ambientación musical
llevada a cabo por Jorge Canelón (hijo)
y Anderson Figueroa es una aliciente es esta densa realidad escénica, el ritmo
de música brasilera y los pequeños coros de famosas piezas de “salsa” o guaracha logran distensar al público
frente a este reflejo del contexto
delincuencial al que nos remite la obra que
junto con la iluminación de David Blanco, la cual nos producía la sensación de
estar frente a una pintura expresionista y que yuxtapuesto con la mamotrética
escenografía de José Pérez muy acorde con el tono circense de la pieza hacen un
conjunto muy teatral. Arroyo logra hilvanar
el texto dramático, no sólo por la
planta de movimientos en sí, sino que también lo hace en el espacio escénico y eso dinamiza a la puesta en escena. El
vestuario de Gabriela Parisi hace una interesante paleta de colores en el
escenario. El blanco en el personaje de "Kenny" y la explosión de matices del "Payaso" equilibran lo oscuro del montaje.
Los actores y actrices caracterizan e interpretan a sus
personajes con una credibilidad teatral muy propia de los profesionales de este
arte. Ellos consiguen la gama de matices de las palabras del texto, el cual
aborda el mismo tópico desde varios
puntos de vista: el asesinato del joven en su motocicleta. Son variaciones
sobre un mismo tema. Es de resaltar las actuaciones de Adriana Bustamante en el
rol de la madre, quien a pesar de lucir bastante joven en el escenario nos
convence de su maternidad. La actriz tiene una proyección de voz y una dicción
rigurosa y la coloratura de su voz es amable a los oídos de la audiencia; la
interpretación de María Brito como la abuela, nos pinta una sonrisa. Su abuela
es una delicia por sus locuras que logra transmitir bondad y compasión por una
vejez tocada por la demencia. El actor Andy Pérez con su payaso un tanto
macabro al estilo de los filmes de Tim Burton está muy bien logrado, Pérez le
imprime su sello personal con esos cambios repentinos de humor que lo reflejaba
en sus gestos y cambios de tonalidades vocales, la expresión corporal, bastante
exigente para la puesta en escena, nos moviliza el montaje. No podemos dejar de
mencionar a la actriz Kala Fuenmayor en su papel de Editora del periódico
quien, a pesar de tener una escena corta, logra dar esa crueldad y frialdad
propia de algunas personas inescrupulosas que laboran el medio periodístico. Por cierto, la escena, en donde la "Editora" es
una domadora y el "Periodista", un león amaestrado es interesante a la vez que graciosamente
patética. Una metáfora que Arroyo da justo con la realidad de esta profesión
cuando se somete a los designios de los Editores. ¡Muy bien hecha!
Los actores y actrices que conforman todo el elenco
de la obra merecen un aplauso de pie ya que consiguen recrear la realidad del
texto de una manera creíble. El elenco de este cierre de temporada está compuesto por: Adriana Bustamente
(Zenobia), Luis Domingo González (Cristóbal), María Brito (La Abuela),
Marxlenin Cipriani (Lucía), Gustavo Rengel (Kenny), Vito Lonardo (El
Testigo/Cuatriboleao), Dora Faría (Testigo/La Bruja), Trino Rojas (Testigo/Mentalista),
Gustavo Meléndez (Señor de la Morgue),
Kala Fuenmayor (Editora), Yordano Marquina (Periodista), Jean Manuel Pérez (Señor de
la Funeraria) y Andy Pérez (El Payaso).
“Oscuro, de noche” es un montaje en
donde se nota un esfuerzo grupal que va desde el dramaturgo hasta los técnicos.
Es reconfortante saber que esta nueva Compañía Nacional de Teatro está
trabajando por hacer un buen teatro en Venezuela y para muestra este botón.
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