martes, 1 de septiembre de 2015

La realidad de un juego en “Titirimeo”

Jennifer Morales y Abilio Torres en el cubo de Rubik de Titirimeo

Por @bruno_mateo

El Grupo de teatro jóvenes actores de Vargas busca su espacio dentro del mañoso y efímero mundo del teatro; esta vez nos presenta en la sala 3 (experimental) del Centro de estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos Celarg la pieza teatral  Titirimeo” de Jan Thomas Mora Rujano, con las actuaciones de Jennifer Morales como Ángela y Abilio Torres como Gabriel, bajo la dirección y puesta en escena de Maigualida Gamero y producción general de Elmer E. Pinto. Un texto que lo puedo insertar en el teatro del absurdo, ya no al estilo de Eugene Ionesco, en donde el énfasis se daba en la incoherencia del discurso verbal, aquí se hace hincapié en la capacidad que tiene el ser humano de destruir su propia felicidad en pos del poder y de tener siempre la razón.

El texto en sí hay que examinarlo distanciándose de las clásicas unidades de acción (introducción-desarrollo-final) porque no las hay; no se pueden distinguir, es un texto que se repite, a la manera de un Uróboros, que afinca la testarudez humana por conseguir el poder a costa de su propia felicidad; la puesta en escena de Gamero, se basa en el eterno juego del cubo mágico (Rubik), en el cual los personajes están inmersos; a primera vista, la poderosa escenografía de Armando Zullo nos detonan el imaginario de un espectador abierto al juego teatral; la iluminación de David Blanco nos regala esos chorros de luz contundentes que nos saca de la realidad diaria; la musicalización de Abilio Torres nos envuelve en un lugar terrorífico que no es más que los intríngulis de las mentes de Ángela y Gabriel (personajes de la pieza).

Las interpretaciones de Morales y Torres, se enmarcan dentro del estilo del teatro físico, muy acordes para el elemento lúdico de la puesta en escena; sus trabajos actorales son enérgicos y se pasean por distintos estados de ánimos y energéticos muy interesantes para el desarrollo de esos personajes en busca de la supremacía del uno sobre el otro. Ambos intérpretes logran mantener las configuraciones de cada una de sus personajes durante toda la acción dramática. Jóvenes actores con mucho talento que se encaminan a su propio lenguaje.

Titirimeo” es una pieza con su propia autarquía que nos posibilita la lectura del poder desde el juego como elemento de lucha entre las personas por sobre cualquier vínculo que los lleve a su propia felicidad. Es una pieza recomendable para ver cómo se está haciendo un nuevo teatro que lee nuestra realidad.

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