Foto:Nota de prensa. De izq. a der. Javier Figuera, Abilio Torres y Ricardo Nortier |
Por Bruno Mateo
@bruno_mateo
¿Cómo
es posible que, aún en estos días del siglo 21, cuando la ciencia y tecnología
han avanzado a niveles impensables como la internet y la clonación, la
humanidad no acepte que dos adultos del mismo sexo puedan amarse y convivir como pareja?
Agreste obra dramática de Newton Moreno
(Recife. Pe, Brasil, 1968) que presenta el grupo Contrajuego a partir del 6 de
septiembre de 2013 en La caja de fósforos en Bello Monte, nos muestra cómo en
un ambiente campesino ubicado al nordeste de Brasil la intolerancia hacia este
tipo de relación llega hasta extremos
macabros como la quema de una mujer porque se descubre en los preparativos
mortuorios de su “marido” que éste no era hombre sino mujer, secreto que ni la
propia viuda sabía y que no comprendía. Pieza en tono narrativo y escenificada con un
estilo ingenuo y denotativo, tres campesinos, entre el sopor que produce el
licor que liban durante su velada y canciones nos van metiendo en la tétrica historia de una relación lésbica,
satanizada por las personas del lugar, pura e inocente para la viuda hasta llegar a un desenlace al estilo de “Las brujas de Salem”.
Es una cruel y delicada denuncia contra la homofobia, en este
caso, la lesbofobia y ¿por qué no a lo incomprendido?
Ricardo
Nortier, Abilio Torres y Javier Figuera dan vida a los tres paisanos narradores
de la historia. Un trabajo preciso y muy buen logrado por los tres. Los actores
imprimen una cadencia tonal que se acompasa con las canciones, algunas cantadas
en portugués y otras en español. La
interpretación de los personajes pasa
por la narración, el clown y el actor.
La dirección de Orlando Arocha logra coloca al
espectador en un limbo entre la narración oral y el teatro. Una puesta casi
estática en cuanto a planta de movimientos, pero llena de dinamismo por la
interpretación y profundidad del texto. La estructura discursiva de la
dramaturgia es progresiva y va diseñando imágenes tan poderosas que crean el
mundo agreste y la opresión de un desenlace sorpresivo y tremendo.
Agreste es una pieza que causa su efecto en
el espectador; un efecto de melancolía y reflexión hacia la injusticia que se
comete contra dos mujeres adultas que fueron
condenadas sólo por amarse y que su historia será cantada para siempre.
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