martes, 18 de junio de 2013

Un enemigo del pueblo



Por Bruno Mateo
@Bruno_Mateo

 

El domingo 16 de junio de 2013 presencié en la sala Cabrujas de Cultura Chacao en el municipio del mismo nombre el montaje  Un enemigo del pueblo” de Henrik Ibsen (1828-1906) dirigida por Jesús Delgado, una producción del Grupo teatral emergente de Caracas (2007). Obra clave en la producción literaria de este dramaturgo noruego y que forma parte de la literatura  clásica de occidente.

He descubierto que las raíces de nuestra vida moral están completamente podridas, que la base de nuestra sociedad está corrompida por la mentira dice uno de los parlamentos del texto en boca del Dr. Stockmann, premisa del texto que relee la cultura del pragmatismo mercantilista surgida desde una perspectiva positivista del progreso económico  que empezó  con la revolución industrial.

La pieza escrita nos abre la posibilidad de identificarnos con una sociedad con la cual hemos convivido desde el momento de nuestro nacimiento: la ambición del dinero colectivo intenta imponerse sobre la honestidad individual. La historia es sencilla, se trata de la denuncia hecha por el Doctor Stockmann acerca de la contaminación del balneario de la ciudad, fuente principal de ingresos económicos de los ciudadanos, protesta que en principio  fue apoyada por toda la sociedad civil, incluyendo los  medios (periodista), sin embargo, en el desarrollo del montaje todo esto cambia por la manipulación del Alcalde, hermano de Stockmann.

La dirección del montaje se enfrenta a un primer reto, la pequeña sala Cabrujas, para un texto que plantea incluso una escena de asamblea popular; Jesús Delgado usó todo el espacio posible, logrando así  un acierto en ello debido a que la percepción de la puesta fue como si estuvieran en un lugar más amplio. No hubo abigarramiento de personas ni de objetos en escena. La música original de Nacho Huett nos simboliza gotas que fluyen por entre las tuberías de la escenografía muy buen conceptualizada por Elvis Chaveinte y Christian Ponte en relación con el ambiente de balneario donde se desenvuelve la anécdota. El vestuario de Joaquín Nández en conjunto con el diseño de maquillaje de Daniel García al estilo de los filmes de Tim Burton ubica a los personajes como entre las cloacas del balneario. Parecen espectros o personas enfermas llenas de microbios. La puesta en escena está bien llevada. La lectura de la pieza de Ibsen hecha por Delgado es rigurosa en cuanto a ejecución y creativa en cuanto a la estética, se convierte de esa manera en un panóptico donde todos los elementos apuntan hacia un solo objetivo.  

De las actuaciones, Antonio Delli como el Dr. Stockman está completamente creíble, en ningún momento desfallece en su interpretación del hombre justiciero. Logra  pasar y nos hace pasar a nosotros el público por todas las emociones y pensamientos de este ciudadano. Es una interpretación portentosa. Digna de un excelente actor.  Muy buen tino por parte de la producción en buscarlo para hacer este personaje. Por otro lado, tenemos a Wilfredo Cisneros, quien representa al Alcalde, hermano del doctor. En su interpretación, al igual que la de Delli, hay una transformación de la realidad. Ese es el teatro. Nos logra sacar de nuestra rutina diaria y nos traslada a otro espacio y crea vasos comunicantes, como diría André Bretón, con el imaginario personal. Una actuación divina. Es fascinante ver lo que hace con los gestos faciales. Para ambos, Antonio Delli y Wilfredo Cisneros, les envío mi reconocimiento. Claudia Nieto con sus grandes ojos expresivos nos conmueve como la Sra. Stockmann. Una mujer que cuida los intereses de su familia y que apoya fehacientemente a su esposo. Nieto,  también con sus gestos, su mirada, sus manos cuando las empuña o cuando acaricia su barriga de embarazada, nos persuade de que allí hay una interpretación. Las actuaciones en este montaje son de detalles. Se trata de organicidad en escena  y aquí se logra en toda su dimensión.

Gracias al Grupo teatral emergente de Caracas, en las personas de Jesús Delgado y Sebastián Torres, por regalar a los caraqueños con "Un enemigo del pueblo" una puesta en escena tan creíble y tan acorde  con la realidad de nuestras sociedades actuales.

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