Por Bruno Mateo
A
esa narración es a la que apunta “La Princesa caprichosa” de la Compañía
experimental teatro ambulante Cometa Cantaura cuyo premisa es la de una
princesa malcriada que se antoja de cualquier cosa y su padre y Corte giran alrededor de sus
peticiones un tanto estrafalarias. Todo esto no los cuenta un niño de
aproximadamente 9 años a manera de un juglar del medioevo.
El
montaje se realizó dentro del II Festival de teatro de Caracas en el Teatro La
Colmenita de la av. Andrés Bello el día sábado 24/02/2013 con un aforo repleto
y guiados amablemente por el personal de Fundarte y de la Jefatura del Gobierno
del Distrito Capital. El trabajo de Cometa usa tres elementos básicos para su
ejecución, la narración oral, el teatro y los títeres. Los tres elementos se
conjugaron sin ninguna dificultad. Lo que hizo que los pequeños se engancharan
con la historia. El ritmo de la pieza es progresivo hasta llegar a buen
término. Los actores son creíbles. Aunque la actriz que interpreta la Doncella
logra ciertos momentos que sobresalen del conjunto actoral. La manipulación de
los títeres fue cuidadosa. Es interesante ver como los grupos de la Provincia
usan el elemento del muñeco en sus montajes como una herramienta teatral,
realidad ajena a la caraqueña. El niño que interpreta al juglar es desenvuelto.
Se nota su buena preparación. En cuanto a la puesta en escena debo decir que
hubo un fallo en la iluminación. En reiteradas ocasiones, los títeres actores
quedaban en penumbras o la luz se encendía cuando no debía hacerlo. Todo es
básico. El espacio vacío de elementos. Se apela al recurso de la persecución,
algo que encanta a los niños.
Me
detengo en la dramaturgia, yo invito a los grupos de teatro para niños que
dejen atrás las historias de Princesas, duendes y dragones y traten de indagar
en la imaginería venezolana, es hora de transmitir la identidad nacional a los
más pequeños. Les aseguro que encontrarán cuentos tan o más ricos que los del
medioevo europeo.
2 comentarios:
Felicitaciones a Cometa de Cantaura. Muy humana, acertada y equilibrada crítica teatral. Saludos Bruno Mateo desde Cantaura.
FELICITACIONES SIEMPRE HACIA ADELANTE ASI! QUE VIVA EL TEATRO!
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