IG: @brunomateoccs
Twitter: @bruno_mateo
Ahora mientras observo,
como siempre, la calle llena de árboles y de gente que transita sin percatarse
de que existo dentro de esta gran mole grisácea chorreada por aguaceros de años
pienso que hubiera pasado si... ¡No sé qué hora es! Aquí nunca se sabe del
tiempo. Atrás de mí se oye a mis compañeros que se levantan con deseos de
golpear a cualquiera. Todos me palmean la espalda con mucho respeto. Me llaman
“El General”. Todo lo que se hace en este lugar pasa por mi aprobación. Un leve
viento roza mi cara. Huele a libertad. ¿Se podrá echar uno pa´trás? ¿Habrá
alguna forma de hacerlo? Creo que me he puesto sentimental. Nadie se debe dar
cuenta de eso. Sería hombre muerto. Hoy llega un muchacho nuevo. Tiene que
pasar por el consentimiento del grupo sino será cadáver en poco tiempo. Y eso
no es fácil. Al final, me haré el duro, pero se convertirá en mi protegido. No
me gusta que le quiten la vida a nadie.
Esto es un ciclo que se repite. Pareciera que fuera una especie de vida
paralela a la normalidad. Afuera la
gente pasa como si este edificio no ocupara un espacio. Ver por esta pequeña
rendija me hace sentir que soy una persona.
Aunque haya desaparecido en mi todo roce social. Aquí hay machos no
hombres y yo ahora soy macho. Se oye un grito de dolor. Seguro que golpearon a
alguien. ¿Cuándo vendrá el chico nuevo? Me contaron que es un pobre chamo que
robó un teléfono celular. Pienso lo que va a sufrir solamente por
quitarle a alguien un aparato hecho por los gringos. Ahora, sé que no
vale la pena. En mi ventana imagino otro mundo distinto a éste. En este
cuadrito de pared que me permite ver el
bello cerro de Caracas. Me sorprende que aún persistan en mí, palabras
bonitas. Creo que uno de mis hombres me
llama. No importa. Todavía tengo un momentico para ver lo que siempre espero
ver antes de entrar en este infierno. Por ahí oigo sus gritos. Me emociono
únicamente con verla. Los chirridos se acercan y yo intento salir por entre los
barrotes. Ahí está. Siempre miro, desde
mi prisión, cruzar a la Guacamaya que
sobrevuela la ciudad.
Caracas,
Venezuela
2011
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