jueves, 23 de julio de 2009

A los que hablan una lengua distinta a la mía

por Bruno Mateo


Los pasos de un ex joven que deambulan por las calles de asfalto y calor,
no persiguen la voluntad ni nada que se le pueda acercar,
¿son caminos hechos o caminos por hacer?
Como el caminar del cangrejo en playa infinita de soledad,
las tenazas del deseo no pueden apresar lo que sus ojos logran percibir
el camino lleno de lamentos,
de dolor de madres, de hijos , de lastimeros aullidos de perros que lanzan sus estertores a una Luna que se resiste a no desaparecer porque la muy buena sabe que después de ella el Sol debe aparecer,
acaso la voluntad de saberse vivos y completos no alcanza para detener las balas que se abren desde la misma voluntad del demonio del poder,

¡Niños y Niñas!
¡Balas y Juegos!
¡Realidad y Fantasía!
¡Maldiciones de la Historia!

Lugares poblados de fantasmas del hueco en gangrena que corroe como gusanos la idea de la armonía de paz,
el espacio de la Guerra en tan delgada franja se expande a todo el aire en gravedad,
no son sólo ellos, los de Palestina que sufren,
no son sólo ellos los judíos que obedecen,
son caprichos vanidosos que serpentean por debajo de la superficie de la humanidad,
hombres que se bañan en los pozos negros de viscosa podredumbre que se esconden debajo del terreno del humano corazón.
Pareciera no haber actitud pietista de ninguna parte,

¡Discursos de figuras espectrales!
¡Discursos de figuras espectrales!
¡Discursos de figuras espectrales!

Reunión de vacuidades que se regodean en los beneficios de la Guerra.

¡Aún no!
¡No, aún no!
¡Aún no!

Hay suficiente tierra baldía para enterrar a los cuerpos,
hay suficiente desierto para acallar las voces de los que piden justicia,
hay suficiente espacio debajo para tenerlos arriba.

Madres de habla distinta a la mía que no logran apaciguar el llanto de sus hijos,
hijos de habla distinta que no logran refugio en brazos de mamá,
hombres con sendas armas que apuntan directo al corazón y si logran silenciar el dolor.

¡Guerra de hombres!
¡Guerra de tierra!
¡Guerra de historia!

Es la Guerra de aquí,
es la Guerra de allá
es la Guerra de cualquier lugar
es la Guerra del dolor.



Caracas, 10 de febrero de 2009
Caracas, Venezuela

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