domingo, 5 de agosto de 2007

La lluvia en Caracas

La lluvia en Caracas no deja de traer un abanico de posibilidades. Buenas y malas. Ayer desde las 3 pm hasta las 7 pm, por lo menos en pleno centro de la ciudad, no paró de llover. La gente corría de un lado a otro. Deseaban esconderse en algún resguardo. Imagínense si países super industrializados como los Estados Unidos de América (cuna de la democracia. ja, ja, ja) sigue contaminando al orbe con sus desechos tóxicos y llenos de bacterias y gérmenes. La capa de ozono no aguanta más. Los gringos se saltaron a "la torera" el tratado de Kioto. No les interesa la humanidad. Ellos dicen ser democráticos y progresistas. A mi más bien me parece su sistema democrático bastante estático, en donde las grandes corporaciones toman el control de todo. Su sistema "democrático" se parece mucho a la forma de Gobierno de la Grecia antigua (s. V a.C) basado en la esclavitud para la producción de su economía. La lluvia es una bendición para los agricultores, pero para los urbanos es un peligro en potencia. Tal vez, dentro de pocos años tendremos ataques de pánico cuando comience a llover porque quizás lo que venga será la lluvia ácida. Los países tecnológicamente avanzados como los europeos y en la nación del vaquero retrógrado de George Bush, repito, no les interesa la humanidad. Tenemos que comprender esto. No intentemos igualarnos a ellos. Hay que ser diferentes. En la pluralidad de los seres humanos está la adaptación de los tiempos. Caracas se bañó de agua, pero luego se enlodo de problemas debido a la cantidad pluviométrica que cayó sobre la ciudad. La lluvia se convierte en aliada y en victimaria para los que viven en situación de riesgo. sus gotas resuenan como el tic tac de algún reloj que avanza hacia la destrucción de comunidades urbanas establecidas en zonas de peligrosidad como lo son la mayoría de los cerros de Caracas, por cierto, producto vergonzoso de las Repúblicas anteriores de adecos y copeyanos. La gente se vino a la ciudad gracias a muchos planes de repoblación como el de Wolfang Larrazabal. Traían a la gente de la provincia como animales de carga para llenar los espacios urbanos, sin embargo, los obviaron en cuanto a salud, educación, cultura, es decir en cuanto a los principios básicos de satisfacción de necesidades humanas. Los cerros se convirtieron en votos y lamentaciones. Lluvia. Lluvia en Caracas, gotas de ilusión para los campos, gotas de dolor y angustias para los ranchos y urbanizaciones de la ciudad.

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