sábado, 4 de agosto de 2007

Conticinio

Hoy me levanté con un pensamiento fijo, pienso la manera cómo viven encerrados en las cárceles los presos y presas de la Sociedad del momento. Muchos hombres y mujeres son privados de su libertad física y peor aún son cercenados de la libertad de alma. ¿Culpables? ¿Inocentes? ¡Desesperados! La planta física de confinamiento de los hombres y mujeres que cometieron faltas contra el sistema debe ser un espacio que atenta contra los valores y sentimientos humanos. En las noches esos seres detenidos liberarán sus dolores y pasiones. Todos los hacemos. Necesitamos purgar los grilletes de la conciencia para evacuarnos de nosotros mismos. Los presos, fantasmas de nuestras vilezas, acomenten contra todo. Las rejas le impiden abrirse a una atmósfera pura y sincera, en su mayoría no creen en cosas que no ven, son materialistas. Ojalá existiese una legión de espectros que gravitaran entre las rejas y paredes sucias de los penales cantando y susurrando a los oídos de los presos que la libertad se aloja en el conticinio de nuestras almas.

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