miércoles, 29 de enero de 2020

Leyendas de la Virgen María.





El pueblo de Venezuela es ferviente devoto de la Virgen María. Como muestra, se pueden infinidad de apariciones de virgen que han dado origen cada una, a un culto diferente.
          
En Margarita se venera a la Virgen del Valle, patrona de los marineros de todos los orientales.  Pero también en esa isla está la Pilanca, la virgen que apareció un día en los Robles, y que adoran los de esta región. En los Llanos y en el Centro se venera a Nuestra Señor de Coromoto, que según la leyenda, se apareció a un indio durante la Colonia. La Divina Pastora es la patrona del estado Lara y en gran parte de los Andes se le rinde tributo. La Virgen de Chiquinquirá, llamada la Chinita, es la reina de los zulianos y últimamente  se han reportado apariciones  de una nueva virgen en la región de Betania, en el centro del país.
            
Capítulo aparte merece la Virgen del Perpetuo Socorro que adorna la catedral de Barcelona, llamada también la Virgen “Correlona”. La primera noticia de ella la tuvieron dos humildes kariña que atravesando un campo vieron la bella imagen sobre las ramas de un árbol. La tomaron y decidieron llevársela al cura de Barcelona, quien la colocó con gran entusiasmo en un altar lateral. Pero al día siguiente la Virgen no estaba allí. Los kariña se habían marchado, y el sacerdote, disgustado, mandó a un mensajero para que los alcanzara y les pidiera la imagen ofreciéndoles dinero. Se suponía que los indios se la habían llevado. El mensajero regresó con los dos kariña, que estaban tan sorprendidos como él. Aseguraron no haberla tomado i saber qué había pasado.
            
Al regresar a su pueblo tuvieron que atravesar el mismo campo, y asombrados, vieron la imagen  en el mismo árbol donde la habían hallado antes. La bajaron de allí y nuevamente se la llevaron al cura, quien la puso otra vez en su lugar, muy aliviado. Los indios comieron allí, descansaron y se marcharon. Pero aún no habían  salido de Barcelona cuando ya la imagen había desaparecido nuevamente.

El cura fue con el capellán, y hasta los monaguillos, tras aquellos kariña. Fueron registrados, abiertas sus alforjas, y revisado todo lo que llevaban. La Virgen del Socorro no estaba allí.
-Esta Virgen parece que es correlona- dijo uno de los indios.
Se dirigieron todos al árbol y allí comprobaron sus sospechas. El cura celebró una misa solemne bajo aquel árbol misterioso  y con gran boato y reverencia, llevaron la imagen de vuelta a la Catedral de Barcelona. Esta vez fue colocada en el lugar de honor, en el Altar Mayor, y se convocó a todos los fieles a misa aquella misma tarde.

La Virgen Correlona no volvió a escapar y desde entonces se le venera en su mismo lugar, en la Catedral de Barcelona.

Tomado del libro: Diccionario de Fantasmas, Misterios y leyendas de Venezuela. Mercedes Franco. Editorial CEC, SA. Los libros de El Nacional. 1era. Edición, 2001. Caracas, Venezuela.



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