El Silbón.
El
Silbón es un personaje muy popular en los llanos de Portuguesa. Se dice que era
un muchacho indómito, hostil y de mal proceder, que en un arrebato de ira se
enfrentó a su padre y lo mató. Por eso fue condenado a vagar por siempre con
los huesos de su padre en un saco. Sus tétricos silbidos se escuchan en la
sabana. Si se oyen cerca es porque está muy lejos. Pero si escuchan lejos hay
que prepararse para correr.
Mula Maneada.
Esta
extraña aparición data del siglo XIX. Es una muía espectral, con las patas
amarradas. Resopla furiosa, lanzando llamaradas por el hocico.
Cuenta
la tradición que una mujer perversa llamada Doña Ramona Esqueda, tenía una mula
entrenada para dar mortales coces. La usaba para castigar a sus esclavos. El
animal se fue volviendo cada vez más peligrosa. Fue preciso “manearla”, es
decir amarrar sus patas para evitar terribles patadas.
Comenzó
la Guerra de Independencia y la hacienda fue quemada. Los animales huyeron,
menos aquella mula, que por estar maneada no pudo escapar.
Concluida
la guerra, comenzó a aparecer en los bosques la mula infernal, aterrorizando a
los pacíficos campesinos que reiniciaban sus siembras devastadas por la larga
lucha.
Tomado del libro: Diccionario
de Fantasmas, Misterios y leyendas de Venezuela. Mercedes Franco.
Editorial CEC, SA. Los libros de El Nacional. 1era. Edición, 2001. Caracas,
Venezuela.
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