martes, 24 de octubre de 2017

¿Qué pasó en el Gatolimpo? (Las bodas de Miau 2) (obra de teatro infantil)

Original de Bruno Mateo
Twitter: @bruno_mateo
IG: @brunomateoccs


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que se le quiera dar a esta obra, incluyendo la reproducción total
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Para el permiso o cualquier información, escribir a:
Bruno Mateo bmateo@gmail.com


Sociedad de autores y compositores de Venezuela Sacven N° 9.070


El que tiene imaginación, con qué  facilidad saca de la nada un mundo.
Gustavo Adolfo Bécquer

Personajes
  • Afrodita: Gata negra muy hermosa. Es la Diosa del amor.
  • Hera: Gata un poco tosca, pero de buen corazón. Es la guerrera del grupo.
  • Atenea: Diosa de la sabiduría. Es una gata analítica y profunda en sus pensamientos.
  • Acuario: Gata gorda. Es la madre sustituta de  Afrodita, Hera y Atenea, quienes son hermanas e hijas de Zeus. Es bondadosa, pero firme al momento de defender a su familia. Ama de llaves del Gatolimpo.
  • Hermes: Dios de las comunicaciones. Es un gato  joven y ágil. Muy hábil con el discurso verbal. Articula bastante rápido. Es hermano de las tres gatas Diosas. Hijo de Zeus. Un poco chismoso.
  • Apolo: Dios de la belleza masculina. Moreno. Tiene un problema de tartamudeo. Es gallardo y caballeroso.
  • Hermafrodita: Un Ser  gatuno  muy hermoso, y extraño. Su apariencia es andrógina porque fue formado por la fusión de los dos sexos: masculino y femenino en un solo cuerpo.
  • Eco: Ser fantástico que fue condenada  a repetir la última frase de lo que oye. Puede ser masculino o femenino.
  • Erinias: (Empiezan llamándose Coéforas) Seres del inframundo que siempre acompañan a Discordia. Su único es objetivo es la venganza. Desean destruir a  Apolo y al Gatolimpo.
  • Discordia: Como su nombre lo dice es una entidad maligna cuya mejor arma es la intriga, el chisme y la discordia, junto con las Erinnias desean destruir al Gatolimpo y a Zeus.
  • Prometeo: Es un ser humano. Lo único que quiere es el conocimiento de los Dioses del Gatolimpo para entregarlo a los habitantes de la tierra.


(En algún lugar de la imaginación, acaso en tiempo desconocido, existía un Reino lleno de dioses gatunos, su nombre era el Gatolimpo, allí, nuestros amigos los gatos eran los amos y señores de todo cuanto acontecía, tanto en su reino como en la tierra habitada por los seres humanos. El Gatolimpo era regido por Zeus, gato de todos los gatos. Él disponía absolutamente de todo. Él podía ser muy  bondadoso,  pero terrible a la vez. Esta historia va de un episodio que sucedió inmediatamente después de la aventura del  joven humano Paris cuando aquellas famosas Bodas de Miau….)

ACTO I
Escena 1
(En un lugar oscuro y sombrío. Se encuentran Discordia y  Coéforas. Están furiosas)
Discordia: (En alta voz) ¡¿Cómo es posible que ese gato viejo de Zeus haya vencido a la gran Discordia?!
Coéfora 1: Todo fue culpa de ese humano
Coéfora 2: Todo fue culpa de Paris
Coéforas: ¡Culpable! ¡Culpable! ¡Culpable!
Discordia: Así es queridos amigos… Fue culpa de Paris… Un humano… Un pobre e infeliz humano logró destruir a la magia de los tiempos inmemoriales… El humano es el culpable.
Coéfora 1: Las hijas de Zeus siempre han querido a los humanos.
Coéfora 2: Afrodita, Hera y  Atenea deben pagar por lo que nos hicieron.
Coéforas: ¡Deben pagar por lo que nos hicieron!.... ¡Deben pagar por lo que nos hicieron!.... ¡Deben pagar por lo que nos hicieron!....
Discordia: ¡Calma! ¡Calma Coéforas! Eso quedó atrás. Ese capítulo de las bodas de Miau quedó para siempre atrás. Llegó el momento de ¡La venganza de la Discordia!
Coéforas: ¡Y de las Erinias!
Discordia: ¡¿Qué?!... ¿Erinias?... ¿Y ustedes no se llaman Coéforas?
Coéfora 1: Ese es nuestro segundo nombre.
Coéfora 2: Erinias es el apellido de nuestros abuelos
Coéfora 1: Viene desde los tiempos de Cronos.
Discordia: ¡Uff! Hace tanto tiempo.
Coéfora 2: El punto es que ahora seremos las Erinias
Coéforas: ¡Las Erinias al ataque!
Discordia: Desde ahora empezaremos todo de nuevo… Nuevo nombre…. Nuevo plan…. Debemos idear algo que le haga mucho daño al Gatolimpo
Erinia 1: (Recuérdese que han cambiado de nombre) Y de las odiosas hijas de Zeus.
Erinia 2: De la arrogante Atenea
Erinia 1: De la ordinaria Hera
Discordia: Y de la pretenciosa Afrodita
Erinias: ¡Sí! … ¡Si! … Hay que  acabar con ellas…. ¡Si!... ¡Si!...
Erinias 1: Pero ¿cómo?
Erinia 2: Tienes razón ¿cómo?
Discordia: ¡Pensemos!
Erinia1: ¡Pensemos!
Erinia 2: ¡Pensemos!
Discordia: ¡Pensemos!.... ¡Pensemos!.... ¡Pensemos!.... ¡Pensemos!.... ¡Pensemos!.... ¡Ah! Ya está.
Erinias: ¡¿Qué?!
Discordia: Recuerdan ¿qué pasó en  las bodas de Miau?
Erinia 1: ¡Sí! Que nos vencieron
Erinia 2: (Ríe) ¡Exactamente! Que nos jo….
Discordia: ¡Shhhh! Deja las groserías
Erinia 1: No pierdas el glamour de la familia Coéforas Erinias
Erinia 2: Lo que pasó nosotros lo sabemos
Erinia 1: ¿Y qué vamos  a hacer?
Discordia: Yo no sé dónde tienen ustedes el cerebro. ¿No recuerdan por qué nos vencieron?
Erinias: (Se acercan) ¡No!
Discordia: ¡Por Zeus! Ustedes no comprenden nada… Las gatitas hijas de Zeus quieren mucho a los humanos.
Erinia 1: ¡Claro! Nos vencieron por el humano…
Erinia 2: ¡Paris!
Discordia: Exactamente queridas Erinias
Erinia 1: ¿Y qué podemos hacer?
Discordia: Estoy pensando en algo que destruirá para siempre al Gatolimpo
Erinia 2: ¿En qué estás pensando?
Discordia: Los humanos son nuestro objetivo
Erinias: ¡Wao!... ¡Wao!... ¡Wao!
Discordia: ¡Cierren las bocas! Y escuchen bien
Erinia 1: Escuchamos
Erinia 2: Somos todos oídos
Discordia: (Ríe) ¿Qué cosa Zeus ama más, aparte de sus odiosas hijas?
Erinia 1: ¡Déjame pensar!
Erinia 2: ¡Pensemos! (pausa)
Erinias: ¡No sé!
Discordia: ¡Por los bigotes de Zeus! ¿Ustedes no tienen un cerebro? ¡Piensen!
Erinia 1: Pero no sabemos qué es
Discordia: ¿Qué guarda con mucho cuidado y celo el gran gato Zeus en la cámara secreta del Gatolimpo?... Es algo que brilla… Es algo que quema… Es algo que necesitan los seres humanos para sobrevivir… A ver… ¿Qué se les ocurre que sea?
Erinia 2: ¡Aahhh! … ya está…
Discordia: ¿Qué es?
Erinia 2: ¡No sé!
Discordia: ¡El fuego!
Erinia 1: ¡El fuego!
Erinia 2: ¡El fuego!
Discordia: ¡Claro! ¡Es el fuego!

(Canción del fuego)

Discordia: (Después de terminar la canción del Fuego) ¡Robaremos el Fuego Sagrado del Gatolimpo
Escena 2

(En el Gatolimpo. Acuario, Hera, afrodita y Atenea hablan tranquilamente)
Acuario: ¡Niñas! Después de lo que ocurrió en el Gatolimpo en esas dichosas Bodas de Miau, supongo que ustedes tomarán las cosas con más calma.
Afrodita: Por supuesto, mi querida Acuario. Todo volvió a la normalidad.
Atenea: Ya nuestro Padre Zeus, el gato de todos los gatos, comprendió que los mortales humanos y nosotros los dioses gatos podemos convivir en perfecta armonía.
Hera: Mis hermanas Afrodita y Atenea han dicho algo con sensatez. Ya nada puede perjudicar la paz del Gatolimpo y la tierra.
Acuario: ¡Ay mi amada Hera! Por las pezuñas de nuestra tatara…tatara…tatara…tatara…tatara…tatara…tatara…tatara…
Las tres. ¿La tatara…qué?
Acuario: Tatarabuela Gea… (Suspiro)… y por los bigotes de su esposo Urano que así sea.
Escena 3
(En otro espacio del Gatolimpo, se encuentran Apolo y Hermes jugando dominó)
Hermes: (Revuelve las “piedras” del dominó) Óigame bien compadre  lo que le voy a decir: ¡Usted y yo somos hermanos! ¿Cierto? …¡Agarra tus siete!
Apolo: (Mientras toma las “piedras” del dominó) ¿A qué…qué…qué viene eso, Hermes?
Hermes: Sólo contesta Apolo, somos  como hermanos ¿sí o no?
Apolo: ¡Si somos hermanos!
Hermes: Ahí está la cuestión…. (Coloca una “piedra” en la mesa”) ¡Tengo la cochina!
Apolo: Empezamos alto… El do…do…do…doble seis. ¿De qué cuestión me hablas?
Hermes: Usted y yo, hermano, debemos hacer las paces. Somos familia
Apolo: Tal vez, tengas razón.
Hermes: ¡Claro que tengo razón!... ¿Pasas?
Apolo: ¡No!... (Pone una pieza)  Así las cosas en el Gato…to…to…to…tolimpo funcionarían mejor. ¡Tú sí pasas!
Hermes: Por supuesto que sí vale…. El viejo Zeus….
Apolo: Más. Más…más….más respeto…Él es el gato de todos los gatos…El Dios de todos los Dioses… Aquí tienes para que bajes ese doble cinco que tienes (coloca una “piedra”)
Hermes: ¡Está bien!...  De esa manera, Zeus, el gato de todos los gatos y Señor del Gatolimpo, estará complacido con Hermes y Apolo. ¿Qué tal?
Apolo: Me parece sen…sen…sensata tu apreciación.
Hermes: ¿Cómo qué sensata? Es lo más chévere que nos pudo haber ocurrido
Apolo: Explícate
Hermes: Me refiero a las bodas de Miau. Eso fue lo que hizo que todos nos diéramos cuenta de que lo mejor es convivir en armonía. Mortales humanos y dioses gatos en sana paz… (Coloca una “piedra” duro en la mesa) ¡Y con esta piedra se trancó el juego!
Apolo: ¡Po…po…positivo!
Hermes: Entonces…choca esa pata ahí (Se saludan. Chocando sus patas)

Escena 4
(En el otro espacio donde están las gatas Diosas  y Acuario. Las gatas se acicalan)
Afrodita: (En voz baja) Yo creo que todo fue gracias a Apolo
Atenea: ¿Por qué dices eso?
Afrodita: Porque ese gato es muy lindo
Atenea: (La mira con picardía) Yo creo que pronto tendremos otras bodas
Acuario: (Interrumpiendo) ¿Qué están ronroneando allí en voz baja?
Afrodita y Atenea: (Se miran) ¡Nada!
Hera: Conozco bien esa mirada
Afrodita: ¿Qué quieres decir odiosa Hera?
Hera: ¡Ay Afrodita! Te conozco bien
Afrodita: ¿Qué quieres decir?
Hera: Tú eres Afrodita la diosa del amor
Afrodita: ¿Y qué pasa? ¿Tienes algún problema con eso?
Atenea: ¡Chica! Deja tus intrigas
Hera: ¡No son intrigas!
Afrodita: Si son intrigas
Atenea: ¡Chismosa!
Hera: ¡Atenea! ¡Respétame!
Afrodita. Hera eres una intrigante
Atenea: ¡Chismosa!
Hera: ¡Chismosa tú!
Atenea: ¡Tú!
Hera: ¡Tú!
Afrodita: Siempre estás intrigando
Hera: ¡Ay si pobrecita! La diosa del amor no sabe de amor
Atenea: Respeta  a nuestra hermana Afrodita (Comienzan a discutir)
Acuario: ¡Niñas!... ¡Niñas!... ¡Niñas! (Siguen discutiendo) (Alza la voz) ¡Niñas! (Silencio) ¿Pueden dejar de discutir aunque sea una sola vez? (Las gatas se miran)
Las tres: ¡No! (Continúan discutiendo) (Entra Zeus, el Gato de todos los Gatos. Su presencia debe ser imponente)
Zeus: ¿Qué es lo que sucede aquí? Sus maullidos se escuchan por todo el Gatolimpo. ¿Por qué no pueden dejar de pelear aunque sea un solo día? Todos los gatos y gatas del Reino se quejan de vuestras insolencias…
Acuario: Yo le puedo explicar su Majestad…
Zeus: ¡Tú!... ¡Tú!... Tú…Acuario… ¿acaso no eres la  responsable de la educación de estas gatas? ¿O piensas que yo  Zeus, el Gato de  todos los Gatos, el Dios del Gatolimpo tiene tiempo para dedicarse a estas niñas? Que lo único que hacen es molestar la quietud de los Dioses.
Afrodita: Pero, papá…
Zeus: ¡Papá nada! O se comportan a la altura de ustedes… o me veré obligado a…
Acuario: ¡No lo diga señor!
Hera: ¿Que  no diga qué?
Atenea. ¡Sí! ¿Que no diga qué?
Acuario: No pasa nada mis lindas gatitas. Son exageraciones de su papá.
Afrodita: Pero, él iba a decir algo… ¿Qué era?
Acuario: ¡No diga nada, por favor!
Zeus: ¡Silencio Acuario! A mi ninguna gata me va a decir lo que debo o no decir.
Hera: Entonces papá ¿lo dices o no?
Zeus. Si no se comportan como unas verdaderas Diosas del Gatolimpo, me veré obligado a enviarlas derechito al inframundo. Se irán con la gata Perséfone y pasarán unas lindas vacaciones de seis meses allá abajo a casa de su tío Hades… ¡He dicho! (Sale Zeus) (Silencio. Se miran fijamente a los ojos)
Escena 5
(En la gruta donde se encuentran Discordia y las Coéforas, llamadas ahora Erinias, escuchan atentas la discusión de Zeus y las gatas por medio de un espejo mágico)

Discordia: Así que mi Dios. El señor gato de los gatos tiene la idea de mandar derechito al Hades a nuestras bellas y consentidas gatitas. ¡Más fiiiino!
Erinia 1: Discordia eso me parece buenísimo. Así tendríamos alejadas a esas gatas entrometidas y nos vengaríamos de Apolo.
Discordia: Es hora de ponernos a trabajar. Pásame el celular. Necesito llamar a alguien en la Tierra de los humanos.
Erinia 2: Yo no tengo saldo.
Erinia 1: Yo sí tengo saldo.
Erinia 2: ¿Cuántos minutos te quedan? Porque de verdad que las tarifas están cada vez más costosas.
Erinia 1: Yo tengo el plan de “malvado público” Te dan 300 minutos a cualquiera operadora y mensajes ilimitados.
Erinia 2: ¿Y cuánto es tu renta mensual?
Discordia: (Furiosa) ¿Ustedes pueden dejar de hablar tantas tonterías y pasarme el celular?
Erinia 2: Bueno, pero no te pongas brava.
Discordia: (Le arranca el celular de las manos) ¡Dame!
Erinia 1: ¿Y a quién vas a llamar?
Discordia: A un amigo
Erinia 2: ¿Y cuál es el nombre de tu amigo?
Discordia: ¡Esquilo!
Las dos Erinias: ¡Nooo!
Discordia: ¡Siii!
Erinia 1: ¿Y qué le vas a decir?
Discordia: (Hace un gesto a las Erinias para que hagan silencio) ¿Operadora? Usted sería tan amable de comunicarme con el señor Esquilo… ¿perdón?... ¿su apellido?... ¡Ay! En realidad no lo sé. Él es escritor. Muy famoso por allá… ¡Ah! ¿Lo conoce?... ¿Quién no conoce a mi amigo personal el gran Esquilo?... Por favor, ¿me pueden comunicar con él?... Yo espero… y gracias.
Erinia 2: ¿Te lo comunicó?
Discordia: ¡Claro! Ustedes saben que Discordia, o sea yo, soy genial
Erinia 1: ¿Para qué quieres a ese tal Esquilo?
Discordia: (Hace un gesto para se callen) ¡Shss! ¡Silencio!... ¡No! ¡No! ¡No! No es con Usted, señor Esquilo. Lo llamo para preguntarle por su amigo Prometeo. Tengo entendido que son muy amigos. ¿Qué?... ¿Para qué lo quiero?... ¡Bueno!... Para hacerle un regalo… Yo lo admiro mucho y por eso quiero hacerle un presente…. ¡Ay! Gracias es usted muy amable. Ya busco algo donde anotar su dirección (A las Erinias) ¡Rápido! ¡Un lápiz y un papel! (Las Erinias obedecen) ¡Rápido! (Chocan entre ellos) ¡Por los bigotes de Zeus! ¿No pueden hacer nada bien? (A Esquilo quien está en el teléfono) Un momento señor. No consigo ninguno. No se retire… ¿No oye?...Que no consigo ninguno… ¡Ah! Como no escuchaba, grité un poquitico…Un poquitico nada más… ¡Un momento! Ya anoto el número (Le grita a las Erinias) ¡Allá! (Sonríe) Hay un lápiz y papel (Se lo alcanzan) Señor Esquilo ¿me puede dar su dirección? La dirección de mi amigo Prometeo.
Escena 6
(Acuario y Zeus en algún lugar de palacio en Gatolimpo)
Acuario: Pero entienda mi señor. Ellas aún son muy jóvenes y les falta madurez. No haga eso.
Zeus: ¿Jóvenes?... ¿Jóvenes?... ¡Eso no es excusa!...Además ya tienen más de quinientos años
Acuario: ¡Trescientos!, señor
Zeus: ¿Qué?
Acuario: Que sus hijas tienen trescientos años
Zeus: ¡Acuario!  A mí no me importa. Lo que me interesa es que mis hijas se comporten como unas verdaderas diosas del Gatolimpo, ¿me entiendes?
Acuario: (En voz baja) Si
Zeus: ¡¿Qué?!... No te oigo
Acuario: Si
Zeus: ¡Más alto!
Acuario: Si
Zeus: No oigo
Acuario: si
Zeus: No oigo
Acuario: (Grita) ¡¡¡Sí!!!
Zeus: Pero no es para que me rompas los oídos
Acuario: Disculpe, Dios Zeus.
(Entran volando hojas de árboles y gravitan alrededor de Zeus. Una melodiosa música suena como si le anunciarán algo)
Zeus: Díganme mensajeras. ¿Qué las trae por aquí?
Acuario: ¡Bienvenidas sean!
(Las hojas contestan)
Zeus: ¿Quién será el que quiere ver a Zeus, el gato de todos los gatos?
Acuario: Y señor y dueño de todo el reino del Gatolimpo.
(Las hojas contestan)
Zeus: ¡Enseguida iré! Dígale a ese que me espere en la salita  (Las hojas contestan y salen)
Acuario: ¿Quién es?
Zeus: ¡Prometeo!
Acuario: ¿Prometeo? ¿Aquí en Palacio? Y ¿qué desea hablar con Usted, señor?
Zeus: Eso justamente es lo que quiero saber... ¿Dónde está mi rayo?
Acuario: En su habitación.
Zeus: ¡Rayo!... ¡Rayo!... Ven inmediatamente (Aparece el rayo con sonidos de trueno y cae directamente a las manos de Zeus)
Acuario: ¿Y por qué se lleva el rayo y los truenos, mi señor?
Zeus: Porque se trata de Prometeo (Sale) (Acuario queda pensativa
Escena 7
(Afrodita, Atenea y Hera conversan)
Atenea: No entiendo por qué se pone así.
Hera: Tal vez, hay algún problema en el Gatolimpo.
Atenea: Pero, ¿Qué puede ser?
Hera: No sé, pero creo que es por la visita de Prometo al Gatolimpo hace algunos días.
Afrodita: ¿Y qué tiene que ver Prometeo? Él es muy dulce y además quiere a los humanos como nosotras.
Hera: ¡Precisamente!
Atenea: No entiendo.
Hera: ¡Por los bigotes de nuestros ancestros!... ¿Ustedes no piensan?
Atenea: ¡Ah, no! Sin insultos
Hera: Les pregunto: ¿nuestro papá les gusta los humanos?
Afrodita: (Pensando) En realidad… ¡No!
Atenea: Aunque después de las bodas de Miau, nuestro papá Zeus los aceptó un poco.
Hera: Pero no tanto. (Se escuchan gritos desde otra habitación. Son gritos entre Prometeo y Zeus)
Afrodita: ¿Qué es eso?
Atenea: Es la voz de papá
Hera: Y Prometeo.
Afrodita: Entonces es verdad lo que dice Hera.
Hera: (Satisfecha) ¡Se los dije!
Atenea: Y qué será lo que sucede entre ellos.
Afrodita: Me muero por saber qué sucede
Atenea: Debemos saberlo
Hera: Yo creo saber quién puede ayudarnos a averiguar lo que sucede entre Zeus, el Gato de todos los Gatos del Gatolimpo y el caballero Prometeo.
Ambas: ¿Cómo?
Hera: Acompáñenme a visitar a Hermafrodita y a su inseparable amiga Eco. (Afrodita y Atenea se miran)
Escena 8
(En el salón donde jugaban dominó Hermes y Apolo. Sigue la pelea entre Zeus y Prometeo)
Hermes: ¡Hermano! Usted no gana una (Guardando las piezas de dominó)
Apolo: ¡Shhh!
Hermes: ¡Ah, bueno! ¿No te gusta perder verdad?
Apolo: No es eso cha..cha…cha…chamo. ¿No escuchas a Zeus peleando con alguien?
Hermes: (Para el rabo y las orejas) ¡Sí! Ese es Zeus.
Apolo: Será Zeus, ¿verdad?
Hermes: ¡Claro! Esos maullidos son inconfundibles
Apolo: ¿Y con...con…con….con  quién discute? (Entra presurosa Acuario)
Acuario: ¡Muchachos!... ¡Muchachos!...Tienen que venir… ¡Rápido!
Hermes: Pero, ¿Qué te pasa, Acuario?
Acuario: Tu padre Hermes…es tu padre.
Apolo: ¿Le…le…le….le  pasó algo a Zeus?
Hermes: ¿Qué le pasó a mi papá?
Acuario: ¡Nada! Está peleándose con Prometeo.
Apolo y Hermes: ¡¿Prometeo?!
Acuario: El mismo que viste y calza. Deben detener esa pelea. Zeus tiene su rayo.
Hermes: La cosa es grave entonces.
Apolo: ¡Vente conmigo Hermes! Y tú Acua…cua…cua…cuario anda donde Afrodita y sus hermanas para que no se metan en el asunto.
Hermes: ¡Vamos Apolo! Antes de que sea demasiado tarde. (Salen. Queda Acuario maullando)
Escena 9
(Discordia y las Erinias miran a través de su espejo)
Discordia: (A las Erinias) ¿Vieron qué fácil es enfurecer a los Dioses del Gatolimpo? Ahora, lo que falta por hacer es que Prometeo robe el fuego y se los entregue a sus queridísimos mortales y poco inteligentes humanos. De seguro que Zeus, por su arrogancia, le prohibirá a Prometeo que suba de nuevo al Gatolimpo y todo será un desastre.
Erinia 1: ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!
Erina 2: ¿Y qué haremos para vengarnos de Apolo?
Discordia: Eso queridos amigos se los diré más tarde.
Escena 10
(En alguna parte  del bosque del Gatolimpo, se encuentra  Hermafrodita, un Ser  gatuno  muy hermoso, y extraño. Su apariencia es andrógina porque fue formado por la fusión de los dos sexos en un solo cuerpo. Hermafrodita está acompañado de un ser fantástico de nombre Eco quien fue condenada a repetir la última frase de lo que oye. Ambos cantan)
Canción de Hermafrodita y Eco
(Entran al lugar las tres hermanas: Afrodita, Hera y Atenea)
Afrodita: Nunca había visto un lugar tan hermoso en todo el Gatolimpo como la casa de nuestra amiga
Hera: Su voz es maravillosa.
Atenea. Todo es calma y paz.
Hermafrodita: ¡Saludos a las hijas del poderoso Zeus! Muchas gracias por venir a visitarme.
Afrodita: Es un placer estar contigo amiga.
Hermafrodita: A veces me siento tan sola de estar aquí todo el día sentada junto al río, sin poder alejarme de este lugar.
Eco: ¡Lugar!... ¡Lugar!... ¡Lugar!
Hera: Por ahí anda Eco
Hermafrodita: Justo ahora terminaba de hacer  el néctar ¿Quieren un poco?
Atenea: ¡Yo sí quiero! Dame un poco. (Hermafrodita sirve la infusión de néctar)
Afrodita: A mí no me parece tan malo estar aquí. En algunas ocasiones quisiera estar sola.
Hera: Afrodita tiene razón.
Eco: ¡on!..¡on!..¡on!
Hera: Ahí está la fastidiosa
Eco: ¡osa!..¡osa!..¡osa!
Hermafrodita: No le hagan caso y ya está.
Hera: ¿Cómo aguantas a esa impertinente de Eco?
Eco: eco…eco…eco
Hermafrodita: Ella es mi compañía. La gente se asusta al verme; no pueden comprender cómo soy en realidad. Y mi amiga es la única que me acepta a pesar de mi naturaleza.
Atenea: A veces los Dioses somos tan humanos.
Hera: O los humanos son tan Dioses.
Afrodita: Lo importante es que nosotras sabemos que tú eres alguien muy especial.
Hermafrodita: ¿Y qué las ha traído a mi hogar? Además de su agradable compañía, claro está.
Atenea: Queremos un favor tuyo y de Eco.
Eco. ¡Eco!... ¡Eco!... ¡Eco!
(Hermafrodita las ve, al mismo tiempo que se levanta y deja ver su cuerpo andrógino: delicado y fuerte a la vez)
Afrodita: No es nada del otro mundo.
Hermafrodita: Ustedes dirán sus majestades gatunas.
Atenea: Nosotras queremos mucho a los humanos.
Hera: Eso no es secreto para nadie  en el Gatolimpo.
Eco: limpio…limpio…limpio
Hera: ¿Estás sorda? ¡Dije! Gatolimpo… ¡No, limpio!
Eco: ¡Limpo!... ¡Limpo!... ¡Limpo!
Hera: Así está mejor.
Hermafrodita. (En secreto) Eco está un poco sorda por lo vieja que está. Ya casi ni vuela.
Eco: ¡Tu abuela!... ¡buela!... ¡buela!
Afrodita: El asunto es que queremos  que no sigan existiendo peleas entre humanos y Dioses.
Hera: Es verdad, todos somos iguales. Dioses y humanos somos iguales.
Hermafrodita: ¿Tú dices? … Porque yo no soy exactamente igual que todos. Más bien huyen de mí por mi físico.
Atenea: Tú eres diferente. Afrodita es diferente. Hera es diferente y yo…
Eco: ¡Yo!... ¡Yo!... ¡Yo!
Atenea. Tú también Eco eres distinta en el físico, inteligencia…
Afrodita: Sentimientos
Hera: Fuerza y valor
Atenea: Pero somos iguales en la importancia que tenemos cada uno de nosotros en la vida.
Hermafrodita: O sea, que yo soy importante.
Afrodita: (La abraza) ¡Claro que sí!
Atenea: Por eso hay que hacer las paces con los mortales.
Hermafrodita: ¿Cómo puedo ayudarlas?
Hera: Queremos que tú y Eco
Eco: ¡Eco!... ¡Eco!... ¡Eco!
Hera: ¡Sí, vale! ¡Tú misma eres!
Afrodita: Que las dos vayan a hablar con nuestro papá Zeus.
Hermafrodita: ¿Dónde Zeus?
Hera: Eco se esconde
Afrodita: ¿Por qué no puedes ir donde papá?
Hermafrodita: Si fue Zeus quien me encerró aquí.
Hera: Pero eso fue hace tiempo, tal vez olvidó todo aquello
Afrodita: ¡Por fa…! Anda para el Gatolimpo
Atenea: Y le preguntas ¿para qué sirve el rayo que tiene?
Hera: Y Eco nos repite lo que dice papi.
Hermafrodita: ¡Chamas! ¿Eso no es peligroso?
Las tres: (Se miran con picardía y responden al unísono) ¡No, vale!
Acto II
Escena 1.
(En la sala principal del Gatolimpo, se encuentran Zeus, Apolo, Hermes, Acuario,Hera, Atenea y Afrodita. Zeus maúlla fuerte. Se oye en todo el Palacio)
Zeus: ¡No puede ser!... ¡No puede ser!....Es que… ¡No puede ser!
Acuario: Por favor, Señor cálmese.
Zeus: ¡No me calmo nada! ¿No ves lo que significa esto para el Gatolimpo?
Apolo: Con su permiso Señor, pe… pe… pe… pero,  ¿nadie vio nada?
Afrodita: ¡No querido Apolo! Nadie vio nada
Hermes: Pero, ¿Cómo pudo pasar aquí, frente a nuestras propios bigotes?
Hera: Los ladrones han mejorado su técnica.
Atenea. ¡Vamos a pensar! (Todos se paralizan) ¿Revisaron todo el Gatolimpo?
Acuario: Si, mi niña.
Apolo: ¿No dejaron huellas en el cuarto secreto?
Acuario: No dejaron.
Hermes: Entonces, ¿Cómo pudieron llevarse el fuego?
Zeus: De seguro fue un humano.
Afrodita: ¡Ay, papa! ¿Ya vas a empezar?  Siempre la culpa es de los mortales.
Atenea: Papá, tú sabes que ningún humano puede entrar en el cuarto secreto del fuego.
Hera: Sea quien sea…Yo lo voy a agarrar y le voy a arañar toda la cara.
Apolo. Yo voy a buscar mi arco.
Afrodita: Con violencia no se arregla nada.
Acuario: Además, ¿a quién van a golpear? Si no sabemos quién fue.
Hera: ¡Eso sí, Acuario!
Afrodita: ¿Quién se habrá llevado el fuego?
Hermes: Y peor aún, en manos de quién estará.
Atenea: Papá y ¿para qué sirve el fuego?
Zeus: (Enfático) Eso no lo puedes saber ninguna de Ustedes.
Afrodita: y ¿Por qué no se puede saber?
Acuario: Por favor, niñas, eso es cosa de gatos no de gatas.
Hera: Eso es discriminación.
Zeus: Ustedes no están lo suficientemente preparadas para encargarse de algo tan importante.
Atenea: ¡No es justo! ¡Queremos conocer la verdad sobre el Fuego Sagrado del Gatolimpo!
Zeus: ¡Eso! ¡Jamás! Lo único que sé es que lo voy a encontrar y cuando descubra quién lo robó…Sabrá de todo el poder de Zeus.
Apolo: Se… se… se… seguro  que fue un humano
Afrodita: Ningún humano pudo ser. No pueden entrar al cuarto secreto del fuego.
Hermes: ¡Es cierto!... ¡Escuchen! (Todos se paralizan) Lo que dice mi hermana Afrodita es cierto. Ningún mortal puede entrar, ¿verdad?
Todos: ¡Sí!
Hermes: ¿Quiénes pueden entrar al cuarto secreto del fuego? (Todos se miran. Hay un silencio. Hay tensión en el grupo).
Acuario: (Tímidamente) Nosotros.
Hermes: (Salta) ¡He ahí el punto!
Zeus: ¿Qué estás insinuando, Hermes?
Hera: Habla, pana, nos tienes locos con eso.
Hermes: ¿No lo ven? (Todos se miran) El que robó el fuego tuvo que ser uno de nosotros porque sólo se permite la entrada a los seres divinos del Gatolimpo.
Acuario: ¡Miauuu! O sea que…
Todos: ¡Síiiii!
Acuario: ¡Noooo!
Hermes: El ladrón está aquí.
Escena 2.
(Hermafrodita tapada con un sobretodo espera por la llegada de las tres gatas. Se encuentra un poco temerosa. Ve llegar a las Diosas)
Hermafrodita: (Las toma de las manos) ¡Por fin llegaron! Estaba tan ansiosa por contarles lo que descubrí sobre el fuego.
(En otra escena paralela. Zeus, el Gato de todos los Gatos habla con Acuario, sin percatarse que Eco escucha atenta la conversación)
Zeus: Acuario, ya está decidido. Esas niñas se van con su tío Hades por un tiempo.
Acuario: Pero, señor, no es por contradecir su acertada decisión, pero no será mejor que a sus hijas se les castigue de otra manera.
Zeus: ¡No! Afrodita, Hera y Atenea parten mañana al inframundo a casa de su tío. (Sale y Acuario atrás)
Acuario: Señor, allá abajo hace mucho calor y además ellas….
(Se retoma la escena anterior)
Atenea: Y ¿qué fue exactamente lo que descubriste?
Hera: ¿Hay que golpear a alguien?
Afrodita: Hera, no seas agresiva. Todo se puede solucionar con un poquito de amor.
Atenea: ¡Hagan silencio! Escuchemos lo que nuestra amiga Herma nos va a contar.
Hermafrodita: El Sagrado Fuego del Gatolimpo contiene toda la sabiduría de la historia conocida.
Hera: Y eso ¿qué significa?
Atenea: Significa que el que tenga el fuego tiene el poder del conocimiento.
Hera: ¿Y es malo eso?
Atenea: Si cae en manos equivocadas puede destruir todo.
Afrodita: Pero si cae en buenas manos: los Dioses y los humanos seremos iguales para siempre.
Todas: ¡Nooooo! (En ese instante se oye  a Eco)
Eco: ¡Zeus!... ¡Zeus!... ¡Zeus!
Hera: Zeus… ¿qué?
Eco: Tío… tío… tío
Atenea: (Al hermafrodita) Herma ¿Qué quiere decir?
Hermafrodita: Déjenme hablar con ella.
(Se aparta con Eco y empieza un diálogo imposible de entender)
Hermafrodita: ¿blablablá?
Eco: blablablá
Hermafrodita: blablablaaaaaa
Eco: ¡Bla, bla!
(Se acerca a las chicas)
Hera: ¿Qué dijo?
Hermafrodita: Dijo: blablablabla´. (Las tres se miran)
Atenea: No entendemos lo que dices.
Hermafrodita: (Apenada) Disculpen, pero pensé que hablaba en español.
Afrodita: ¿Qué te dijo?
Hermafrodita: Que su Padre Zeus las enviará mañana al inframundo a casa de su tío Hades.
Atenea: No puede ser.
Hera: Hay que hacer algo, pero ya.
Afrodita: No nos queda de otra.
Atenea: ¿En qué piensas?
Afrodita: Hay que huir al mundo de los humanos
Hermafrodita: Pero es peligroso.
Hera: Herma, no puedes decir nada
Hermafrodita: Nunca traicionaría a mis amigas.
Atenea: Entonces nos vamos a  la Tierra
Afrodita. De mis queridos seres humanos.
Hermafrodita: Por favor, cuídense por allá
(Las tres la ven).
Las tres: ¡Lo haremos!
Escena 3
(Se encuentran reunidos Prometeo, Discordia y las Erinias)
Prometeo: (A Discordia) Creo que debimos pedírselo a Zeus. (Les muestra el fuego)
Discordia: ¿Crees que él te lo hubiera dado?
Prometeo: No.
Erinia1: Además, amigo Prometeo, no es justo que los Dioses gatunos sean los únicos que gocen de ese poder.
Prometeo: ¡Sí! Pero…
Erinia 2: Pero… ¡Nada!
Discordia: Lo que tienes que hacer es asegurarte de que nadie del Gatolimpo encuentre el fuego.
Prometeo: ¿Se lo doy a los humanos?
Erinias: ¡No! Por nada del mundo se los debes dar.
Prometeo: ¿Y entonces para que lo agarré del cuarto secreto? ¿Acaso no robé el fuego para dárselos a los humanos?
Discordia: (En tono conciliador) ¡Sí querido! ¿Te puedo llamar Prometeito? Lo que sucede es que aún los mortales no están preparados para recibir tanta luz, ¿me expliqué?
Prometeo: ¿Y cuándo será eso?
Erinia 1: Déjalo en manos en manos de Discordia.
Erinia 2: Ella es buena y sabe lo que hace (Mientras tanto Discordia le ha puesto a un vaso de jugo de mango una gotitas)
Prometeo: Creo que los Dioses del Gatolimpo se molestarán.
Discordia: (Le da el vaso) ¡Vamos! ¡Tómate este juguito de mango! Para que te calmes.
Erinia 1: El mango me hace recordar a ese Apolo
Erinia 2: Y a Las bodas de Miau.
Discordia: ¿Te gusta? (Prometeo asiente con la cabeza) Tómalo todo (Al ratico Prometeo se desmaya)
Erinia 1: ¿Qué le pasó?
Discordia: Le puse algo en el jugo para que se durmiera.
Erinia 2: Por eso, hay que hacerles caso a las mamás cuando te dicen que no tomes ni comas nada que te regale alguien que no conozcas.
Discordia: ¡Así es! Nunca se debe hacer.
Erinia 1: ¿Y qué hacemos con él?
Escena 4
(En algún lugar de la Tierra de los humanos, se encuentran Hermes y Discordia)
Hermes: ¿Qué querías hablarme, Discordia?
Discordia: Me enteré de buena fuente que alguien se había robado el fuego del Gatolimpo
Hermes: ¿Quién te lo dijo?
Discordia: Tú sabes que no se puede revelar la fuente.
Hermes: ¡Si, es cierto! ¿Y qué tiene que ver esto contigo?
Discordia. ¡Mucho!
Hermes: Si es otro de tus jueguitos…
Discordia: Entonces si no quieres saber quién se robó el fuego me voy. (Intenta irse, pero Hermes la detiene)
Hermes: ¡Está bien! Escucho lo que dices.
Discordia: (Silencio) El que se llevó el fuego del cuarto secreto del Gatolimpo fue… ¡Apolo!
Hermes: ¡¿Apolo?!
Discordia: Exactamente, el gato más bello y honrado del Gatolimpo los ha traicionado.
Hermes: (Dudando) ¿Y cómo sé que  lo que me dices no es una mentira tuya?
Discordia: Querido Hermes, si quieres saber si lo que te digo es verdad o mentira, lo único que tienes que hacer es revisar la habitación de Apolo y allí encontrarás lo que los Dioses gatunos han guardado por tantos años: el preciado fuego de la sabiduría.
Hermes: ¡Lo haré! (Sale y entra rápidamente) Pero si todo esto es una trampa tuya me las pagarás,  Discordia. Juro que los Dioses del Gatolimpo no tendremos compasión contigo (Sale)
(Saca un teléfono celular y teclea un número. En un lugar del espacio está Discordia y en otro lado están las Erinias respondiendo la llamada de Discordia)
Erinia 1: ¡Aló! Aquí Erinnia Coéfora tataranieta del Dios Cronos, ¿En qué puedo servirle?
Discordia: ¡Déjate de pendejadas! Y dime si hicieron lo que les dije.
Erinia 2: (Quien le ha quitado el teléfono a su hermana) Tal cual como Usted nos dijo, entramos a la habitación de Apolo, sin que nadie nos viera, y pusimos allí el fuego.
Discordia: ¡Por fin ¡ Nuestra venganza será un éxito!
Erinias: Al fin nuestros malignos antepasados estarán orgullosos de nosotras.
Discordia: El triunfo es de Discordia
Canción de la Discordia.
Escena 5
(Zeus junto a Acuario y las tres hermanas: Afrodita, Hera, Atenea y Hermes se encuentran con Apolo. El gato Apolo es apresado)
Zeus: Nunca pensé que tú, Apolo, uno de los Dioses más querido por mí,  hayas sido capaz de traicionarme de esa manera.
Apolo: ¡Juro por mis pezu…zu…zu..zuñas que no sé de qué me acusan!
Afrodita: Escucha lo que él dice, papá.
Zeus: (A Hermes) ¡Trae el fuego sagrado del Gatolimpo! (Hermes sale y lo trae)
Apolo: ¡El fu… fu… fu…. Fuego de la sabiduría! ¿Cómo lo encontraron?
Hermes: Yo lo encontré, ex hermano.
Apolo: ¿Dónde?... ¿Quién lo tenía?
Hermes: No te hagas como él que no sabes… Lo conseguí en tu habitación.
Apolo: ¡¿Qué… qué… qué… qué  dices gato mentiroso?!
Zeus: ¿Lo niegas?
Acuario. Tal vez, aquí haya una equivocación Señor.
Afrodita. Sí papá.
Atenea. Pensemos sensatamente antes de que tomes alguna decisión.
Hera: Papá, averigüemos antes por favor. Apolo no me cae mucho, él es pedante, arrogante, antipático, creído…
Atenea: No ayudes tanto Hera.
Hera: Pero ladrón… ¡Jamás!
Zeus: ¡Silencio!... ¡Silencio todo el mundo! Mi hijo Hermes (Lo abraza) descubrió el misterio de quién se robó el fuego del Gatolimpo. (Señala a Apolo) ¡Él es el ladrón!
Todos: ¡No!
Zeus: Por lo tanto debe ser castigado con todo el peso de la Ley gatuna.
Afrodita: ¡Papá! (Las 2 hermanas y Acuario la abrazan)
Zeus: (A Apolo) Yo, Zeus, Gato de todos los Gatos, Dios del Gatolimpo, te condeno a estar de por vida en el Hades….
Todos: ¡No!
Zeus: Además de que se te retiran todos tus poderes divinos.
Afrodita: (Llorando) Él no hizo nada…Yo lo sé.
Hermes: Afrodita, yo mismo conseguí el fuego en su habitación.
Zeus: He dicho y así ha de cumplirse. (Sale Zeus con Hermes, se llevan a Apolo)
Acuario: ¡Pobre gatico! ¿Cómo ha de sobrevivir en ese sitio tan horrible como el Hades donde sólo van las almas condenadas?
Afrodita: ¡No lo sé, Acuario! ¡No lo sé!
Hera: Pero eso no es justo, hay que descubrir qué fue lo que realmente sucedió.
Atenea: Hera tiene razón. Conseguiremos la verdad de todo este asunto.

Escena 6
(Hermes está sentado frente al micrófono de la estación de radio. Hay música en el ambiente.  Se escucha en off: “Interrumpimos nuestra habitual programación para dar una noticia muy importante”)
Hermes: Radio Gatuna informa que fue descubierto el ladrón del Fuego Sagrado del Gatolimpo. ¡Sí! ¡Así como lo oyen, mis queridos gatitos y gatitas! ¡Ya fue descubierto el ladrón! Hace aproximadamente diez minutos obtuvimos la primicia en boca del mismo Zeus, Dios de todos los Dioses, quien  informó que el “choro” fue llevado al Hades donde pagará una condena de cadena perpetua, pero dejemos que sea su propia voz que nos lo diga, tal cual, lo recogió nuestra corresponsal en Palacio: “Queridos habitantes del Gatolimpo, debo decirles que el fuego sagrado del Gatolimpo fue recuperado y capturamos al gato bandido que lo robó. Estoy muy decepcionado” Esa declaración la hizo Zeus, el Gato de todos los Gatos, durante  una reunión, pero eso no es todo, lo que más afectó a nuestro monarca es que el ladrón no fue otro sino Apolo… ¿Escucharon bien?...A…po…lo… El gato más brillante, valiente y honesto fue rebajado a un simple “garra suelta”…Ahora sigan con la programación que les tiene Radio Gatuna y  el nuevo éxito de Ricky Gato:”La Gata loca”
Escena 7
(En Gatolimpo. Zeus, Acuario conversan con Discordia)
Discordia: Queridísimo Zeus, recién me entero de la noticia de Apolo. Todos los periódicos, la radio, la televisión y hasta en el internet  no dejan de repetir el acontecimiento.
Acuario: Como siempre, los periodistas haciendo de jueces.
Zeus: ¿Qué te puedo decir Discordia? Apolo, mi preferido me ha traicionado.
Discordia: Esas cosas suceden. Vine hasta aquí para ofrecer mi apoyo (Acuario la mira extraña) Aunque hayan algunas gatas que no me crean.
Zeus: No quise ser tan duro con Apolo, pero no me dejó otro camino.
Discordia: ¿Esto quiere decir que Prometeo nada tiene que ver con el asunto?
Zeus: ¡Así es!
Discordia: Y eso que hace poco discutió fuertemente con Usted porque quería darle  el fuego sagrado a los humanos (Acuario se queda pensativa y sale)
Acuario: ¿Y cómo sabes tú todo lo que pasó en Palacio con Prometeo?
Discordia: (Nerviosa) ¡Bueno!... No sé… Lo supuse
Acuario: Con su permiso Señor y… ¡Señora!...Debo atender algunas cositas. Me retiro.
Discordia. Por mí, no hay problema… (Sarcástica  a Acuario)  ¡amiguis!

Escena 8
(Acuario rápidamente entra en la habitación de las tres hermanas)
Acuario: (Casi sin aire) ¡Fue ella!... ¡Fue ella!
Hera: ¿Qué pasa, Acuario? ¿Por qué vienes así?
Acuario. No fue  Apolo… ¡Fue ella!... ¡Fue ella!
Atenea: ¡A ver! ¡Siéntate! Ahora dinos con calma a qué te refieres.
Acuario: En el otro cuarto está Discordia hablando con su papá.
Hera: ¿Qué hace ella aquí?
Acuario: No sé. Pero ella nombró a Prometeo.
Afrodita: ¿Y qué pasa con eso, querida Acuario?
Acuario: ¿No lo ven? ¿Cómo sabe Discordia que Prometeo discutió con su padre Zeus?
Atenea: ¡Es verdad! La única manera que  lo supiera es que ella hubiera planeado ese encuentro.
Hera: ¡Esa bicha!
Afrodita: ¡Lo sabía! Mi Apolo no era culpable.
Atenea: Tendremos que bajar a la Tierra y buscar a Prometeo. Es el único que puede decirnos, realmente, lo que sucedió.
Hera: Además, hay que escapar. Recuerden lo que nos dijeron Herma y Eco.
Acuario: ¿A qué se refieren?
Afrodita: Nada, Acuario. Esa gata gafa que no sabe lo que dice.
Acuario: ¡Está bien!... ¿Por qué no siguen a Discordia sin que ella se dé cuenta?
Atenea: ¡Excelente idea, Acuario!
Hera: Ahora mismo bajaremos a la Tierra de los mortales para descubrir todo este rollo.
Escena 9
(Esta escena se trata del juego del “gato y el ratón”. Discordia camina y se detiene porque siente que alguien la sigue; las gatas se esconden y así sucesivamente hasta que Discordia entra a través de una puerta. Las tres gatas quedan afuera. Afrodita mira por el ojo de la cerradura)
Hera: Seguro que ahí está Prometeo.
Atenea: ¿Y cómo haremos para entrar?
Afrodita: ¡Chicas! Hay que hacer algo.
Atenea: Tendremos que esperar que salgan y entrar.
Hera: (A Afrodita) ¿Ves algo?
Afrodita: ¡Sí! Allí está Prometeo. Lo tienen amarrado a una silla.
Atenea: Debemos subir al Gatolimpo y avisarles a todos que Discordia fue la que armó todo el plan para hundir al Gato Apolo.
Afrodita: Vayan Ustedes que yo me quedo aquí.
Hera: No te puedes quedar aquí, es peligroso.
Atenea: Afrodita debes venir con nosotras.
Afrodita: ¡No! No iré. Una de nosotras tiene que permanecer aquí por si acaso se llevan a Prometeo.
Hera: (a Atenea) Ella tiene razón.
Atenea: ¡Está bien! Pero cualquier cosa sales corriendo.
Afrodita: Vayan. No se preocupen. Estaré bien. (Las gatas salen)
Escena 10.
(En un espacio sucio y lúgubre se encuentran Discordia, las Erinias y Prometeo. Éste último amarrado a una silla)
Prometeo: Me has engañado Discordia.
Erinnias: Y nosotras también.
Prometeo: ¿Por qué me hiciste eso? Yo creí en ti.
Discordia: No debiste hacerlo.
Prometeo: Ahora el poderoso Zeus, gato de todos los gatos no confiará en mí nunca más.
Discordia: Me da tanta pena. ¡Necio! ¿Quién te mandó a robar el Fuego Sagrado del Gatolimpo?
Prometeo: Pensé que si se lo daba a los humanos podríamos vivir en  paz con los Dioses.
Discordia: Eso es lo que precisamente no quiero.
Erinia 1: Divide y vencerás.
Erinia 2: Y tú fuiste quien dividió.
Prometeo: ¿Qué van a hacer conmigo?
Discordia: Hacerte una fiesta de cumpleaños
Erinia 1: Una gran fiesta.
Erinia 2: Pero no invitamos a nadie.
Discordia: Definitivamente a ti te falta algo en ese cerebro.
Erinia 1: Claro que no vamos a hacer nada.
Discordia: Querido Prometeo, te llevaremos a una roca en el mar para que un águila te coma todo el cuerpo  durante el día…
Erinia 1: Y en la noche volverás a estar como nuevo. Tu cuerpo estará igualito como si nada te hubiera pasado.
Discordia: Y al día siguiente te pasará lo mismo.
Erinia 2: O sea que te  va a pasar día tras día.
Discordia: Hasta la eternidad de los tiempos.
Acto III
Escena 1.
(En Palacio del Gatolimpo, Atenea y Hera intentan convencer a Zeus. Están Hermes y Acuario. Eco se encuentra también, pero no la ven)
Atenea: Papá, te estoy diciendo que fue  Discordia junto con  las Erinias que se robaron el Fuego.
Hera: En realidad fue Prometeo.
Zeus: Entonces, ¿Quién fue? ¿Discordia o Prometeo?
Atenea: ¡Los dos!
Acuario, Hermes y Zeus: ¡¿Cómo?!
Hera: Fue Prometeo, pero por engaño de Discordia.
Atenea: Prometeo es inocente de todo.
Hera: Lo importante es que Apolo no es responsable del robo.
Hermes: Pero a mí me dijo Discordia el lugar  donde el gato Apolo tenía escondido el Fuego Sagrado del Gatolimpo.
Atenea: Porque fue ella quien lo colocó allí, ¿no entienden?
Hera: Creo que no nos entienden.
Zeus: Quisiera creerles hijas, pero todas las evidencias apuntan hacia la culpabilidad de Apolo.
Hermes: No se puede hacer nada por él.
Atenea y Hera: ¡No es justo!
Zeus: La decisión está tomada (Sale, seguido por Hermes)
Acuario: Los Dioses también se equivocan.
Atenea: Pero Acuario, ¿tu sí crees en lo que decimos, verdad?
Acuario: Por supuesto mis hijas que les creo.
Hera: Y ¿por qué papá no lo hace?
Acuario: Su Padre es muy terco, pero él muy bondadoso y las ama con todo su corazón. Eso nunca lo duden.
Atenea: Debemos bajar a buscar a Afrodita.
Acuario: ¿Dejaron sola a Afrodita el mundo de los humanos?
Hera: Ahora no hay tiempo para explicar nada. Debemos bajar.
Acuario: Yo las acompaño.
Atenea: Pero si bajas, sabes que perderás tus inmortalidad mientras estemos en la Tierra.
Acuario: Por ustedes soy capaz de todo (se abrazan y baja la luz como señal de que bajaron a la Tierra)
Escena 2.
(Eco entra apresurada donde Hermafrodita)
Hermafrodita: (Calmándola) Blablablabla
Eco: (Azorada) Blablablabla
Hermafrodita: (Pregunta): ¿Blablablabla?
Eco: (Afirmativa): ¡Blablablabla!
Hermafrodita: Entonces tenemos que bajar a la Tierra.
Eco: Blablababla
Hermafrodita: ¡No me importa! Las gatas son mis únicas amigas y nunca las abandonaré.
Eco: Blablablabla.
Hermafrodita: ¡A la Tierra de los humanos!
(Salen)
Escena 3
(Prometeo está encadenado a una roca. Está solo. Afrodita se acerca)
Afrodita: ¡Prometeo! ¡Prometeo! ¡Despierta! (Prometeo abre los ojos) ¡Eso es! Soy yo Afrodita.
Prometeo: No debe estar aquí su Majestad.
Afrodita: Llámame Afrodita y vine para ayudarte.
Prometeo: Las Erinias deben estar cerca.
Afrodita: Por eso hay que darse prisa (Intenta desamarrarlo) No encuentro el nudo.
Prometeo: Pronto amanecerá y el Águila vendrá. ¡Váyase, Afrodita! Por favor, aléjese y déjeme solo.
Afrodita: Primero te ayudaré y luego te vendrás conmigo… No encuentro el nudo.
Prometeo: Debe estar aquí detrás de mí. (Se oyen voces acercándose) Viene alguien. Son las Erinias… ¡Escóndase! (Afrodita se esconde detrás de Prometeo muy agachada)
Escena 4
(Las Erinias, Prometeo, Afrodita)
Erinia 1: Buenas noches Prometeo.
Erinia 2: ¿Tienes hambre?
Prometeo: No quiero nada.
Erinia 1: Si te hubieras puesto de nuestro lado, no estaría allí amarrado.
Erinia 2: Pero, como eres tan terco, no quisiste.
Prometeo: Yo pensé que estaba haciendo un bien.
Erinia 1: Los mortales  no deben conocer los secretos del mundo mágico de los Dioses.
Erinia 2: (Oliendo) ¿No te huele a algo raro? (La Erinia 1 huele)
Erinia 1: ¡Sí! Tienes razón. Huele a… alguien estuvo aquí.
Erinia 2: (A Prometeo) ¿Quién estuvo aquí?
Erinia 1: ¡Habla! Te conviene a hablar.
Erinia 2: (Amenazante) Dinos quién estuvo aquí sino te vas a arrepentir (Lo agarran fuerte. Afrodita sale)
Afrodita: Déjenlo tranquilo.
Erinia 1: Miren quién está aquí.
Erinia 2: ¡Afrodita! La Diosa del amor.
Erinia 1: La amiga de los humanos.
Afrodita: Dejen en paz a Prometeo. ¡Se los ordeno!
Erinia 1: ¿Nos ordena?... ¿Su Majestad nos ordena? (Silencio. Ríen estrepitosamente)
Erinia 2: ¡Sobre ella! (La agarran. Comienza un forcejeo. Al final atrapan y someten a Afrodita)
Erinia 1: Se defendió como gata patas arriba.
Escena 5.
(En el Gatolimpo, pasean Hermes y Zeus preocupados. Hermafrodita y Eco los escuchan escondidos)
Zeus: Hermes, y si lo que dicen mis hijas es verdad.
Hermes: Yo también me puse a pensar en esto.
Zeus: ¿Estaremos cometiendo un error? Debo confiar más en mis hijas.
Hermes: Pero Discordia me dio muchas pistas verdaderas.
Zeus: En eso tienes razón.
Hermes: Pero por otro lado. Atenea y Hera afirman otra cosa.
Zeus: ¿Estaremos cometiendo un error? (Entra Hermafrodita y Eco)
Hermafrodita: ¡Sí están cometiendo un error!
Eco: ¡Error!... ¡Error!... ¡Error!
Hermes: ¿Cómo te atreves a hablarle así al Dios del Gatolimpo?
Hermafrodita: Me atrevo porque sus hijas son mis amigas.
Eco: ¡Migas!... ¡Migas!... ¡Migas!
Zeus: Deja, Hermes, quiero escuchar a esta criatura extraña.
Hermafrodita: Mi Señor, mi nombre es Herma.
Zeus: Te escucho Herma.
Eco: ¡Herma!... ¡Herma!... ¡Herma!
Hermafrodita: Un buen día sus hijas se acercaron a mi hogar en donde vivo con mi amiga Eco…
Eco: ¡Eco!... ¡Eco!... ¡Eco!
(Los cuatro quedan conversando, mientras la luz va desapareciendo)
Escena 6.
(En el lugar donde habían dejado a  Afrodita. Están Hera, Atenea y Acuario)
Acuario: Pero, aquí no está mi niña.
Hera: Nosotras la dejamos en este lugar.
Acuario: ¡Ay, no! ¿Y si le pasó algo malo?
Atenea: No digas eso, odiosa Acuario.
Hera: Miren quién viene ahí (Ven que se acercan las Erinias y Discordia)
Atenea: Vamos a escondernos y sabremos que le pasó a Afrodita. (Se esconden)
Discordia: (Se detienen frente a la puerta donde originalmente escondieron a Prometeo) No contaba con la intromisión de esa tonta de Afrodita.
Acuario: (En voz baja a las gatas) Les dije que a mi niña le había pasado algo.
Atenea: Baja la voz y escuchemos.
Erinia 1: Y ahora ¿qué haremos con ella?
Erinia 2: No podemos dañarla. Es la hija de Zeus.
Discordia: Vayan y entren a buscar el Fuego Sagrado del Gatolimpo, después me encargaré de esa mocosa (Las Erinias entran por la puerta y dejan sola a Discordia)
Hera: ¡Tengo un plan!
Atenea: ¿Cuál?
Hera: ¡Este! (Hera salta sobre Discordia)
Discordia: ¿Qué pasa?
Hera: ¡Vengan! Ayúdenme a sujetarla (Acuario y Atenea brincan sobre Discordia)
Hera: Dame algo para amarrarle las manos.
Acuario: Toma esto (Le entrega una cuerda que estaba por el suelo)
Discordia: ¡Auxilio!... ¿Qué hacen?... ¡Suéltenme!... ¡Auxilio!
Atenea: Ahora nos dirás dónde tienes escondida a Afrodita.
Discordia: ¡Nunca!... ¡Auxilio!... ¡Auxilio! (Salen la Erinias con el Fuego Sagrado del Gatolimpo)
Erinia 1: ¿Qué es esto?
Erinia 2: Suelten a nuestra jefa.
Hera: Primero nos dicen donde tienen a nuestra hermana.
Atenea: Y luego la soltamos.
Discordia: No hagan caso de lo que dicen y no digan nada.
Acuario: Bueno, entonces nos la llevaremos al Gatolimpo para encerrarla de por vida en el Hades.
Discordia: No oigan lo que dicen. (Hera tapa su boca con un trapo)
Atenea: Ustedes deciden.
Hera: Nos dan a nuestra hermana Afrodita a cambio de su jefa Discordia.
Acuario: Pero eso es ya… Decidan… No tenemos mucho tiempo que perder
Atenea: ¡Tieeeempo! (Se  oyen el tic tac de un reloj).
Erinia 1. ¡Está bien! ¡Aceptamos! (Discordia intenta hablar, Hera le pega y la desmaya)
Erinia 2: ¡Sígannos!
(Llegan al lugar donde se encuentran Prometeo y Afrodita amarrados espalda con espalda. Acuario corre y abraza a la gata)
Acuario: Pero, ¿qué le han hecho a la hija de Zeus?
Erinia 1: (Quita a Acuario y se para al lado de los detenidos) A lo que vinimos.
Erinia 2: Suelten a  la jefa y le entregamos a Afrodita.
Atenea: Y a Prometeo.
Erinia 1: ¡Hecho! (Hera y Atenea desamarran a Discordia, ésta corre hacia las Erinias)
Discordia: ¿Cómo se atrevieron a hacerme esto?
Hera: Ahora resulta que la víctima eres tú… ¡Descarada!
Discordia: Querida gatica, devuélveme el Fuego Sagrado del Gatolimpo.
Atenea: Si primero sueltas a nuestra hermana Afrodita y a Prometeo. (Se escucha el sonido de un águila)
Discordia: Ya va a amanecer.
Hera: Deja la habladera y entréganos a Afrodita.
Discordia: Primero dame el Fuego Sagrado del Gatolimpo.
Hera: Tú  primero.
Discordia: Tú primero.
Hera: ¡No! ¡Tú!
Discordia: ¡No! ¡Tú!
Acuario: ¡Basta! Háganlo al  mismo tiempo. (Silencio)
Discordia: Me parece bien a la cuenta de tres tú me arrojas el Fuego Sagrado del Gatolimpo y yo les entrego al gatita y a Prometeo.
Hera: No sé. Me parece que vas a hacer trampas.
Atenea: No tenemos tiempo para dudar. Hera, haz lo que te dicen.
Hera: Acepto.
Discordia: ¡Bien!... Recuerda a la cuenta de tres… uno…dos…y… tres (Hera arroja el Fuego Sagrado del Gatolimpo a Discordia, las Erinias lo cogen, pero no sueltan a Afrodita y  Prometeo)
Erinias: ¡Lo tenemos! ¡Lo tenemos!
Hera: ¡Brujas! ¡Mentirosas! Yo sabía que todo esto era una trampa.
Acuario: Déjalos libres. Ellos no te han hecho daño.
Discordia: ¡Eso nunca!   Todo el Gatolimpo debe pagar por lo que nos hicieron.
Erinia 1: Llegó nuestra hora.
Erinia 2: La venganza de Discordia y las Erinnias.
Atenea: ¿Y ustedes no se llamaban Coéforas?
Erinias: ¡Sí!
Erinia 1: Pero ahora somos las Erinias.
Discordia: Quiero ver cómo Apolo, el Gato más hermoso del Reino  se convierte ante todo el Gatolimpo en un miserable ladrón.
Escena 7
(Todos)
Apolo: ¡Eso nunca lo verás! (Aparece entre humos junto con Hermes y Zeus)
Discordia: ¡¿Tú?! ¿Cómo lograste salir del Hades?
Apolo: Mi…Mi…Mi… Mi Señor  Zeus me liberó.
Zeus: Así es  Discordia.
Hermes: Lograste engañarme, pero lo descubrimos todo justo a tiempo.
Discordia. Pero aún tengo el Fuego Sagrado del Gatolimpo (Brilla en su máxima expresión)
Zeus: Pero no funciona en manos equivocadas…
Discordia: Ya lo sé pero antes de que me lo quites... Me vengaré  sobre tus hijas (Apunta  a las gatas con el rayo)
Acuario: ¡A mis niñas no!
Discordia: Llegó la venganza de Discordia (Apunta con el rayo) ¡Desaparezcan! (Lanza un haz de luz o lanza el rayo. En ese momento aparece Hermafrodita y se interpone en el medio del rayo y las gatas)
Las gatas: (Gritan) ¡No! (Se van hacia su amiga en el suelo)
Afrodita: Herma, no te muevas
Hera. Chama no debiste
Atenea: ¿Por qué lo hiciste?
Eco: (Llorando) Hiciste…hiciste…hiciste.
Hermafrodita: Ustedes y Eco son mis únicas amigas. Nunca me rechazaron por mi apariencia. Gracias amigas.
Afrodita. (A Zeus) ¿No hay nada que hacer?
Zeus: ¡Ven! … ¡Ven, Fuego Sagrado! (El Fuego va hacia él)
Erinia 1: Será mejor que nos vayamos de aquí.
Erinia 2: Huyamos por la derecha. (Apolo le cierra el paso)
Apolo: De aquí no… no… no….
Erinias: ¡No! ¿Qué?
Apolo: No se mueven.
Todos: ¡Aaaaahhhh!
Afrodita: Yo sabía que Apolo no era culpable. Me lo decía el corazón. (Lo abraza)
Acuario: Pronto tendremos unas nuevas bodas en el Gatolimpo.
Zeus: Y ustedes, Discordia y Coéforas…
Erinias: ¡Erinias!
Zeus: Lo que sea… Ustedes serán llevadas al Hades por siempre.
Prometeo: (A Zeus) Yo no quise causar tantos problemas.
Atenea: La culpa fue de nosotras.
Zeus: Aquí no hay culpas. El único responsable soy yo por ser un gato egoísta, pero de ahora en adelante los Dioses y los humanos seremos amigos.
Prometeo: Eso es lo que yo quiero.
Zeus: Y para demostrarte que lo que digo es cierto. Subirás con nosotros al Gatolimpo y serás el primer mortal que conozca la sabiduría que encierra el Fuego Sagrado del Gatolimpo.
Las tres gatas: ¿Y nuestra amiga?
Zeus: Ella, por su valentía, se convertirá en un hermoso arcoíris que iluminará el cielo después de cada tormenta. Herma, a pesar de mi rechazo por ser diferente se sacrificó por salvar a mis preciadas hijas. Y eso se agradece. El arcoíris nos recordará a todos que somos diferentes.  
Todos: ¡Viva los diferentes! ¡Viva la diversidad!  
Zeus: Eco vivirá entre los humanos para que repita lo bueno y lo malo que digan los hombres y mujeres de la Tierra y los ayude a pensar antes de hablar.
(Todos aplauden. Apagón y suena la canción final)


Fin.


CANCIONES DE ¿QUÉ PASÓ EN EL GATOLIMPO?

El fuego.

A vivir, a vivir, a vivir,
Nunca debes pensar en morir
Mira a tu alrededor
Flores y frutas en pleno verdor
¿Acaso hay algo más lindo que vivir?
La naturaleza nos regala sus cuatro elementos
Que para nada son un tormento
Tenemos el aire, la tierra, el agua y el fuego
Fuego, fuego, fuego
De verdad que esto no es juego
El fuego nos da vida
El fuego nos da calor
El fuego nos abriga
El fuego brilla a todo su esplendor
A vivir, a vivir, a vivir,
En el hermoso Gatolimpo
Y entre muchos  gatos podrás vivir
Jugando con nubes, bailando con el sol
Ahí tienes la vida,
Ahí tienes el color
Y recuerda siempre que en nuestro mundo sólo hay amor
Nos lo brinda el tiempo
Nos lo regala el fuego con su calor
El fuego es vida
El fuego es amor
Fuego, fuego, fuego
De verdad que esto no es juego
El fuego nos da vida
El fuego nos da calor
El fuego nos abriga
El fuego brilla a todo su esplendor.

Canción de Hermafrodita y Eco

Aquí estamos nosotras apartadas de todo
Pasamos la vida entre silencios y risas
La gente nos apartó de ellos muy aprisa
¿Por qué? ¿Por qué ¿Por qué?
Porque  somos diferentes
Pero nos reímos, amamos, queremos estar entre la gente
No somos malas,
¡Somos diferentes!
Estamos aquí solas contemplando el día y la noche
Tejiendo ilusiones
Bordando pasiones
No somos malas,
¡Somos diferentes!
Acérquense un poco
¡Hola! Yo soy así
Mi amiga es como es
Los pájaros, la lluvia, la luz, el fuego y el sol me aceptan como soy
Aquí estamos nosotras apartadas de todo
Pasamos la vida entre silencios y risas
La gente nos apartó de ellos muy aprisa
¿Por qué? ¿Por qué ¿Por qué?
Porque somos diferentes
Pero nos reímos, amamos y queremos estar entre la gente
No somos malas,
Solamente somos diferentes.











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