lunes, 15 de julio de 2013

Saverio, el cruel.

De izquierda a derecha: Rossana Hernández y Elvis Chaveinte

Por Bruno Mateo
@Bruno_Mateo

 

En el nuevo teatro conocido como “La caja de fósforos” ubicado en la Concha acústica de Bello Monte, en el municipio Baruta, Caracas se presenta el segundo montaje realizado en este espacio “Saverio, el cruel” (1936) del escritor argentino autodidacta Roberto Arlt (1900-1942) de la naciente agrupación Deus Ex Machina bajo la dirección de Gabriel Agüero Mariño con las actuaciones de Elvis Chaveinte como Saverio; Rossana Hernández como Susana; Abilio Torres es Juan; Abel García interpreta a Pedro; Dayana Carmona como Simona; Alexandra Vivas es Ernestina; Sahara Álvarez en el papel de Luisa e Idanis Infante como Julia. Un texto dramático que, como toda la dramaturgia de Arlt, es un juego entre la realidad y ficción. Es de aclarar que esta pieza tiene dos versiones, una situada en un hospital psiquiátrico y la otra, la que vi, está ubicada en una casa de unos jóvenes clase media que planifican una broma pesada al Sr. Saverio (clase pobre), vendedor de manteca (mantequilla).

En este texto se narra la historia de Susana, una joven que gusta divertirse en engañar a las personas fingiendo bromas pesadas para burlarse de ellas. Junto con sus primos y hermanos planea burlarse de Saverio, proveedor de manteca de la familia. Para ello, acuerda fingir locura y que su hermano Pedro, interpretando a un doctor, le sugiera a Saverio seguirle su manía para buscar un tratamiento adecuado. Susana, al fingir que está loca, se cree una reina destronada por un coronel al que tan solo desea decapitar. El papel que le sugieren a Saverio es el de este coronel, cuando acepta, las jóvenes acuerdan un día para que las amigas de Susana puedan ver como se ridiculiza al mantequero. La complicación surge cuando Saverio se toma muy a pecho el papel que debe cumplir y empieza a tomarlo por real, sueña con la aparición de un vendedor de armas, un inglés llamado Irvirng, con quien discute sobre la situación de los hombres con poder en el mundo y la situación de la sociedad actual. En ese momento llegan Luisa, Pedro y una amiga de ellos, Ernestina, a dejarle el traje que debe de usar en la farsa. El conversa con ellos y Ernestina detecta que Saverio está perdiendo la razón al creerse un tirano en potencia. Poco después llegan dos hombres con una guillotina que había ordenado, y los jóvenes huyen rápida pero cordialmente. Saverio se queda delirando con llegar ser un dictador cruel, hasta que finalmente sale de su habitación. El día de la representación todo se ha ornamentado en función de la farsa, están presenten muchos amigos de Susana, esperando a Saverio y comentan que este ha enloquecido y comprado una guillotina. Cuando llega, inician rápidamente la farsa y en medio de ella, Saverio le hace saber a todos que Julia, la hermana de Susana, le ha contado del engaño que planeó Susana para burlarse de él. Todos se asombran y Susana les pide a todos que la dejen con Saverio para pedirle perdón. Al quedarse solos, Saverio y Susana conversan, esta le dice estar enamorada y que su artimaña tenía como objetivo acercarse a él y darse cuenta si era, tal y como ella, capaz de soñar. Saverio se da cuenta que ella está realmente loca, que los ha engañado a todos haciéndose pasar por cuerda, y rechaza a Susana. Esta lo abraza y aprovecha para sacar un arma y dispararle. Al escuchar el ruido los invitados entran para ver a Saverio morir, Julia se desmaya al ver lo que ha hecho Susana la cual parece haber perdido todo rastro de cordura. (La sinopsis es tomada del trabajo “El individuo en la Modernidad según el teatro de Roberto Arlt: La isla desierta y Saverio, el cruel”  de Melissa Hernández. Universidad de Costa Rica. Facultad de artes y letras. No se especifica el año)

La puesta en escena de Agüero Mariño al comienzo del desarrollo de la pieza nos hace eco a un set de televisión, luego, a medida  que avanza se trasforma al formato de teatro del esperpento, o más bien, grotesco, ayudado por las máscaras y pelucas realizadas por Samyra Recondo. Siento que hay una ruptura de formatos. El nudo entre ambas maneras de representación no está cuajado. Cada una por separado  está bien, sin embargo no encuentro unificación conceptual entre ambas dimensiones. La pared del cuarto de Saverio es un elemento efectista que rompe con la bidimensionalidad de la escenografía diseñada y realizada por Elvis Chaveinte, no obstante, se percibe un poco incómoda para el desenvolvimiento actoral. La puerta de entrada y salida de los personajes está concebida para personas de baja estatura no así para actores y actrices altos. En cuanto al diseño de iluminación de Gerónimo Reyes y Ángel Pájaro puedo acotar que está acorde con lo esperpéntico de la puesta. Hubo una falla en la operacionalización técnica de las luces. El diseño de vestuario a cargo de Jericó Montilla puede decirse que es ecléctico. Al principio, en los actores hay una combinación de épocas, así como de realidad y fantasía (en el caso de Susana). Hay un pastiche que le faltó un poco de cocción. De las actuaciones, Rossana Hernández como Susana luce creíble, logra los cambios psicológicos y anímicos pertinentes con el personaje. Ella es una Ofelia shakespereana. Lucía etérea en el escenario.  En cuanto  a Elvis Chaveinte, ese sello de hombre descuidado, básico, primitivo  fue muy bien logrado. Su interpretación de hombre común, vendedor de manteca que pasa a Coronel un poco trastornado por la confusión entre realidad y fantasía y luego a un ser decepcionado por el peso de su situación real es convincente, incluso mueve a la compasión. Abilio Torres con su interpretación del primo Juan, homosexual diletante sin rayar en el estereotipo del gay televisivo convence al espectador. Su tono irónico al hablar caracteriza a una clase social que aborrece al sector popular de los mantequeros. Sugiero, y espero que no me lo tomen a mal, que la actriz Idanis Infante, le imprima pasión a su personaje, el cual es el lado “bueno” de la historia.

La agrupación Deus Ex Machina nace con un montaje de peso tanto en lo conceptual, ideológico, político y estético con el cual podemos o no estar de acuerdo, pero es importante que los creadores y artistas escénicos tomen una postura frente al significante que les rodea, tal es el caso de este grupo que surge de una necesidad expresiva de interpretar su realidad.

Saverio, el cruel” se está presentando en La Caja de Fósforos, Concha Acústica de Bello Monte. Viernes y sábados a las 8:00 pm y los domingos a las 6:00 pm. Precio de la entrada 50 Bs. Correo-e: lacajadefosforso@gmail.com

 

 

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