sábado, 12 de julio de 2008

El Príncipe y el Mendigo de Mark Twain


Argumento

Esta novela transcurre en Inglaterra, durante el reinado de Enrique VIII, en el siglo XVI. Un mismo día nacen, en diferentes partes de Londres, dos niños: el mendigo Tom Canty y el futuro rey Eduardo VI. El mayor anhelo del pequeño mendigo es conocer un príncipe y u deseo se hace realidad cuando la casualidad lo lleva ante la presencia del Príncipe de Gales. Durante su encuentro, los dos chicos se sienten tan parecidos que deciden, a modo de juego, cambiar sus ropas y durante unas horas cada uno representar el rol del otro.
El príncipe, ya como mendigo, descubre un mundo para él desconocido donde es maltratado, pasa hambre y fío, mienras Tom ocupa el lugar del heredero del trono en la placentera vida de palacio, pero termina por sentirse solo y cautivo.
Los dos chicos se enriquecen con las experiencias que les depara esta extraña aventura ya que aprenden una lección: en la vida hay que alimentar la inteligencia y el corazón, y también aprender a ser justo.

Ficción y Realidad

Publicada en 1882, la obra es una novela costumbrista bien documentada históricamente que, al mismo tiempo que alimentaba la curiosidad de la época por la Inglaterra monárquica, afirmaba la superioridad de los ideales democráticos.
Por sus páginas desfilan varios personajes históricos:

Enrique VIII
(1491-1547), Rey de Inglaterra
.

Se casó con la hija de los Reyes Católicos, Catalina de Aragón. Se alió con el Papa Julio II, con Fernando el Católico y con los venecianos contra Francia. Hizo la paz casando a su hermana María con Luis XII de Francia. Sus relaciones con la Iglesia de Roma sufrieron una crisis decisiva cuando quiso divorciarse de Catalina para casarse con Ana Bolena. El Papa se negó y el Parlamento suprimió las apelaciones a Roma en materia eclesiástica. De este modo Enrique VIII se convirtió en artífice y fundador del anglicanismo (al que se refiere el capítulo del ermitaño). De este modo, pudo anular el matrimonio con Catalina y fue coronada Ana Bolena, quien luego fue acusada de adulterio, por lo que murió decapitada. Ya viudo, se casó con su tercera mujer, Juana Saymour, madre de Eduardo VI. Muerta Juana, se casó nuevamente, esta vez con Ana de Cleves, para lograr su entendimiento con los protestantes alemanes. Se divorció y se casó en quintas nupcias con Catalina Howard, a quien mandó decapitar acusada por adulterio. Su sexta y última esposa fue Catalina. Durante su reinado el Parlamento irlandés lo designó Jefe de la Iglesia Irlandesa y Rey de Irlanda.
En la novela se lo presenta como "un hombre inmenso y muy gordo, de barba canosa y expresión severa, vestido con lujo..." (pág. 36). Cuando se dirige a Tom, creyendo que habla con su hijo, se muestra comprensivo y lo acaricia con ternura pero cuando ordena a todos los miembros de su corte que entretengan al pequeño príncipe, les advierte enérgicamente que "cualquiera que hable de este problema irá a la horca"
Cuando en el Capítulo 9 se anuncia la muerte del Rey, el pueblo exclama "¡Ha terminado el reinado de la sangre!", aludiendo a su crueldad y, en este aspecto, coincide con las características históricas del reinado de Enrique VIII.

Eduardo VI(1537-1553), Rey de Inglaterra.

Se distinguió por sus sentimientos humanitarios y su saber y encarna el príncipe que intercambia sus ropas con el pequeño mendigo. Hijo de Enrique VIII y Jane Saymour, tenía tan solo 9 años de edad cuando asumió como Rey. Era un chico enfermizo pero intelectualmente prec oz, enérgico y severo, pero mucho más consciente y bondadoso que su padre. Murió antes de cumplir sus 16 años. Dos hombres gobernaron en su nombre: su tío Seymour, el Protector Somerset, un hombre muy idealista y, después de él, John Dudley, conde de Warwick y Duque de Northumberland, hombre sin prejuicios y muy ambicioso.
Durante su reinado y bajo la iniciativa de los consejeros Somerset y Dudley, se intensificó la reforma religiosa iniciada por su padre. La crisis económica de aqel reinado provocó una insurrección campesina en 1549. La crisis económica de aquel reinado provocó una insurrección campesina en 1549. Educado en los preceptos protestantes, favoreció la extensión de la Reforma. Su gobieno fue testido de una larga serie de luchas sangrientas entre las fracciones que se disputaban el control del poder. Fue el último descendiente varón de los Tudor. Nom´bró sucesora a Juana Grey, pero tomó el poder María I.
En la novela se lo presenta como un rey benigno, que se preocupó por mejorar las condiciones tan precarias y difíciles en las que vivía su pueblo y que también modificó las leyes tan riguosas e injustas para con los humildes:
''El rey Eduardo vivió pocos años, pero los vivió de manera digna. Más de una vez ... algún gan dignatario o algún vasallo de la corona le reprocharon su blandura y su pasión por suavizar las duras leyes inglesas ... El reinado de Eduardo fue singularmente benigno para aquellos tiempos tan difíciles. Ahora, al despedirnos de él tratemos en su honor, de recordarlo con respeto y admiración (pág. 209).

Thomass Howard Norfolk, duque de (1536-1572):

Político inglés. La oposición de la reina Isabel a su proyecto de matrimonio con María Estuardo, lo hizo entrar en una conspiración para entregar Inglaterra a los españoles. Fue decapitado. Era jefe de los católicos ingleses.
En el Capítulo 7, cuando Enrique VIII siente que está muy débil y gravemente enfermo, se apresura a buscar el sello real porque el canciller le anuncia que "los pares del reino aguardan la sentencia del duque de Norfolk". El Rey quiere firmar rápidamente su sentencia de muerte, pero no se menciona cuál es el motivo.
Evidentemente el problema se debería al conflicto religioso, ya que Norfolk era católico y el Rey se había separado del catolicismo, fundando el anglicanismo.
En el Capítulo 9, cuando se anuncia la muerte de Enrique VIII, Tom solicita a Lord Hertford que se apresure y vaya a la torre porque el nuevo "Rey decreta que el duque de Norfolk no morirá" (pág. 58)
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Lord Protector
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Uno de los hombres que gobernó en nombre de Eduardo. Fue su tío Seymour, el Protector Ssomerset, un hombre muy idealista. En la novela aparece con el nombre de Lord Hertford y es el hombre de confianza de Enrique VIII, a quien transmite todas sus órdenes y que actúa como intermediario entre el Rey y el Príncipe, cuando no se encuentra el sello real.
Enrique lo define en la novela como el tío y consejero del príncipe y es el único que conoce que el supuesto príncipe está enfermo y se ocupa de ocultarlo a la corte. Enrique ordena a Tom que deberá tratar de recordar las caras que ha conocido antes de enfermarse, cuando no lo logre, deberá disimular haberlas olvidado, en las ceremonias oficiales..., deberá pedir consejo a Lord Hertford en caso de no recordar cómo proceder..." (pág. 40, Capítulo 6)
En el capítulo 28, Lord Protector es el que acompaña a Tom en la Procesión Cívica de identificación y que piensa, al final del capítulo, que el joven se ha vuelto loco otra vez y en el Capítulo 29, pide a la concurrencia que no haga caso de Su Majestad: Su enfermedad lo domina nuevamente .... Apresen al vagabundo. Es el que interroga al presunto impostor y trata de reflexionar sobre cual es la decisión a tomar y le pregunta como prueba final donde está el gran sello
También son verídicos el caso de la bruja, acusada de provocar tormentas quitándose las medias; la triste historia del "chico de los azotes" que era castigado en lugar del príncipe, así como las tradiciones de la Corona y las crueles condenas que imponían las severas leyes británicas de aquellos tiempos.

Vidas Paralelas

La novela se compone de treinta capítulos en los que se entrecruzan la vida de los dos niños. En el primer capítulo se da cuenta del nacimiento de Tom Canty en un sórdido barrio de Londres, y en contraposición con este nacimiento, el de Eduardo Tudor en el lujoso palacio de Westminster. A partir de este capítulo hasta el tercero, se describirá la vida de ambos chicos y su entorno familiar. Estas vidas paralelas se contraponen drásticamente: la de Tom, rodeada de miseria y violencia; la de Eduardo, de pompa y de lujo.
En el capítulo 3, se produce el encuentro que cambiaría radicalmente sus vidas. Tom accede al palacio de Westminster y luego de conversar con Eduardo, deciden cambiar sus ropas y representar la vida del otro por un día. Eduardo ansía comportarse como un niño, compartir juegos con otros chicos de su edad y ser libre, sin estar atado al protocolo real; Tom, que siempre soñó con ser un príncipe, tiene la oportunidad por un corto lapso de comportarse como tal. Pero todo no saldrá como lo planearon, ya que el intercambio se extenderá por mucho más tiempo que el deseado; hasta tal punto que ambos añorarán regresar a su vida anterior.
A partir del capítulo 4, el autor centrará dos o tres capítulos seguidos en las aventuras de cada uno de los chicos y, a través de las peripecias individuales, ambos realizarán un aprendizaje que les servirá cuando retornen a su verdadera vida.
Eduardo se enfrenta a castigos corporales infligidos por el padre de Tom en la humilde casa de la calle de los Desperdicios, es burlado y golpeado por chicos de su edad que no creen su discurso, vaga desalentado por los barrios bajos de Londres, casi muere a manos de un ermitaño loco, es coronado farsescamente como el rey de los mendigos, es culpado de un delito, va a la cárcel, conoce en carne propia las injusticias impartidas al pueblo por parte de la gente de sangre real. Todas sus ansias de libertad, su anhelo ferviente de sentirse un niño de su edad, alejado de sus compromisos reales, se ven frustrados. Pero ssí logra algo muy positivo: la amistad incondicional de Sir. Miles Henton, que lo defiende en las situaciones más peligrosas y es capaz de arriesgar su propia vida por él sin pedir nada a cambio.
Eduardo aprenderá a ver las necesidades de su pueblo, a conocer en carne propia las penurias de la pobreza y también a sentir que alguien lo quiere por lo que realmente es como ser humano, sin saber de sus investiduras reales.
Tom, quien -influenciado por las lecturas del padre Andrés- siempre soñó con conocer un príncipe y que delante de sus amigos se comportaba como tal, una vez en el palacio de Westminster en su papel de príncipe de Gales, se siente sofocado por sus obligaciones y, por momentos, ansía volver a su vida anterior. Una vez en su papel real, se comporta como un soberano sensible y juicioso, atento a las necesidades de su pueblo, ya que él ha experimentado personalmente la pobreza y la injusticia. Sale fortalecido también por este intercambio y recupera finalmente una vida más digna para él, su madre y sus hermanas, convirtiéndose en hombre de confianza de Eduardo VI y en Director del Orfanato, el mismo lugar donde había compartido tantos momentos de esparcimiento junto a pequeños huérfanos.
Recién en el Capítulo 29 ambos chicos volverán a encontrarse y cada uno volverá a su nueva vida realmente fortalecido. Eduardo asume como nuevo rey y en el capítulo 30 la novela se cierra con un final feliz para todos los personajes principales y se da una breve reseña de la labor de Eduardo VI como rey de Inglaterra.

Una obra que perdura

La proyección de El Príncipe y el Mendigo a lo largo de más de un siglo, revela la importancia de esta novela. Cualquier niño se sentirá atrapado con la historia de estos dos pequeños protagonistas, al sumergirse en una época remota y compartir interesantes aventuras que a su vez lo harán conocer cómo se vivía en el siglo XVI. La obra, además, es de fácil lectura, con una prosa ágil y diálogos directos que otorgan a la narración un estilo dinámico.
A su vez, el docente de Nivel Primario podrá solicitar a los niños que investiguen sobre los personajes que aparecen en la novela y su contexto histórico.
Varios temas que están presentes en la novela será importante destacar: el valor de la familia: Tom ama a su madre y a sus hermanas. . la recompensa por una vida honesta: Eduardo nombra conde a sir Miles, le concede tierras y lo considera su más fiel amigo y consejero. También recompensa a Tom por haber gobernado el reino con nobleza y misericordia. . El castigo a los culpables, que tarde o temprano llega: el príncipe despoja a Hugo de sus propiedades y lo destierra.
Los sueños que se persiguen con tesón se realizan finalmente: Sir. Miless recupera sus tierras y el amor de Edith, con quien finalmente se casa.
La reflexión final conjunta llevará a destacar que en toda época, cualesquiera sean las costumbres y el tipo de vida, el camino a seguir es el mismo: cultivar el espíritu y actuar con justicia y honestidad.

La vida de Mark Twain

Samuel Langhorne Clemens (Mark Twain) nació el 30 de noviembre de 1835 en Florida, Missouri. Twain es considerado el mejor humorista de la literatura estadounidense del siglo XIX. Sus novelas e historias sobre la vida en el Río Mississippi: Las aventuras de Tom Sawyer (1876) y Las Aventuras Huckleberry Finn (1894) aún hoy gozan de gran popularidad.
En 1839, la familia Clemens se mudó a Hannibal, Missouri, a la orilla del Río Mississippi donde Sam creció jugando frente al río.
Como varios autores de su generación, Twain no tuvo mucha formación académica. Toda su educación se llevó a cabo en las imprentas y oficinas de prensa donde trabajó de joven. En 1853, Clemens dejó Hannibal con deseos de conocer el mundo. En Nueva Orleans, persuadió a su capitán de barco que lo tomara como aprendiz. Para la primavera de 1859 Clemens ya tenía licencia de capitán de barco de río.
Al estallar la Guerra Civil (1861) Clemens decidió mudarse a Carson City, Nevada, donde, luego de un fallido intento de ser minero, consiguió trabajo en un periódico. Allí, comenzó a escribir bajo el pseudónimo de Mark Twain en 1863.
Mark Twain (literalmente marca dos) es una expresión de la jerga marinera del Mississippi con la que el sondeador indica que la embarcación está en un lugar donde el agua tiene doce pies (unos tres metros y medio de profundidad.
Twain tuvo su primer éxito con el cuento "La Famosa Rana Saltarina del Condado de Calaveras" en 1865.
Luego, se hizo corresponsal extranjero para varios periódicos y en 1869 sus cartas sobre sus viajes por Europa fueron publicados bajo el título de The Innocents Abroad. Tras este nuevo éxito, Twain se casó con Olivia Langdon y se mudó a Hartford, Connecticut donde tuvo sus mejores años como escritor.
Preocupado por el creciente materialismo de su época y amargado por desgracias personales, desarrolló un estilo narrativo en el cual la tradición folclorista del Oeste americano y la ideología puritana que contrapone a la decadencia de la cultura europea, alcanzó su máxima expresión literaria.
Entre 1873 y 1889 escribió siete novelas, incluyendo sus libros sobre el Río Mississippi y El Príncipe y el Mendigo (1882) y Un Yankee en la Corte del Rey Arturo (1889).
Pensó en ocultar que él era el autor de El Príncipe y el Mendigo porque deseaba que el público lo considerara como un libro serio, pero cuando salió al mercado con su nombre, a fines de 11981, pudo comprobar que había sido muy bien recibido.
Entre otras de sus obras más conocidas están: The Innocents Abroad (1869), Juana de Arco (11896) y El Extraño Misterioso (1916), obra póstuma.

Tomado de: www.formacion-docente.idoneos.com

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