¿Por qué los japoneses son tan aficionados al manga?
En el año 2002, los japoneses se gastaron cerca de 500.000 millones de yenes en cómics y fueron publicados unos 2.500 millones de ejemplares, lo que apenas alcanza el 40% del mercado de publicaciones. Dese un paseo por Japón y verá cómo todo el país está saturado de manga.
Los kioscos de las estaciones de tren y las estanterías de las librerías están abarrotados con cómics y revistas de cómic. Existen incluso cafés especializados donde se pueden leer los manga. Los adultos en los trenes viajan fascinados leyendo este tipo de publicación.
Los kioscos de las estaciones de tren y las estanterías de las librerías están abarrotados con cómics y revistas de cómic. Existen incluso cafés especializados donde se pueden leer los manga. Los adultos en los trenes viajan fascinados leyendo este tipo de publicación.
¿A qué se debe que un pueblo culto como el japonés esté tan ligado a los manga? ¿Tienen los manga tanta violencia y sexo como con frecuencia tendemos a creer? En un esfuerzo por desvelar la verdad, me dediqué a investigar entre algunas personas.
“Los manga japoneses no son exclusivamente para niños. A medida que se fueron desarrollando se diversificaron para satisfacer las necesidades de los consumidores”, nos comenta Akita Takahiro, Director de la Sociedad Japonesa para el Estudio de los Dibujos Animados y los Cómics.
En la actualidad, existen 281 variedad de revistas de cómic – que transcienden género y generación. Los temas de manga van de lo romántico a lo culinario, así como terror, economía e historia. Hay suficientes temas como para que se divierta el adulto.
“Yo he leído manga desde que era un niño”, me dijo recientemente un viejo amigo retirado a los sesenta. “Solía leerlos en el tren cuando me dirigía al trabajo. Me ayudaban a olvidarme del estrés de la jornada laboral”.
“Japón es la única nación en la que se equiparan los libros de cómic con las novelas o las películas”, nos asegura Frederik Schodt, una autoridad en la materia.
“El manga en Japón no constituye un género sino un medio independiente de expresión”, comenta Minamihata Toshiharu, asesor de Shogakukan, un editor de éxito. El manga, como las novelas o las películas, posee la capacidad de contar una historia. Si en los relatos cotidianos aparecen las lágrimas, las risas, el odio y otros sentimientos, es normal que en algunos capítulos aparezcan expresiones de sexo y violencia, añade Minamihata.
En Japón, los relatos contados por medio de imágenes cuentan con una larga historia. Ya alrededor del siglo XII se datan pergaminos de chojugiga, o dibujos humorísticos de animales y pájaros.
“Los manga japoneses no son exclusivamente para niños. A medida que se fueron desarrollando se diversificaron para satisfacer las necesidades de los consumidores”, nos comenta Akita Takahiro, Director de la Sociedad Japonesa para el Estudio de los Dibujos Animados y los Cómics.
En la actualidad, existen 281 variedad de revistas de cómic – que transcienden género y generación. Los temas de manga van de lo romántico a lo culinario, así como terror, economía e historia. Hay suficientes temas como para que se divierta el adulto.
“Yo he leído manga desde que era un niño”, me dijo recientemente un viejo amigo retirado a los sesenta. “Solía leerlos en el tren cuando me dirigía al trabajo. Me ayudaban a olvidarme del estrés de la jornada laboral”.
“Japón es la única nación en la que se equiparan los libros de cómic con las novelas o las películas”, nos asegura Frederik Schodt, una autoridad en la materia.
“El manga en Japón no constituye un género sino un medio independiente de expresión”, comenta Minamihata Toshiharu, asesor de Shogakukan, un editor de éxito. El manga, como las novelas o las películas, posee la capacidad de contar una historia. Si en los relatos cotidianos aparecen las lágrimas, las risas, el odio y otros sentimientos, es normal que en algunos capítulos aparezcan expresiones de sexo y violencia, añade Minamihata.
En Japón, los relatos contados por medio de imágenes cuentan con una larga historia. Ya alrededor del siglo XII se datan pergaminos de chojugiga, o dibujos humorísticos de animales y pájaros.
Mucho después, y con un toque de influencia occidental, aparecerían tras la Segunda Guerra Mundial los que se han convertido en el tipo de historia actual de manga. Durante los 50 años siguientes se asistió a una evolución radical del medio, con el mercado de manga alcanzando su cenit en 1995.
La popularidad del manga en Japón parece estar debilitándose, según asegura Sasaki Toshiharu, del Instituto de Investigación para las Publicaciones. Por ello, cada vez más editores se incursionan en los mercados extranjeros.
Quizás muy pronto comiencen a aparecer los manga en las estanterías de las librerías donde usted vive, entonces comprobaremos si la pasión por estas historias conquista también los corazones del público de todo el mundo.
Quizás muy pronto comiencen a aparecer los manga en las estanterías de las librerías donde usted vive, entonces comprobaremos si la pasión por estas historias conquista también los corazones del público de todo el mundo.
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