viernes, 23 de noviembre de 2007

Las momias de Kanoche

Últimas Noticias Domingo 27 de Abril de 2003

VARGAS
PATRIMONIO SÓLO QUEDAN RUINAS DE LA HACIENDA BELLA VISTA Y EL MAUSOLEO DEL MÉDICO ALEMÁNKnoche y sus momias deambulan por El Ávila
Una familia guaireña quiere rescatar la finca para el turismo
JAVIER POLLAK

EXCURSIONES La hacienda tiene una belleza natural poco explorada.RAFAEL MORENO
Maiquetía. Ese hermoso pulmón vegetal que adorna la costa del Litoral Central llamado Ávila, guarda numerosas historias de castillos y científicos poco conocidas para la mayoría, pero con un rico valor patrimonial; entre estas destaca la del médico alemán Gottfried Knoche, nacido en el siglo XIX, que inventó un milagroso líquido embalsamador con el que momificó docenas de cuerpos, incluyendo el propio.

Knoche realizaba sus trabajos de momificación en el laboratorio que instaló en su hacienda, a la que puso por nombre Bella Vista, ubicada en la Vertiente Norte del Ávila, en un sector conocido como el Palmar del Picacho de Galipán.
De esta hacienda, hoy en día, solo quedan las ruinas, como consecuencia del paso del tiempo, el olvido y el frecuente “trabajo” de vándalos y estudiantes de medicina y química que andan tras la “famosa y milagrosa fórmula”, aún desconocida, que permitía momificar los cuerpos sin quitar ni una sola de las vísceras.

Ángel Martínez, escritor local y uno de los directivos de la Fundación Knoche, cuenta que el científico llegó a La Guaira en 1840 para trabajar como médico en el desaparecido Hospital San Juan de Dios que estaba ubicado al lado de la Catedral San Pedro Apóstol.
Retiro científico. Luego de varios años de salvar las vidas de pacientes masculinos -que eran los únicos a lo que se atendía en el citado nosocomio Knoche se retiró a vivir en El Ávila acompañado de un sirviente y una enfermera; allí se dedicó en exclusiva a experimentar hasta crear el líquido milagroso.

Según los testimonios que guarda la Fundación, Knoche mandaba a buscar los cadáveres que no eran retirados de la morgue del hospital; los subía a su hacienda a lomo de burro, y luego experimentaba con su fórmula secreta.
Hizo lo mismo con familiares y amigos; incluso, consigo mismo, pues dejó la cantidad de líquido necesario para que su ama de llaves, Amalia Weissmann, lo momificara.

La primera técnica que desarrolló el científico del Ávila, consistía en inyectar la fórmula en la vena yugular a los pacientes desahuciados, de manera que el líquido circulaba por todo el cuerpo y momificaba el cadáver sin tener que extraer las vísceras.
De esta forma se garantizaba una preservación larga y perfecta del cuerpo completo. No obstante, sus trabajos no se quedaron allí, sino que creó una fórmula más potente que permitía momificar a los ya muertos, también sin retirar las vísceras.
Ésta última “superfórmula” fue la que ordenó se le aplicara después de fallecer.

Guardián.
En las inmediaciones de las ruinas de la casona de la hacienda, a unos 150 metros del edificio central, aún permanece el mausoleo familiar que contiene las criptas donde reposaban los cadáveres momificados por Knoche.
Los documentos que maneja la Fundación que lleva su nombre, señalan que frente al mausoleo se encontraba el cadáver embalsamado de un antiguo soldado de la Federación llamado Juan Pérez, que era el encargado de proteger a las demás momias. Quizás aún resguarda los espíritus de los muertos que fueron “trabajados” en la hacienda, pero nada pudo hacer por los cuerpos que fueron saqueados sin misericordia.
Proyecto. Ángel Martínez y la familia guaireña Burgos, tienen un proyecto para la recuperación de la hacienda y el mausoleo, que tiene dos objetivos: primero rescatar la memoria del Dr. Knoche y, segundo, convertir la hacienda Bella Vista en un lugar de provecho turístico.
Desde hace más de ocho años esperan que las autoridades nacionales y regionales aporten los recursos para rescatar del olvido a las momias de Knoche.

El proyecto contempla la reconstrucción de la hacienda Bella Vista, la recuperación del mausoleo y la recreación de los cuerpos embalsamados en cera, yeso u otro material.
Para llegar a la hacienda desde Caracas, el acceso es por San José de Cotiza y requiere de una caminata de cuatro horas.
Desde Vargas, hay que llegar a Galipán desde Macuto, y luego caminar hora y media.

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