sábado, 9 de noviembre de 2013

Frankestein quiere ser Frankistín

Foto: Henry Delgado. Cortesía de El nacional

Por Bruno Mateo
@bruno_mateo

“Frankestein o el moderno Prometeo” (1818)  de Mary Shelley, inscrita en lo que los críticos literarios llaman el género de la novela gótica considerada por muchos como la primera novela de ciencia ficción que nos habla sobre un científico que crea y da vida  a un hombre hecho de pedazos de muchos seres humanos, de allí  el subtítulo que hace una metáfora con este mito griego de Prometeo que roba a los Dioses el fuego de la vida para entregarla a los mortales humanos.

Esta novela un tanto escalofriante, fue  la inspiración para que Ricardo Nortier hiciese una versión para niños y presentarla como  producción teatral bajo el  Circuito de arte cénica  teatro multimedia en La Caja de fósforos de Bello Monte el pasado 3 de noviembre de 2013  llamada “Mi amiguito Frankestein” con vestuario de Freddy Mendoza , escenografía de Ricardo Nortier  y pintura escénica de Jesús Barrios.

Hay que reconocer el intenso trabajo actoral de Elvis Chaveinte como el Dr. Frankestein que para tratar de deslastrarse del nombre de su padre se hace llamar Dr. Frankistín, una composición de personaje muy acertada en cuanto a la corporal, a los gestos, la voz, y las características psicológicas amén del manejo del espacio físico. Un trabajo premiable. Su compañera Sahara Álvarez, con su personaje de asistente del doctor, luce bastante creíble y simpático para los niños quienes rieron durante todo el espectáculo con su performance;  Ángel Pájaro,  Saraí Pérez, Antonio Ruiz y Homero Díaz completan el cuadro de actores quienes derrochan talento y simpatía.

Es de acotar que también puedo observar que el montaje, en niños menores de seis años, produce un efecto de miedo, tal como quedó demostrado cuando dos niños de esa edad les pidieron a sus mamás que los sacaran de la sala; en tanto que los chicos de más edad disfrutaron con la aventura y la aparición del monstruo quien además se regocija cuando oye  joropo. Acierto en la escogencia musical.

Mi amiguito Frankestein” es una puesta en escena que juega con la estética gótica mezclado con el imaginario cultural de monstruos del siglo XIX.

 

 

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