domingo, 28 de octubre de 2007

Jean De La Fontaine

La rana que quiso hincharse como un buey. (Libro I-III)

Vio cierta Rana a un Buey, y le pareció bien su corpulencia. La pobre no era mayor que un huevo de gallina, y quiso, envidiosa, hincharse hasta igualar en tamaño al fornido animal.

"Mirad, hermanas, decía a sus compañeras: ¿es bastante? ¿No soy aún tan grande como él? - No - ¿Y ahora? - Tampoco - ¡Ya lo logré - ¡Aún está muy lejos!"

Y el bichuelo infeliz hinchóse tanto, que reventó

LLeno de gentes que no son más avisadas. Cualquier ciudadano de medianía se da ínfulas de gran señor. No hay principillo que no tenga embajadores. Ni encontraréis marqués alguno que no lleve en pos tropa de pajes.

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