martes, 18 de agosto de 2015

La crisis de uno es el cambio del otro en “Cuando las máquinas se paran”.

Ángel Pájaro y Weidry Meléndez en "Cuando las máquinas se paran"


Por @bruno_mateo

Zé no soportó la carga de las calamidades y la mala situación económica  que  se le vinieron encima y ahora su mujer Nina sale embarazada y decide que debe abortar, pero esa decisión no es de él; con este dilema o clímax se nos muestra el texto dramático del autor brasileño  Plinio Marcos de Barros (1935-1999) “Cuando las máquinas se paran” (1963) que se presentó hasta este domingo 16 de agosto de 2015 en el Teatro San Martín de Caracas bajo la dirección de Luis Malavé, producción del propio Malavé , María Brito y Jackeline Pérez, con las actuaciones de Weidry Meléndez como Nina y Ángel  Pájaro como Zé, vestuario de Heriberto Garcés e iluminación de David Blanco.

El significante del montaje nos visualiza una modesta casa con una escenografía a manera de triángulo, al lado derecho de público la salita de estar, al lado izquierdo la máquina de coser (oficio del personaje de Nina), al fondo el cuarto matrimonial , al centro del escenario la mesa de comer y un poco al fondo del lado derecho la cocina, una disposición escénica que te permite visualizar las acciones dramáticas. La dirección de actores nos apunta hacia una organicidad por parte de los intérpretes (Meléndez y Pájaro) muy dignamente logradas, dicha organicidad responde al realismo social contentivo en el texto y se hace necesario una identificación por parte del público, sin embrago, para una audiencia atenta, no se escapa ciertas marcas lingüísticas como el nombrar al jugador Pelé en el partido “actual” que pasan por radio, lo que hace que nos separemos de esa identificación; tal vez por la misma estructura dramática y dialógica que es propia de la época (1963) que hace que nos distanciemos del objetivo de la dirección.

En cuanto a las interpretaciones puedo decir sin ambages que ambos actores convencieron con sus interpretaciones, por un lado tenemos a un Zé  pesimista que no logra ver la salida a su mala racha frente a Nina, una mujer con mucha esperanza por vivir; los dos intérpretes se conectan con las palabras y nos vinculan con su realidad ficcional.

Cuando las máquinas se paran” es una pieza distinta  que ofrece una alternativa dentro de esta gama de teatro frívolo al que nos estamos acostumbrando en Venezuela , salvo honrosas excepciones.

lunes, 10 de agosto de 2015

El estigma de que te digan “El feo”


Por @bruno_mateo
@avencrit.

En  el Espacio Plural del Trasnocho Cultural se está presentando durante este mes de agosto de 2015 el montaje “El feo” ( Der Hässliche) de Marius Von Mayenburg (Múnich 1972), dirección y puesta en escena de  Juan José Martín, con las actuaciones de Ana Gabriela Melo como Fanny, Javier Figuera (Karlmann), Adolfo Nittoli (Scheffer) y Antonio Delli (Lette); producción general de Adriana Issa y Yesesenia Camacho para el Teatro de La Noche.

El texto es una producción discursiva muy bien elaborada en cuanto a estructura dramática. Los diálogos son  audaces y lacerantes los cuales  se van concatenando en una ristra de unidades de acción hasta tejer una perfecta red dramática que nos muestra el exacerbado narcisismo social asimismo observamos como  esa patología de ser bonito se vuelve “viral” incluso se comercializa la “belleza” hasta su devaluación. “El feo” se inscribe dentro de las  paradigmáticas obras como “El rinoceronte” de Ionesco, al igual que me hace eco con la novela “El hombre duplicado” de José Saramago.

El tema de la exclusión de quienes consideramos nada atractivos se ejemplifica en la obra “El feo” con el personaje Lette quien se ve obligado por las condiciones sociales en que vive (trabajo y esposa) a practicarse una operación estética para pasar de ser el “patito feo” al hermoso cisne; ese hermoso cisne que se  transfigura en un objeto erótico deseable por su mujer Fanny y una carta de presentación del Sr. Scheffer Jefe de su empresa, lo que no previno fue que ese rostro “perfecto” que todos desean pronto se comercializaría a gran escala hasta llegar a su devaluación y dejarlo en un individuo vacío.

El diseño de escenografía de Héctor Becerra y del propio Martín es preciso, útil y funcional, a la vez que nos da la sensación de frialdad, esa frialdad social del mundo ficcional del “El feo”; el aparataje escenográfico aunado a la iluminación creado por Gerónimo Reyes está completamente amalgamado con la materialización de la obra escrita de Von Mayenbrug en la puesta en escena de Martin;  una puesta en escena inteligente porque supo resolver con tres actores y una actriz en una  escenografía fija  todos los ambientes y personajes que exigía el texto de una manera descarnada. Sin ambages nos mostró el trabajo de actor (el arte de la transformación)  frente al público.

Ahora al escribir sobre las interpretaciones puedo acotar que los cuatro actores lograron desarrollar cada uno de sus personajes y sus respectivas evoluciones dentro del desarrollo dramático del texto. No hubo exageraciones ni además extras. Se respetó el tratamiento gestual en  el cirujano amanerado. Vemos a un Antonio Delli distinto, en su personaje de Lette que  logra pasar de un ser subyugado a una persona narcisista y vanidosa y luego a un ser destruido por su propia imagen; por su parte Ana Melo nos convence en sus tres personajes (Fanny, la enfermera y la vieja), Javier Figuera logra darnos sus caracterizaciones muy bien delimitadas y Adolfo Nittoli llega a “buen puerto” para brindarnos unos personajes completamente diferentes en las formas, pero iguales en el fondo (despiadados que buscan un solo objetivo: conseguir dinero).

El feo” es un montaje de esos que uno agradece por su lenguaje, por su puesta en escena, por su significante (estética), por sus actuaciones y por su contenido.

martes, 4 de agosto de 2015

Década de oro para el cine venezolano

Filme venezolano ganador del Premio Goya
Tomado de: elespectadorvenezolano.blogspot.com

Son miles los artistas y técnicos, empresarios y exhibidores,  o sea los hacedores del cine, así como los diligentes  e inteligentes funcionarios gubernamentales quienes creyeron y amaron  ese imposible y a lo largo de una década lucharon para mostrarlo en las pantallas del mundo. Lamentablemente, no han tenido la prensa o la promoción o el reconocimiento merecido y es por eso que nosotros ahora asumimos la publicación de este memorial de desagravio, donde se resume una parte de la proeza cumplida para gloria de este país que todavía es una Tierra de Gracia, aunque algunos de sus hijos quieran convertirlo en otro círculo del infierno.

La buena gente que integran a CNAC, ANAC, Caveprol,  Cámara de la industria, Avepca, Gran Cine, Abicine, además de la Villa del Cine, Amazonia Films y la Cinemateca Nacional, entre, pergeñaron este texto que hacemos nuestro:
1. Entre 1994 y 2004 se estrenaron en Venezuela apenas 45 películas venezolanas. Tras la 1era Reforma de la Ley de Cine aprobada en el 2005, se han estrenado entre los años 2005 y 2015 un total de 171 películas venezolanas, lo cual significa un incremento de 380%.
2. Entre 1994 y 2004, el cine venezolano apenas convocó un total de 3.323.374 espectadores, mientras que tras la 1era Reforma de la Ley de Cine, en el período que va de 2005 al 2015 el cine nacional  ha convocado a 17.356.920 espectadores, lo cual significa un incremento espectacular de 522%.
3. El año 2014, el Cine Venezolano convocó más de 4 millones y medio de espectadores, siendo la cifra más alta en los 118 años en la historia del cine en nuestro país, y representó el 15% de todo el cine visto en Venezuela, con lo cual Venezuela superó porcentualmente en el año 2014 a potencias cinematográficas como México y Brasil y sólo estuvo a 2 puntos porcentuales de la cifra obtenida por otro coloso cinematográfico del continente como lo es el cine argentino.
4. En el período de aplicación de la 1era Reforma de la Ley de Cine, es decir, de 2005 a 2015, el cine venezolano ha obtenido 610 premios internacionales en festivales de cine de los 5 continentes, entre ellos la Concha de Oro de San Sebastián por primera vez en 64 años, uno de los 5 festivales de cine más importantes del mundo, por medio de Pelo malo también los 3 premios principales del Festival de Cine de Moscú a través de Hermano y los tres principales premios del Festival de Cine de El Cairo, con la película Brecha en el silencio, todos festivales tipo A.
5. Obtuvimos por primera vez en sus 28 años de existencia el Premio Goya  a la Mejor Película Iberoamericana a través de la película Azul y no tan rosa, del teatrero Miguel Ferrari.
6. La 1era Reforma de la Ley de Cine, producida en 2005 ha hecho posible que hoy día casi 700 trabajadores cinematográficos independientes cuenten con el amparo de un programa de Bienestar Social que cubre contingencias de salud, tratamientos médicos especiales, recreación, programas de formación, siendo Venezuela el único país en el mundo cuya cinematografía dispone de un programa especial de bienestar social amparado por Ley específica. 
7. En el mismo período se han otorgado 759 becas para estudiar cine a jóvenes talentos: 413 en Venezuela y 346 para estudiar en países como Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, España, EEUU, Francia, México, Italia, Portugal.
8. Antes de la 1era Reforma de la Ley de Cine del año 2005, Venezuela producía y estrenaba entre 2 y 8 películas por año, mientras que con la 1era Reforma de la Ley de Cine, las cifras anuales se han multiplicado exponencialmente. Nada más el año 2013 produjimos y estrenamos 21 películas, mientras que el año pasado produjimos y estrenamos 25, y ya en lo que va de año 2015 hemos estrenado 18 y en lista de espera de aquí a diciembre tenemos 21 más, con lo cual se rebasarán este año todos los récords de años anteriores.
9. El cine ha creado miles de puestos de trabajo, directos e indirectos, ha generado bienestar y producida riqueza, pero sobre todo ha afirmado la cultura venezolana, el carácter multicultural y pluriétnico de nuestro país al aportar a la construcción de nuestra propia identidad y nuestros propios imaginarios.
10. Como nunca antes se han dado oportunidades a nuevas generaciones, son decenas las cantidades de nuevos directores y directoras, técnicos, artistas que se han sumado al crecimiento del cine venezolano y de hecho las películas más exitosas del nuevo cine nacional son óperas primas, es decir, primeras películas de nuevos directores y directoras.
11. Antes, una característica del cine venezolano era su alta concentración en la región capital y central, mientras que tras la reforma de la Ley de Cine es un hecho corriente que ahora tengamos películas que se hacen en Apure, en Falcón, en Delta Amacuro, en Bolívar, en Mérida, en Zulia, en Aragua, en Anzoátegui, con lo cual se ha iniciado un proceso de territorialización del cine hecho en Venezuela, en sus regiones, con su gente, con sus pueblos, con sus historias.
12. Tras la 1era Reforma de la Ley de Cine del 2005, una característica notoria de nuestro cine es su diversidad de temas, de géneros, de miradas, un ejercicio pleno de la libre creación, la visibilización de los pueblos indígenas.

13. Se ha iniciado la internacionalización del cine venezolano, con distribución en salas de cine de Brasil, México, Colombia, Francia, España y Rusia. Hemos podido hacer filmes como La casa del fin de los tiempos, primera película de terror del cine nacional, que convocó en Venezuela más de 600 mil espectadores y que hoy se ve en más de 100 salas de cine de Rusia, y antes convocó más de 60 mil espectadores en cines colombianos.

14. Todos estos logros, los más importantes en la historia del cine del país, hay no solo que mantenerlos sino ampliarlos, y para eso se plantea la 2da Reforma de la Ley de Cine, para dotar al Cine Venezolano de un marco normativo que estimule aún más el desarrollo de las regiones, el aprovechamiento del inmenso talento en las 24 entidades del país, que profundice la internacionalización de nuestro cine y genere incluso divisas al mismo tiempo que sea portador de identidad nacional; una 2da. Reforma que procura incidir en una oferta cinematográfica extranjera más plural, que no siga permitiendo que un solo tipo de cine domine el 85% de las pantallas venezolanas.

Por favor, aún no.