domingo, 27 de julio de 2014

Tres: la máxima felicidad


Por Bruno Mateo
@bruno_mateo
@avencrit



 
El pasado 25 de julio de 2014 en el más reciente inaugurado Teatro Bolívar de la ciudad de Caracas  se presentó la pieza La máxima felicidad del dramaturgo venezolano Isaac Chocrón, una producción general de Carlos Scoffio y producción de campo de Gonzalo Irigoyen para Image Producciones/Proyecto en ebullición con las actuaciones de Gonzalo Cuberos como Pablo, Mayte Parias como Perla y Jornell Ariza como Leo, bajo la dirección de Nelson Lehmann.

Pieza que nos introduce en el tema filosófico de la tríada como unidad mínima perfecta para alcanzar la felicidad. Una relación sexoafectiva de dos hombres y una mujer. No se trata de un triángulo sino de una verdadera amalgama de relación tripartita. La pieza en sus casi dos horas de duración nos toca el álgido tema de la diversidad, no sólo sexual, sino de compromiso, a manera de “encantador experimento” sociológico  de convivencia entre tres personas de distintas edades y visones de mundo.

La disposición escenográfica a manera de triángulo en el escenario nos da esa sensación de tres maneras muy acordes con el texto chocroniano; la iluminación de Gerónimo Reyes nos produce una grata visual del espectáculo; la planta de movimientos no abusó de excesos de desplazamientos, considero que fue acertada para un texto muy bien cohesionado y con una excelente progresión dramática que no necesita del artificio del movimiento corporal de los actores: La palabra misma produce la dinámica.

En cuanto a las interpretaciones, la de Gonzalo Cubero como el “líder” del trío, persona más longeva de la relación fue convincente; el texto fluía “naturalmente” logrando así las intenciones comunicativas del discurso dramático. No así en el caso del joven actor Jornell Ariza que falta maduración en la técnica actoral; se hace necesario más flexibilidad en el decir de la palabra; la actriz Mayte Parias, tiene un elemento a su favor, tiene mucho carisma en el escenario; en todo momento nos presentó a esa joven un tanto ilusa, la cual convence a lo largo del montaje, sólo le sugiero que siempre tenga presente en el género en que se encuentra porque, en ocasiones, luce tan natural que se pierde la interpretación teatral que realiza.

La máxima felicidad es una pieza difícil en cuanto a la comprensión del discurso y más aún llevarlo a diálogo sin que suene literario, creo que este montaje logra buena parte del contenido de Isaac Chocrón, a pesar de ritmo un tanto lento de la puesta de Lehmann.




 

 

 

viernes, 18 de julio de 2014

Las Tazas (Teatro Breve. 2008)

Teatro Breve (2008)



Estrenada en el año 2009
Grupo: Teatro TRACODRA
Dirección: Bruno Mateo
Elenco:
Sheila Colmenares como “Ella”
René Gafaro como “Hombre”
Estephanie Carrizales como “Vecina”
Caracas,  viernes 30 de enero de 2008

LAS TAZAS
por Bruno Mateo
Inspirada en el relato “Los pocillos” de Mario Benedetti.
(Es una sala pequeña, más bien íntima. Pintada con un color verde claro. Hay tres sillones alrededor de una pequeña mesa de patas cortas. Una frente a la otra. Figura un círculo. Las sillas y las mesas son de color negro. Una mujer de unos cuarenta años se encuentra sentada en el sillón de la derecha vista desde público. Está simplemente descansando... Una pequeña pausa. Entra un hombre de unos cuarenta años. Se acerca a la mujer y la besa en los labios)
 HOMBRE: ¡Hola, querida! ¿Cómo estuvo tu día hoy?
ELLA: ¡Normal! Igual que todos los días ¿y a ti amor? ¿En el trabajo todo bien?
HOMBRE: Más o menos. Te comenté que el señor Cárdenas no me dio el ascenso. Prefirió dárselo a la mujer que entró recién a la compañía.
ELLA: ¡Si me lo comentaste!
HOMBRE: A mi me pareció una injusticia. (Se levanta) ¡Tengo hambre!
ELLA: (La mujer hace amago por levantarse. El hombre la detiene)
HOMBRE: ¡No querida! No te pares. Voy a buscar algo en la cocina (Se dirige al fondo. Hacia la diagonal de la izquierda. Se ilumina y se ve una diminuta cocina)
ELLA: Por ahí te dejó algo la vecina. No sé que es. Yo me estaba duchando cuando ella llegó
HOMBRE: ¿Y cómo entró? Si tú estabas en el baño. (Mientras ve lo que les dejó la vecina)
ELLA: Ella tiene llave del apartamento ¿no recuerdas que le diste una llave? Porque me dijiste que yo no podía estar sola por si ocurría un accidente
HOMBRE: ¡Son unas berenjenas rellenas! ¿Quieres?
ELLA: Dame un pedacito. Ella cocina muy rico
HOMBRE: (Le trae un pedacito de berenjenas) Si cocina, pero como tu comida ninguna
ELLA: Tú si eres zalamero
HOMBRE: Es que tu me provocas
ELLA: ¡Ah pues! ¿Vas a seguir chico? (El hombre y la mujer empiezan un juego de seducción)
HOMBRE: ¿Te gusta la berenjena?
ELLA: Si me gusta mucho
HOMBRE: ¿Quieres que te de berenjena?
ELLA: Tú si eres, chico
HOMBRE: ¿Por qué? Me dijiste que te gustaba la berenjena. Toma un poquito
ELLA: ¡No quiero!
HOMBRE: ¡Abre la boquita! Que viene el avión
ELLA: No quiero
HOMBRE: La niña si quiere su berenjena (La mujer accede y abre la boca. El hombre le da a probar un poco) ¿Verdad que está rica?
ELLA: ¡Si! La vecina cocina muy bien.
HOMBRE: Pero como tu ninguna (Suena el teléfono móvil del hombre. Ve la pantalla del aparato. Su rostro cambia. Sigue sonando)
ELLA: ¿No vas a contestar?
HOMBRE: Es de la oficina
ELLA: Tal vez es algo urgente
HOMBRE: Olvida el teléfono ¿Quieres?
ELLA: Pero ¿si es algo importante?
HOMBRE: No hay nada más importante que tú (La mujer intenta pararse. Empieza a tantear con su mano todo el mueble) ¿Te vas a parar?
ELLA: ¡Si! Quiero ir al baño. No encuentro el bastón
HOMBRE: Déjame ver (Lo consigue detrás del mueble en donde él se encuentra sentado) Estaba aquí. Nunca lo ibas a encontrar (Se lo entrega. La mujer lo toma. Se para y nos percatamos de que es ciega)
ELLA: De alguna manera lo iba a encontrar
HOMBRE: ¿Quieres que te acompañe?
ELLA: ¡No! Yo seré ciega pero tengo piernas
HOMBRE: No quise ofenderte
ELLA: A lo mejor esa llamada era importante (Sale del escenario. El hombre llama)
HOMBRE: (Habla en voz baja) ¿Por qué me llamas? … ¡Si!... Estoy en la casa… Me gustaron mucho… En el baño… Vente… Llama primero (Silencio)
ELLA: (Entrando al escenario) ¿Estabas hablando con alguien?
HOMBRE: ¡No! ¿Por qué lo preguntas?
ELLA: Creí escucharte
HOMBRE: ¡No! No hablaba con nadie. (Recoge los platos de encima de la mesita. La mujer se va a sentar al mismo sillón donde se encontraba) ¿Quieres algo?
ELLA: No. Ven y siéntate frente a mí para conversar (Suena el timbre de la puerta) ¿Quién será? (La mujer se levanta)
HOMBRE: ¡Siéntate! Voy yo
ELLA: ¡No! Quiero hacerlo yo (Se dirige a la puerta. El hombre nos da la espalda) ¡Es nuestra vecina! (Entran a la pequeña sala) Pero amiga, ¿Cómo que te da vergüenza venir a visitarnos?
VECINA: Es que creo que los voy a fastidiar
ELLA: ¿Estás escuchando amor?
HOMBRE: ¡Si escuché!
ELLA: Y tú ¿no vas saludar a la vecina? (El hombre se dirige a ella. Le va a dar un beso en la mejilla. Ella le toma su cara con la mano y le da un beso en los labios. El hombre se nota un poco nervioso) La berenjenas estuvieron exquisitas
VECINA: ¿Te gustaron?
ELLA: ¡Muchísimo!
VECINA: ¿Le gustaron las berenjenas?
HOMBRE: Estaban bien
ELLA: ¿Cómo que bien? Me dijiste que estaban divinas
VECINA: No hablemos más de las berenjenas. Vamos a sentarnos a conversar (Los tres se sientan alrededor de la pequeña mesa. La vecina le toca las entrepiernas al hombre) A mi amiga me encantan las berenjenas
ELLA: Tú cocinas muy bien
VECINA: ¿Y qué pasó con el médico? ¿Qué te dijo?
ELLA: ¡No mucho! Me dijo que la operación fue un éxito
HOMBRE: Te lo dije. (Mira con lascivia a la vecina)
ELLA: Pero no me dio muchas esperanzas (La vecina se para. Todo esto se hace con cuidado. En silencio)
VECINA: Pero por lo menos te dijo algo positivo (El hombre se para y va hacia la vecina)
ELLA: Pero yo quisiera que me dijera (Mientras ella habla. El hombre y la vecina se tocan y se besan con cuidado para evitar que ella se percate de lo que ocurre) algo más positivo No sé algo como que: Señora, Usted pronto recuperará la visión completamente
HOMBRE: Pero amor no debes desesperarte
VECINA: Eso mismo digo yo (Se sientan. El hombre al lado de la vecina. Se toman de las manos)
ELLA: ¿Tú crees que algún día pueda recuperar la vista? (El hombre y la vecina se están besando en silencio)
HOMBRE: Yo si creo
VECINA: Yo también
ELLA: Si Ustedes lo dice… ¡Amor! (El hombre se paraliza)
HOMBRE: ¡Dime!
ELLA: Vamos a tomar un poco de café. Yo misma lo voy a preparar
VECINA: Yo lo preparo. (Se para)
HOMBRE: ¡Toma el bastón!
ELLA: ¡No! ¡Déjalo allí! Algún día no lo necesitaré más. Yo voy a la cocina y Ustedes dos se quedan allí sentados. Ya verán que me va a quedar espectacular
VECINA: No lo dudo. Tú tiene muy buen gusto (Besa al hombre)
ELLA: Así me han dicho (Al hombre) ¡Amor! ¿Por qué estás tan callado?
VECINA: Quizás le aburre mi compañía
ELLA: No creo. Tú le agradas mucho a él
HOMBRE: Es que estoy pensando en el trabajo
VECINA: Pero Usted no debe pensar tanto en el trabajo
ELLA: Aún lo sigues tratando con distancia. Trátalo de “tú”
VECINA: Tú sabes que yo soy muy respetuosa (Mira al hombre son ironía)
ELLA: Eso lo sé. Pero tenemos unos dos años conociéndonos y debería tenerle un poco más de confianza, ¿verdad querido?
HOMBRE: Eso lo decide ella (La agarra por la cintura y la atrae hacia su cuerpo y le besa el cuello) A mi no me molestaría un poco más de confianza
ELLA: ¿Quieren café negro o con leche?
VECINA: (Mira al hombre) Yo lo prefiero con leche
ELLA: Y ¿Tú amor?
HOMBRE: Negro (Le besa el cuello)
ELLA: Voy a prepararles unos pancitos con queso y una mermelada de mango que me dio mi mamá esta mañana
HOMBRE: Dale. Aquí te esperamos (La mujer está en la cocina preparando  todo. En los sillones la vecina y el hombre se besan y se tocan todo el cuerpo)
ELLA: Ya está listo
VECINA: ¡Voy y te ayudo!
ELLA: ¡No tranquila! Mejor ve a mi cuarto y en el closet hay una caja (La mujer va) Y tu amor ayúdame a llevar los pancitos y el café (El hombre va y la ayuda)
VECINA: (Desde dentro) Ya vi la caja
ELLA: Adentro hay tazas nuevas. ¡Tráelas! Hoy las voy a estrenar
VECINA: (Entra con las tazas. Son tres: una de color negro, otra de color rojo y la última de color verde)  Las tazas son muy lindas ¿De dónde son?
ELLA: Mi mamá me las envió desde Barquisimeto. Allá hay bellezas en artesanía
VECINA: Entonces nos sentaremos a tomarnos el rico café y los pancitos que nos preparó la amiga
ELLA: Así es amiga
HOMBRE: Mi esposa es muy hacendosa
VECINA: Como debe ser
ELLA: Espero que lo disfruten. Yo estoy segura que lo disfrutaré mucho. Querido sirve el café (El hombre empieza servir el café en las tazas)
VECINA: (Probando el pan con la mermelada de mango) Esta mermelada está exquisita. ¿Te la trajo tu mamá también?
ELLA: Ella misma la hizo (El hombre le da un beso a la vecina) Dame el café amor (El hombre le da la taza verde, a la vecina le da la taza roja y él agarra la taza negra) Amor ¿te puedo pedir algo?
HOMBRE: Lo que tu quieras
ELLA: No me des esta taza verde. Me gusta más la  taza roja que tiene mi vecina
(Apagón)
FIN



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Bruno Mateo bmateo@gmail.com

Sociedad de autores y compositores de Venezuela Sacven N° 9.070








sábado, 5 de julio de 2014

Van Camino a Kabaskén


 
Por Bruno Mateo
@bruno_mateo
En este mes de julio comienzan las graduaciones en todos los centros educativos de Venezuela; así la, ya histórica, Escuela nacional de artes escénicas César Rengifo ubicada en la esquina el Cuño, Parroquia Altagracia, egresó un nutrido grupo de jóvenes actores y diseñadores teatrales con la pieza CAMINO A KABASKÉN (1989) del venezolano Elio Palencia los días 1 y 2 de julio de 2014 en la sede de la Institución dependiente del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, dirigida por María Teresa Haiek.

CAMINO A KABASKÉN es un drama con tono de sainete, la puesta en escena fue muy bien resuelta en cuanto a los distintos espacios que requiere la historia; los cambios escenográficos, a pesar de que fueron un tanto aparatosos, no perturbaban la dinámica. Los elementos escenográficos diseñados por la graduando Sandra Parra nos recrean un lugar pueblerino, áspero y deshabitado muy acordes con la pieza.  El ritmo y la resolución de las unidades dramáticas fueron fluidos y ondulantes de acuerdo a cada situación. La escogencia de la música del folclore venezolano para ambientar el pueblo en donde ocurre la acción resultó muy  atractiva. El vestuario como tal no existió, tal vez por escasos insumos de producción, sin embargo Israel Blanco, graduando de Diseño teatral, supo realizar la unificación estética con un concepto claro de lo requerido por el montaje.

El elenco de jóvenes actores: Karina Macero, María Roca Outumuro, Sandra Parra (quien se graduaba en diseño teatral), Néstor Niño, Manuel Roos, Amilcar Pastrán, Wilton Vergara  y Luis Alfredo García logran caracterizar a cada uno de sus personajes, entregándose con pasión y muchas ganas de recrearnos una historia, situación que logran hasta transformar el ambiente en una autarquía. Convierten aquel espacio negro de la representación en un microcosmo distinto a nuestra realidad. Es un grupo que promete mucho para las artes escénicas del país. Esperamos que logren su cometido; después de su larga preparación de 3 años de estudios, y consigan a su Kabaskén.

 

Por favor, aún no.