lunes, 30 de diciembre de 2013

Teatro año 2013


Por Bruno Mateo
@bruno_mateo

Este año 2013 fue un año en el cual ocurrieron  ciertos acontecimientos que dinamizaron al  teatro de Caracas:
1.    La segunda edición del festival de teatro de  Caracas en donde pudimos observar la enorme cantidad de agrupaciones que hacen vida en la Capital de la República, al igual que la apertura de nuevas salas de representación lo que hizo posible la consolidación de un circuito de salas en la ciudad y lo más importante de este evento es que logró poner en una misma plataforma a grupos de variadas posturas ideológicas y políticas lo que indica que se abren puertas para una sana convivencia en el ámbito teatral. El Festival fue interrumpido a partir del 5 de marzo por el fallecimiento del entonces Presidente Hugo Chávez Frías.
 
2.    En el mes de febrero se crea la Asociación venezolana de crítica teatral Avencrit y con ésta el Premio de la crítica, con sus diecinueve renglones.

3.    En modesto formato se llevó a cabo desde el 21 al 31 de marzo el XVIII Festival internacional de teatro, organizado por el Ateneo de Caracas.

4.    La creación de la sala de teatro La caja de fósforos, la cual fue inaugurada con la obra “Macbeth” de William Shakespeare dirigida por Orlando Arocha. La sala comenzó a laborar en el mes de mayo.
 
5.    En el mes de junio se abre la segunda  sala Teatrex en el Bosque.

6.    Se entrega el premio municipal de teatro “César Rengifo” año 2013, conferido por la Comisión permanente de educación y cultura del Concejo del Municipio bolivariano libertador del Distrito capital   que registra “todas las representaciones escénicas de teatro en vivo, producidas en el Municipio Bolivariano  Libertador del Distrito Capital, en el lapso comprendido entre el 31 de mayo de 2012 y el 30 de abril de 2013” en donde la obra “Tierra Santa” del venezolano Elio Palencia y dirigida por Costa Palamides obtiene seis distinciones, incluyendo texto y dirección.

7.    Se crea el 17 de septiembre Movimiento Infantil y Juvenil de Teatro César Rengifo con Pedro Lander a la cabeza después de la  renuncia de Armando Carías.
 
8.    Durante el mes de septiembre se entregó la I edición del Premio Isaac Chocrón, el cual le fue conferido a la obra “Jazmines en el Lídice” de la dramaturga venezolana Karin Valecillos.
 
9.    Por primera vez en el Centro de estudios latinoamericanos Rómulo Gallegos Celarg en la dirección de teatro encabezada por el dramaturgo César Rojas se convoca oficialmente a todas las agrupaciones del país,  por medio de los medios de comunicación, a las coproducciones del año, en este caso el 2014, y son evaluados bajo unos parámetros de política cultural por representantes de distintas esferas del ámbito teatral del país.

lunes, 23 de diciembre de 2013

La vida del maldito




Por José Antonio Ramos Sucre
 Yo adolezco de una generación ilustre; amo el dolor, la belleza y la crueldad, sobre todo esta última, que sirve para destruir un mundo abandonado al mal. Imagino constantemente la sensación del padecimiento físico, de la lesión orgánica.

Conservo recuerdos pronunciados de mi infancia, rememoro la faz marchita de mis abuelos, que murieron en esta misma vivienda espaciosa, heridos por dolencias prolongadas. Reconstituyo la escena de sus exequias, que presencié asombrado e inocente.

 Mi alma es desde entonces crítica y blasfema; vive en pie de guerra contra los poderes humanos y divinos, alentada por la manía de la investigación; y esta curiosidad infatigable declara el motivo de mis triunfos escolares y de mi vida atolondrada y maleante al dejar las aulas. Detesto íntimamente a mis semejantes, quienes sólo me inspiran epigramas inhumanos; y confieso que, en los días vacantes de mi juventud, mi índole destemplada y huraña me envolvía sin tregua en reyertas vehementes y despertaba las observaciones irónicas de las mujeres licenciosas que acuden a los sitios de diversión y peligro.

 No me seducen los placeres mundanos y volví espontáneamente a la soledad, mucho antes del término del mi juventud, retirándome a ésta, mi ciudad nativa, lejana del progreso, asentada en una comarca apática y neutral. Desde entonces no he dejado esta mansión de colgaduras y de sombras. A sus espaldas fluye un delgado río de tinta, sustraído de la luz por la espesura de árboles crecidos, en pie sobre las márgenes, azotados sin descanso por un viento furioso, nacido de los montes áridos. La calle delantera, siempre desierta, suena a veces con el paso de un carro de bueyes, que reproduce la escena de una campiña etrusca.

 La curiosidad me indujo a nupcias desventuradas, y casé improvisadamente con una joven caracterizada por los rasgos de mi persona física, pero mejorados por una distinción original. La trataba con un desdén superior, dedicándole el mismo aprecio que a una muñeca desmontable por piezas. Pronto me aburrí de aquel ser infantil, ocasionalmente molesto, y decidí suprimirlo para enriquecimiento de mi experiencia.

La conduje con cierto pretexto delante de una excavación abierta adrede en el patio de esta misma casa. Yo portaba una pieza de hierro y con ella le coloqué encima de la oreja un firme porrazo. La infeliz cayó de rodillas dentro de la fosa, emitiendo débiles alaridos como de boba. La cubrí de tierra, y esa tarde me senté solo a la mesa, celebrando su ausencia.

 La misma noche y otras siguientes, a hora avanzada, un brusco resplandor iluminaba mi dormitorio y me ahuyentaba el sueño sin remedio. Enmagrecí y me torné pálido, perdiendo sensiblemente las fuerzas. Para distraerme, contraje la costumbre de cabalgar desde mi vivienda hasta fuera de la ciudad, por las campiñas libres y llanas, y paraba el trote de la cabalgadura debajo de un mismo árbol envejecido, adecuado para una cita diabólica. Escuchaba en tal paraje murmullos dispersos y difusos, que no llegaban a voces. Viví así innumerables días hasta que, después de una crisis nerviosa que me ofuscó la razón, desperté clavado por la parálisis en esta silla rodante, bajo el cuidado de un fiel servidor que defendió los días de mi infancia.

Paso el tiempo en una meditación inquieta, cubierto, la mitad del cuerpo hasta los pies, por una felpa anchurosa. Quiero morir y busco las sugestiones lúgubres, y a mi lado arde constantemente este tenebrario, antes escondido en un desván de la casa.

En esta situación me visita, increpándome ferozmente, el espectro de mi víctima. Avanza hasta mí con las manos vengadoras en alto, mientras mi continuo servidor se arrincona de miedo; pero no dejaré esta mansión sino cuando sucumba por el encono del fantasma inclemente. Yo quiero escapar de los hombres hasta después de muerto, y tengo ordenado que este edificio desaparezca, al día siguiente de finar mi vida y junto con mi cadáver, en medio de un torbellino de llamas.

 




 

 

martes, 3 de diciembre de 2013

Hamlet a lo Ciane.


Por Bruno Mateo
@bruno_mateo
 
William Shakespeare cuando escribió “Hamlet” entre los años 1600 y 1601 sobre una leyenda del siglo XII de la historia danesa nunca se imaginó que su texto dramático pudiera ser visualizado y materializado de tantas formas como personas creadoras se atrevieran hacerlo. En esta oportunidad el grupo Ciane presenta su visión bastante arriesgada de la “tragedia del príncipe de Dinamarca” en la sala Rajatabla el 1ero de diciembre de 2013.
Esta agrupación nace en el año 2003 con la pieza “El primer habitante”  y desde el mismo momento de su aparición en los escenarios caraqueños notamos su trabajo basado en el teatro físico en donde los  muy cultivados cuerpos de sus actores son intérpretes de una vorágine emocional y de adrenalina. El entrenamiento físico del grupo está a cargo de Soraya Orta mientras que la dirección técnica y producción general es de Peggy Bruzual.
El “Hamlet” presentado por el Centro de investigación artística nueva escena Ciane es una propuesta arriesgada en cuanto al significante donde predomina las acrobacias, las piruetas físicas extremas y la zanquearía algo que se metaforiza e inscribe dentro de la dinámica social actual. En lo personal pienso que esta puesta espectacular  nos lleva al límite de la tensión que puede ser leído como el subyacente trágico de la obra shakesperiana. Los golpes que daban los intérpretes  sobre la escenografía metálica, diseño de Soraya Orta, nos sacuden del confort de nuestros asientos y, tal vez, nos representan la angustia de Hamlet y su situación dentro del palacio del Elsinor. La lectura del texto a la materialización de éste en una puesta en escena nos supone un ejercicio entre la imaginación y la concreción y son, precisamente, esas marcas lingüísticas encontradas en el discurso verbal y no verbal de la dramaturgia lo que hacen que se disparen las imágenes de un montaje. Esa es la grandeza  de un buen texto escrito. Nos permite resemantizarlo. Y creo que la directora Soraya Orta leyó, dentro de sus posibilidades de expresión, otra manera distinta alejada del realismo al que estamos acostumbrados a ver las obras clásicas.
El epítome de la lectura de “Hamlet” en esta puesta en escena y que distingue a Ciane de otras agrupaciones es la escena de los cómicos en la cual los recursos expresivos de circo y destreza  física  están en su máximo esplendor. Excelente escena por demás. No puedo dejar de mencionar la iluminación a cargo de Peggy Bruzual cuyo diseño jugó un papel predominante en la creación de las distintas atmósferas. Un trabajo impecable.
El “Hamlet” de Ciane merece ser discutido en las aulas de formación teatral porque nos lleva a la sempiterna disyuntiva entre el cuerpo y la palabra. ¿Qué se hace necesario para que una obra de teatro funcione? ¿El cuerpo o la palabra?
El elenco que acompañó a Ciane en esta aventura teatral estuvo integrado por Pedro Pineda, veterano actor de Rajatabla,Martín Astudillo, Oliver JaramilloScarlett JaimesDavid Abad, Ramón GolizYurahy Castro, Jota LealRufino Dorta, José SánchezDevinson FerrerMarcos DíazYehisson GarcíaCarlos Valiente,  Badyr Paracuto, Cristóbal MendozaCrisbel GuzmánJhonny Torres, Antony MoretaAlba Barazarte, Carlos Valiente, Luigi Lobig, Yehisson García, Alba Barazarte, Ivamary Lozada, Badyr Paracuto, Cristóbal Mendoza, Oliver Jaramillo, Marcos Díaz, Yehisson García y Kathy Colina.Todos bajo la preparación física y dirección general de Soraya Orta; trabajo vocal de Cristóbal Mendoza y Yurahy Castro; preparación de músicos y cantos de Cristóbal Mendoza; diseño de iluminación de Peggy Bruzual; diseño de vestuario de Rufino Dorta; realización de máscaras de Crisbel Guzmán, Devinson Ferrer y Carlos Valiente.

Por favor, aún no.