domingo, 20 de octubre de 2013

Nunca entregues tu corazón a una muñeca sueca.

Rodolfo Santana



Por Bruno Mateo
@bruno_mateo

El sábado 19 de octubre de 2013 en el Teatro Principal ubicado al norte de la Plaza Bolívar de Caracas se presentó la pieza “Nunca entregues tu corazón a una muñeca sueca” del dramaturgo venezolano Rodolfo Santana  como parte del homenaje a este autor a un año de su desaparición física, una producción del Teatro San Martín y Grupo teatral Cobre, bajo la dirección del mismo Rodolfo Santana con las actuaciones de Adolfo Nittoli y David Villegas, pieza que nos habla de dos antropófagos selectivos que sólo comen banqueros y su mayor sueño es vivir en Suecia.

Nos encontramos frente un montaje que, a pesar de que el texto nos grafica una situación tan abominable como la antropofagia, el infratexto de Santana nos indica metafóricamente otra realidad: el canibalismo por parte de los bancos hacia la gente, lo que hace que nos resulte divertido amén de las buenas actuaciones.

Puedo destacar la desbordante energía y la absoluta entrega de los actores en sus respectivos personajes, antónimos por demás. La conexión que hubo entre Adolfo Niittoli y David Villegas hace que aparezca la convención tácita de la que hablan tantos los especialistas en el teatro.  Nos creímos totalmente la puesta en escena.  Por parte de Villegas la relación que tuvo con la muñeca de plástico hace que por momentos veamos a una mujer de verdad. Una excelente manipulación de objetos. Nittoli hace lo propio en su interpretación de hombre violento que gusta del sexo hardcore.  Los constantes cambios de emociones correspondientes a las distintas situaciones dramáticas de la fábula hacen que la línea estructuradora de la puesta en escena sea ágil, con buen ritmo desde principio a fin  y eso lo logran las interpretaciones de ambos actores en cada una de ellas.

Nos resultan unos caníbales adorables, que incluso, puedo compararlos con el mítico Robín Hood porque ellos sólo se comen a los banqueros y no a los “actores ni poetas”.
Concluyo diciendo que este fue un homenaje muy bien merecido y que deja en alto el nombre de Rodolfo Santana dentro de la dramaturgia nacional.

jueves, 17 de octubre de 2013

Humor televisivo, homosexualidad y homofobia


CONGRESO HHH 2013
HUMOR TELEVISIVO, HOMOSEXUALIDAD Y HOMOFOBIA

Coordinación: Prof. Carlos Colina. ININCO. UCV.
Sede: Sala de Usos Múltiples, piso 3, Centro Comercial Los Chaguaramos, Av. Neverí, Los Chaguaramos, Caracas.
Horario: 5 :00-7:30 p.m.

PROGRAMA

5.00-5:15 p.m. PRESENTACIÓN. ”Humor televisivo, homosexualidad y homofobia”. Carlos Colina. Coordinador del evento. ININCO. UCV.

5:15-5:30 p.m. “Tensiones y coincidencias: El humor homofóbico y el humor de los gais en el contexto venezolano” Pablo Caraballo

5:30-5:45p.m. “Estudio de caso de la telenovela venezolana y sus estereotipos”. Inessa Acosta.

5:45-6:00 p.m. “Estudio de caso: La gaita de las locas. Estereotipos en los chistes homosexuales”. Alexis Alvarado.

6:00-6:15 p.m. “La terminología homofóbica en el humor de la televisión venezolana”. Beatriz Arévalo.

6:15-6:30 p.m. “Análisis crítico del discurso humorístico del programa televisivo ¡A que te ríes!. Segmento Los fabulosos”. Quiteria Franco

6:30-6:45 p.m. “La telehomofobia y la necesidad de un código deontológico”. Ramond Nedeljkovic.

6:45-7:30 p.m. Coloquio.

martes, 8 de octubre de 2013

La piel en llamas

Jean Franco De Marchi, Tatiana Mabo, Fedora Freites, José Domínguez

Por Bruno Mateo
@bruno_mateo

 

Esta vez me tocó el turno a mí de ver “La piel en llamas” este domingo 6 de octubre de 2013 en la histórica sala Rajatabla, pieza del autor español Guillem Clua bajo la dirección de Vladimir Vera para el grupo homónimo de la sala. Un trabajo dramaturgístico bastante interesante en cuanto a su contenido y forma. La obra se basa en una ficción sobre la fotografía de la niña “Phan Thị Kim Phúc conocida mundialmente por ser la niña del napalm que aparece en una famosa fotografía de la guerra de Vietnam. La fotografía tomada por Nick Ut le dio la vuelta al mundo y fue galardonada con el premio Pulitzer

Cuatro personajes: Salomón (el fotógrafo) interpretado por José Domínguez, Hannah es Fedora Freites, Brown lo hace Jean Franco De Marchi e Ida lo ejecuta Tatiana Mabo.

Es una historia en paralelo.  Dos habitaciones. Un mismo hotel. Una dramaturgia cíclica, no sé si el texto es cíclico o fue una estrategia de la puesta en escena. La primera es la relación de Brown, diplomático importante ligado a una Institución del Estado, personaje siniestro y sádico que gusta del sexo hardcore que raya en la crueldad con Ida, joven que es prostituida por la necesidad de salvar a su hija perteneciente a una clase humilde de un país tercermundista explotado; la otra relación es la de Salomón, el fotógrafo famoso, atormentado que se debate entre la fama y el remordimiento de no haber hecho nada por salvar a la niña de la foto, que llega a esa nación del Tercer mundo para ser galardonado por la fotografía  con  Hannah, periodista que se hace pasar como la niña protagonista de aquella famosa fotografía para pasar a la posteridad en un mundo en decadencia.

Lo interesante de la dramaturgia de Clua es la composición de cada personaje, los cuales representan cada uno alguna parte de la humanidad y de la sociedad Occidental.

Otro punto importante es que su director Vladimir Vera se interesa por leer nuestra realidad contemporánea del hemisferio occidental a través de esta dramaturgia que usa la simbología cultural de nosotros. Esas relaciones de poder entre el opresor y el oprimido. Los medios de comunicación son un poder. El sexo es un poder. Tesis ampliamente estudiada por autores como Michael Foucault.

El escenario, al igual que el texto, estuvo dividido en dos. Separados como estancos para el desarrollo de cada historia particular. Lo que hace que el espectador fácilmente identifique la sucesión de las acciones dramáticas sin que haya posibilidad de confusión de historias.

En la función que vi, destaca la entregada interpretación de Tatiana Mabo como la joven ultrajada hasta el punto de borrarse como ser humano al igual que Fedora Freites como la periodista farsante. Ambas desarrollan sus personajes con una credibilidad absoluta.

Con “La piel en llamas” la Fundación Rajatabla pienso que puede abrir otro segmento importante dentro de la historia en el teatro venezolano.

lunes, 7 de octubre de 2013

Traición

De izq. a der. Alexander Solórzano, Prakriti Maduro y Antonio Delli

Por Bruno Mateo
@bruno_mateo


En el teatro Trasnocho,  con Margarita Lamas como Gerente General, se presenta desde el 20 de septiembre de 2013,  una versión  escrita por  Rafael Spregelburd de  Traición pieza del escritor inglés Harold Pinter (1930-2008) con las actuaciones de Prakriti Maduro como Emma, Alexander Solórzano es Jerry y Antonio Delli como Robert, dirección de Iván Olivares de MC2 producciones.

La historia comienza en el año 1977 cuando Emma le dice a su antiguo amante Jerry que se va a separar de su esposo Robert quien es además el “mejor amigo” de él. La cronología temporal  de la estructura dramática es continua y va desde el presente al pasado y nos expone cómo surge la traición cometida por la esposa con su “mejor amigo”.

Con un estilo de teatro inglés, la tensión dramática se logra a través de lo que no se dice; de lo obvio y oculto hasta que, por fin, con un temperamento flemático, propio de las hipocresías sociales se llega al desenlace final.

El montaje es limpio en cuanto a movimientos los cuales  corresponden a la estoicidad de los personajes. Alexander Solórzano se destaca por su composición interpretativa de Jerry, tanto en lo dramático como en los momentos de cierto humor ácido. Salimos recordando su personaje entre culpable e ingenuo; Antonio Delli, por su parte, nos convence de su trabajo como marido cornudo; un momento estelar lo tuvo este actor en la escena con su compañera en la cama del hotel y le dice que recibió un carta de su amigo. Es la escena del clímax.  Sin ánimo de desanimar la pieza, se sugiere a la actriz Prakriti Maduro que sobredimensione su interpretación porque el exceso de naturalidad en el escenario es perjudicial. Hay que entender los códigos de cada formato (televisión, cine, teatro)  para lograr calzar en ellos.

Traición” de presenta los viernes y sábado 8 pm y domingos 6 pm en el Teatro Trasnocho. Centro comercial Paseo Las Mercedes

martes, 1 de octubre de 2013

Inolvidable


Por Bruno Mateo
@bruno_mateo


El domingo 29 de septiembre  del 2013 desde las  6 pm a 7.30 pm el nutrido público de la sala de conciertos de la Unearte que estábamos viendo el unipersonal de Carlos Márquez, dirigido por Ibrahim Guerra y escrito por José Gabriel Núñez sentimos una profunda admiración, no sólo por el actor de 87 años de edad en el escenario oriundo de un pueblo del  Estado Sucre, sino por el maravilloso arte del teatro.

Carlos Márquez entre un discurso anecdotario de su propia vida y de personajes inmortales de autores universales como Calderón de La Barca, William Shakesperare, nos va introduciendo en una realidad alterna y paralela a la vida estandarizada de una sociedad. Es interesante la manera de exponerse al  público cómo se crea un texto, el proceso de la diégesis de una pieza teatral. Recomendable, especialmente, para estudiantes de teatro que piensan que los autores nacen consagrados y que las creaciones dramáticas son producto únicamente de una extraña Musa del imaginario literario o de un famoso subconsciente freudiano útil para cualquier cosa inexplicable del comportamiento humano.

En Inolvidable, nombre del monólogo, la puesta en escena, la ambientación con el pianista en vivo nos remitió  a un pasado de la historia muy poco contada fuera de los predios educativos teatrales (si acaso lo hacen); la historia del grupo Los Caobos, ubicado en la Torre Polar de Plaza Venezuela, creado por Carlos Márquez y Juana Sujo por allá en la Caracas de los años 50´s, época en que llegaron Horacio Peterson, Jesús Gómez Obregón, Alberto de Paz y Mateos. Momento histórico en el que el  teatro venezolano se abre a una nueva modernidad cuando autores nacionales como César Rengifo, el llamado Padre del Teatro moderno en Venezuela, irrumpen en la escena y abren distintas formas estéticas y dramáticas cónsonas con el teatro universal.

 Desde mi humilde posición, les grito: ¡Bravo! A personas como el Señor Carlos Márquez quien ha recorrido tantos escenarios llevando diversión, reflexión, emoción, o sea, llevando teatro, cine y televisión durante tanto tiempo, pero lo más loable de todo, lo ha hecho con mucha humildad.

Por favor, aún no.