viernes, 25 de abril de 2008

Reseña de " Rebelión en la granja"




La nueva República de los cerdos.
por Bruno Mateo

Leer la novela de George Orwell Rebelión en la Granja, la cual fue terminada en 1943 y “cuya trama sigue fielmente el curso histórico de la Rusia de los Soviets y de sus dos dictadores que sólo puede aplicarse a aquel país”. La novela o fábula aprisiona al lector en una rebelión en donde los animales se apoderan de la granja Manor, su dueño el señor Jones y sus trabajadores humanos fueron expulsados violentamente por los animales alegando que eran explotados. Los animales triunfan en su acción revolucionaria. Luego de esto los de cuatro patas comienzan a ideologizar un nuevo sistema más justo para todos; se plantea un mundo nuevo en donde los animales serían los seres que dominarían a los humanos; el nuevo sistema político y de vida se llamará entonces el animalismo. Es impresionante sentir que la fábula se cuela paulatinamente en el lector, o por lo menos en mi como lector, es imposible no lanzar puentes con una realidad política y social de cualquier época y lugar geográfico, en donde una casta que detenta el poder se impone por medio de la fuerza y la violencia o a través de mentiras, falacias y manipulaciones sobre la gran mayoría. Aquí en este libro, los cerdos con un poquito más de inteligencia, logran atrapar a otros animales como el caballo, el burro, las gallinas, las ovejas en su régimen.

La antigua granja Manor llamada ahora Granja animal, comienza a hacer cambios en la manera de hacerla andar para la producción; los animales, exceptuando a los cerdos quienes son los ideólogos de la Rebelión, trabajan casi todo el día hasta quedar extenuados al final del día y lo peor, la comida que les dan los cerdos es muy poca. Ellos quedan con hambre mientras los cerdos se aprovechan del trabajo de los demás, “un ejemplo de que todos somos iguales”, pero cuando los cerdos lo permiten (que nunca lo harán).
La novela nos enseña didácticamente cómo una minoría puede manipular a un grupo y lograr que ésta haga lo que se les antoje; el autor utiliza la fábula para hilvanar su trama; durante el devenir de la historia los animales humanizados nos llevan a un mundo relativamente feliz a un trágico final. Los animales menos inteligentes son sacrificados por los cerdos para la consecución de sus intereses mezquinos. Al final los cerdos se parecerán a los humanos o los humanos siempre nos hemos parecidos a los cerdos.
Rebelión en la granja es una novela imposible de dejar de leer, es una metaforización de un régimen autoritario y sus características y peor aún deja colar las consecuencias negativas que se produce cuando el poder se encuentra ubicado en pocas manos y sobre todo cuando estas manos son corruptas y tienen intereses ocultos.

domingo, 20 de abril de 2008

Vampiro


Vampiros

La figura del vampiro dentro de la literatura emerge con fuerza del movimiento romántico, y salvo excepciones que desconozca, su introducción en sociedad viene de la mano de John William Polidori, sin que ello signifique que el médico y secretario de lord Byron se inventase a tan siniestro personaje que ya revoloteaba por las consejas y leyendas de Transilvania, y de otros lugares centroeuropeos e incluso mediterráneos, más o menos camuflado pero siempre activo en la fantasía popular, un monstruo parecido al Hombre Lobo, o sea: invención hija de las supersticiones, pero muy rentable a niveles creativos, o si no que se lo pregunten al pintor Henry Fuseli, hacedor de monstruos de pesadilla y amante de María Wollstonecraft, a su vez madre de Mary Shelley, autora de Frankenstein.

Pero volvamos al vampiro literario representado en sus inicios por tres historias cortas que no hay duda servirían también más tarde de inspiración a Bram Stoker; las historias son el relato corto de Polidori, El vampiro, Carmilla de Sheridan Le Fanu y La muerta enamorada de Teóphile Gautier.

No digo que sean las únicas en su tiempo, pero sí las más representativas, o al menos las más populares, ya que se citan de continuo.

Los tres relatos son diferentes aunque les una el vínculo del vampirismo, pero los tres, empezando por El vampiro y Carmilla, ofrecen una curiosa semejanza al hablar de una peculiaridad no contemplada en muchas novelas de vampiros: el vampiro puede vivir a plena luz del día sin por ello caer fulminado convirtiéndose en polvo.

Los pormenores de este hecho se explican prolijamente en Carmilla basándose en antiguos documentos, mientras que en El vampiro surgen con naturalidad como si fuera la cosa más normal del mundo que un vampiro pudiese pasearse por Londres y viajar de día a lejanos países. Es de suponer que este detalle, bastante más importante de lo que parece, fuese una realidad en el mundo del vampirismo literario, pero debió quedar marginado en aras del morbo que presupone una vida sin sol en un habitat de sombras.

En cuanto a La muerta enamorada, bellísimo y poético relato en el que un joven sacerdote se enamora de una mujer vampiro, nos encontramos a su protagonista principal en la iglesia por la mañana aparentemente viva y bien viva, o sea que nada de tinieblas, ni de explicaciones para justificarlo.

Esto en cuanto atañe al universo novelístico; el reverso de la moneda es mucho más complejo y tal vez más fantástico porque se sustenta en datos erróneos: el vampiro es el muerto viviente y se le atribuyen unos poderes sobrenaturales que encontramos en la historia, al parecer auténtica, de Arnod de Medvedja, en la que se hallan todos los referentes ya clásicos.

En 1731 había tenido lugar en Medvedja una epidemia de vampirismo que comenzó con la muerte y posterior trasformación en vampiro del campesino Arnod Paole; el dicho Arnod parece ser que contaminó a varios lugareños, quienes a su vez hicieron lo mismo una vez convertidos en muertos vivientes. Localizado el foco, se abrieron las tumbas y se procedió a clavar estacas, decapitar e incinerar los cadáveres afectados, con lo cual el mal quedó erradicado aparentemente.

Como puede verse una historia bastante vulgar y repetida, pero en este caso auténtica y no leyenda, al menos en lo que concierne al presunto vampirismo del desgraciado Arnod, quien con toda probabilidad debió sufrir injusta persecución y muerte ya que la historia la escriben siempre los vencedores. Sin embargo no deja de ser un referente que puede leerse en crónicas de Medvedja, pueblo que existe todavía en la ex Yugoslavia.

En cuanto a Vlad Tepes o Dracul, de quien Bram Stoker sacó título aristocrático, y nombre, al crear a su conde inmortal, era un príncipe valaco que nunca le chupó la sangre a nadie aunque sí cometiera espeluznantes crímenes, pero de otra índole.(Por cierto, que hay una divertida anécdota que circula al respecto del “nacimiento” de la novela Drácula, y que cuenta que se le ocurrió a Bram Stoker después de haberse pasado una noche entera víctima de una indigestión de cangrejos en vinagre; al menos así lo refirió su hijo).

Si nos adentramos en el terreno de la medicina, se habla de una enfermedad llamada porfiria en la cual quienes la padecen no pueden soportar la luz del día, el sol, concretamente, ya que es para ellos letal, y por esta causa han de vivir encerrados en sus casas saliendo sólo de noche, pero esta pobre gente no son vampiros, aunque en tiempos antiguos pudieran ser confundidos con ellos acabando de mala manera debido a la ignorancia y a la superstición.

Todo lo expuesto es hasta cierto punto atractivo si nos ponemos a escribir relatos o novelas, y en el siglo XIX más todavía porque iba con la época y las mentalidades, pero es un género que ha dejado su herencia y baste para ello mencionar sólo un nombre de sobras conocido: Anne Rice, sin que sea necesario agregar una palabra de más.

Yo encuentro, pero es una opinión muy personal, y supongo pueda sorprender a más de uno, que la novela de Emily Brontë, Cumbres borrascosas, trasluce en el sombrío personaje de Heatcliff una especie de vampiro disimulado, que vaga en la penumbra de un caserón que puede ser cualquier cosa menos un hogar, que se nutre durante años del vivo recuerdo de una muerta, y que camina errático por el páramo en busca de su amor fallecido, quien, por otra parte, a su vez se convierte en un alma en pena que lo reclama desde el más allá, todo ello sin olvidar las escenas del cementerio con la exhumación del cadáver de su amada Catalina a las pocas horas de haber muerto, cuyo rostro quiere contemplar por última vez.

Hoy en día, sin embargo, muchas, casi todas, las novelas de vampiros han perdido su aura poética y suelen ser orgías de sangre y de mal gusto en las que brilla por su ausencia la fantasía y la originalidad, lo que es una verdadera lástima.

sábado, 19 de abril de 2008

Semana de Caracas

El pasado jueves 17 de abril de 2008 fui a ver un espectáculo que se presentaba al aire libre en la Plaza de la Candelaria en Caracas, lugar muy cercano a Bellas Artes y en donde habita una gran cantidad de inmigrantes españoles. Se está celebrando la semana de Caracas. El espectáculo incluía recital de poesías con tendencia de izquierda, estatuas vivientes, un mimo (bastante gracioso, con muy poca técnica), un circo nómada llamado el circo del Sol compuesto por venezolanos y argentinos, y un grupo de baile de tango. Todo comenzó a las cinco en punto de la tarde, como el extraordinario Canto a Ignacio Sánchez Mejías de Lorca. El lugar estaba repleto de gente, con sus caras llenas de alegría. Los chamos y chamas corrían desahogando su encierro en los apartamentos. No había un sólo vendedor ambulante o buhonero. Eso es algo que debemos agradecernos. Los espacios públicos están empezando a convertirse en espacios comunes y no propiedad de algunos que en su mayoría son extranjeros( no soy xenofóbico). las poesías fueron recitadas con pasión y con acordes de guitarra como fondo. Al final una mujer salió espontáneamente a declamar un poema de su autoría. Un poco cursi y tal vez sin ningún elemento academicista, pero con un sentimiento tan poderoso que traspasó los muros de la indiferencia de los oyentes. Para mí eso es lo poético sin excluir a los formalistas. Luego se presentó el circo del Sol. Hicieron malabares, trabajaron con bicicletas, trapecios y con la técnica de la tela, que consiste en dos grandes pedazos de tela agarrados de un andamio en donde los interpretes se agarran a ellas y se elevan para dar vueltas y toda clase de piruetas guindados en las telas. Ojalá que pudiera hacerlo. Fue algo muy hermoso. Creo que estas manifestaciones callejeras están ganándose un puesto en el gusto de los caraqueños. Creo que estamos cansados de ver obras de teatro encerradas en un cuarto cuadrado negro. Las infraestructuras diseñadas para la representación teatral pareciera que no responden a esos vasos comunicantes con los sentimientos y percepciones del público. La dramaturgia que se lleva a escena solamente reflejan un mundo burgués y peor aún con una realidad ajena a la nuestra. Casi todos los textos son de autores y autoras en su mayoría extranjeros (repito: no soy xenofóbico). Creo que los hacedores de teatro y televisión en Venezuela no se montaron en el tren de los cambios y eso lo demuestra los espectáculos que se presentan fuera del circuito formal de la cultura como el que tuve la suerte de ver y sentir ese día. Poesías, malabares, circo, pantomima y tango hicieron de la plaza un lugar mágico y refrescante. Espacio y tiempo perfectos para la imaginacción.

miércoles, 16 de abril de 2008

Hannah Arendt

Poemas - Blasfemia del gato andaluz

Wednesday, 16 de May de 2007

Un poeta desesperado buscando a las emociones que queria descubrir.
Un dia llamó su Dios un gato andaluz y despues dándose cuenta echó a reir.
Un pecado más no cambiará el mundo aunque quizás cambie el horario de un trabajador del confesionario.
Para él una hora más puede significar una hora menos del prohibido éxtasis.
Fruta prohibida tiene más sabor cuando el miedo se ha despertado ya,
cuando el vestido de boda es negro y no tiene anillo en el dedo de la mano derecha.

domingo, 13 de abril de 2008

UNA CANCIÓN DE TANGO
de Bruno Mateo

¡Cuidado! Nos lo pidieron vivo, dijo un hombre. No queremos que se nos vaya a morir el cieguito. La risa se escuchó a lo ancho del galpón. Esos estertores de animosidad golpearon en sus oídos como si fueran tambores guerreros. Aquel lugar le era desconocido. Deseó escapar. Las manos atadas se lo impedían. La primera vez que oyó la voz del hombre fue en su casa. El teléfono, aparato maldito como muchas veces lo llamó, no dejó de repicar en toda la mañana. Creyó que era un juego. ¿Qué es lo que quieren de mí?, preguntó. No hubo respuesta. Sintió miedo. Siempre lo ha sentido. Nadie le creería si dijera que también siente temor. Pensarían que sólo es una posición esnobista o acaso una suerte de onanismo intelectual. Se impuso el silencio. ¡Aquí lo tiene! , dijo la voz que lo atemoriza. La quietud cedió paso a una acalorada discusión. Un golpe seco de una puerta que se cierra.
El hombre amarrado con los brazos pegados a su espalda no aguantó más y se echó a llorar. Pensé que no eras humano, escuchó a alguien. Se oía como su abuela. La que en las noches le leía en lengua extranjera. Unas manos delicadas comenzaron a desatarlo. Pudo sentir la respiración caliente sobre su rostro de hielo. La mirada de aquella persona era tan intensa que por un momento clarificó su imagen. Sus lágrimas lo avergonzaron. Nunca lo habían visto llorar, ni siquiera recibir tantos premios en su vida logró hacerlo. El sabía que su fin había llegado. Lo intuyó. Siempre quiso que su “agosto 25, 1983” llegara. Unos labios esponjosos se detuvieron en su añejada mejilla. El olor que emanaban le recordó su bella tierra argentina preñada de pampas y de nobles gentes. Recibió un beso. Un gesto cálido acaso un instante detenido. Una canción de tango. Un compás entre la vida y la muerte. ¡No llores! Haz lo que tienes que hacer, dijo con su acostumbrada altanería.

***

Al día siguiente se leyó en los principales diarios del mundo: ASESINARON A JORGE LUIS BORGES.

viernes, 11 de abril de 2008

El teatro de César Rengifo


Algunas consideraciones de la dramaturgia de César Rengifo.
(extracto)

por Bruno Mateo.
IG: @brunomateoccs

César Rengifo fue un autor venezolano que fue considerado como uno de los autores más prolíficos del país, su basta obra no sólo se limita a textos dramáticos, sino también a poesías, ensayos, artículos de opinión sin descontar su labor como pintor, el objetivo de esta disertación es presentar a César Rengifo como dramaturgo y en específico utilizar el texto Los Canarios para hacer un análisis inductivo de su obra dramática, es de aclarar que la intención no es concluir con consideraciones contundentes, más bien, se pretende abrir un abanico de posibilidades en el estudio de la obra dramática del autor escogido.

La obra de César Rengifo puede ser considerada como una dimensión especular en donde se observa claramente a la sociedad que refleja y específicamente las características de un sector social: la marginalidad.

El autor produce una dramaturgia que toca la temática social. Hacia un poco más de los años cincuenta del siglo xx e incentivados por la Revolución Cubana en 1959 liderada por Fidel Castro los escritores latinoamericanos se vuelcan a presentar sus realidades, con sus problemas y su situación política, según la referencia que hace Maigualida Gamero Mondragón en su Tesis de grado en Letras de la UCAB: Semiótica del espectáculo en una autor: César Rengifo en una categoría expresiva: el teatro en dos obras: “Las mariposas de la oscuridad y “Las torres y el viento” hace notar que:

En Venezuela, después de 1945, puede decirse que surge una actividad teatral auténticamente original que busca en su cultura la superación del provincianismo y de lo anecdótico. Las razones de tales transformaciones se encuentran en la nueva configuración de la sociedad de una vida primitiva y rudimentaria a convertirse en una potencia petrolera, además de un hecho inicial, “la revolución de octubre”, que inició un proceso acelerado de democratización. Desde entonces, pasan desde el teatro de guerrilla en la década del 60, hasta el experimental en la del 70.

Los textos dramáticos de César Rengifo retratan esas transformaciones sociales, sus obras reflejan el lado oscuro de ese positivismo generado por la explotación petrolera. Venezuela pasa de ser una sociedad agrícola a una economía monoproductora de petróleo. El autor utiliza el arte dramático como un espejo de una parte de la sociedad, en este caso del sector marginado del sistema, de los olvidados, el teatro hace un juego especular, es una visión de mundo

Obras tales como “Las torres y el viento” desenmascaran ese mundo de ficción lleno de materialismo dado por la cuantiosa cantidad de ingresos producidos por el petróleo, la premisa de César Rengifo, según puede leerse en sus textos dramáticos es recuperar el sentido perdido de la realidad.

Siguiendo la perspectiva de Maigualida Gamero en su tesis, para César Rengifo, al guardar toda una serie de valores sociales e históricos, no tiene como objetivo principal propiciar la diversión, por sobre ella están otros objetivos más profundos. Aquí nos podemos dar cuenta que al autor no le interesa solamente el disfrute y la fruición de un espectáculo teatral, su teatro quiere ir más allá, su dramaturgia pretende que el espectador- lector tome conciencia y reflexione sobre los problemas que golpean a la población de la que se habla.

César Rengifo en su ensayo “Arte, Teatro y Política”, expresa que el teatro es una arte en donde se expresan las ideas, contradicciones y luchas políticas, ésta es un arte colectiva y pública y refleja la problemática humana social. El teatro de Rengifo se encuentra al servicio de las denuncias y reflexiones de las inquietudes sociales, bajo esta óptica el teatro es eminentemente político, entendiéndose la política como el conjunto de relaciones sociales de una comunidad específica, la política es un entramado complejo de relaciones humanas, las cuales buscan la construcción del mundo.

jueves, 10 de abril de 2008

Otra generación

El siguiente "cuento" pertenece a un joven de 16 años de edad, venezolano, y con muchas ganas en contribuir con algo positivo para su país. Es mi alumno en el área de castellano y me alegra que exista una generación de "chamos y chamas"(vocablo popular venezolano que significa joven) que puja por llevar adelante la Literatura y demás espacios afines


Caracas, 2 de abril de 2008
José Gabriel Centeno Barreto
Castellano.

Las Rosas.

Desde los confines de la tierra Americana se levantan sin cesar, como frutos que ofrece la tierra a sus hijos, he allí el gran regalo, el que tanto embellece nuestra vida; cada momento, cada instante, cada segundo que transcurre, forma parte del nacimiento inminente de ellas, su presencia llena totalmente las praderas y los bosques. Nadie sabe donde puede estar guardada tanta pureza, que parece venir del alma del creador mismo.

Sencillamente el ADN Americano esta en ellas, permitiendo cada día que la vida natural las embellezca y les de el don de existir; pocos son los instantes en que nos detenemos a mirarlas, para contemplar su apariencia y tratar de llenarnos simplemente de su energía; solo pocas veces, cuando nos interesa, contemplamos esos seres de distintos tamaños, colores y formas: las Rosas.

martes, 8 de abril de 2008

La otra mirada



Felicitaciones al profesor Vladimir Acosta en “La otra mirada"
Luis Clemente Ortega Segovia
Al hurgar entre los anuncios de la página de Aporrea tuve la complacencia de encontrarme con una invitación a escuchar y ver el programa “La otra mirada” con el profesor Vladimir Acosta. Es por el canal TVes los días domingo a las 10 am y aprovecho de felicitar a ese canal por tan acertada escogencia. Sinceramente lo recomiendo a todo el que quiera llenar, tanto en su espíritu, como en el espacio que guarda en su mente para el conocimiento, un vacío que se había generado en los espacios televisivos en Venezuela.El programa es más que una conversación amena entre el profesor Acosta y el televidente. Es acercarse al proceso histórico de una forma distinta a las aburridas disertaciones que solíamos recibir muchas veces de parte de algunos profesores, los cuales simplemente se dedicaban a aportar fechas y datos con la esperanza de que los memorizáramos. El profesor Acosta se rodea de una ambientación agradable, no sólo en el estudio de TVes, sino que le da vida a sus palabras llevándonos a paisajes que realzan el contenido de su disertación. Gran esfuerzo tanto de él como de su equipo de trabajo para lograr una presentación impecable. El lenguaje es diáfano y directo, no hay en él palabras rebuscadas para adornar con el lenguaje la narración. Hasta ahora se ha concentrado en la historia de América desde sus inicios y desmonta una gran cantidad de mitos y leyendas que habían sido transmitidos por textos de historia dándonos una sola versión de los hechos. De ahí que el nombre del programa no podía ser más atinado.Los invito a disfrutar y no dejar de ver este programa al cual le auguro mucho éxito, tanto por su contenido y esfuerzo en la ejecución, como por haber desmontado el mito de que la cultura no llega al televidente en forma amena. Le sugiero atrevidamente al profesor Acosta a que lleve esta iniciativa a Telesur ya que es un canal que llega a casi todos nuestros pueblos latinoamericanos, agobiados no sólo por la pobreza sino por algo peor, la falta de conocimiento.

Luis Clemente Ortega Segovialuisortega69@hotmail.com
FUENTE:http://www.aporrea.org/medios/a52752.html

domingo, 6 de abril de 2008

Gertrude Stein (1874-1946)

YO SOY ROSA

Una rosa es una rosa es una rosa es una rosa
yo soy Rosa mis ojos son azules
yo soy Rosa quién eres tú
yo soy Rosa y cuando canto
yo soy Rosa como toda cosa


CHARLA ESPAÑOLA

Lleva usted libros.
Todos los matrimonios están de vuelta.
Palomas.
Las palomas reconocen a la gente. Cree usted. Las vimos
Ellas revoloteaban alrededor.
Tirar palomas es necesario. Para qué. Para el mar
Veo pimientos viejos secos. No nos quejamos. Decimos que los vientos son violentos y yo no los deseo. Deséalos.
Yo no deseo ver las estrellas. Llámalo fuera de aquí.
Quieres decir aquel poste. No ciertamente no digo INca.
Oh sí es muy cierto.

sábado, 5 de abril de 2008

Martin Luther King



Tengo un sueño

Por Martin Luther King, Jr.
Discurso leído en las gradas del Lincoln Memorial durante la histórica Marcha sobre Washington


Estoy orgulloso de reunirme con ustedes hoy, en la que será ante la historia la mayor manifestación por la libertad en la historia de nuestro país.
Hace cien años, un gran estadounidense, cuya simbólica sombra nos cobija hoy, firmó la Proclama de la emancipación. Este trascendental decreto significó como un gran rayo de luz y de esperanza para millones de esclavos negros, chamuscados en las llamas de una marchita injusticia. Llegó como un precioso amanecer al final de una larga noche de cautiverio. Pero, cien años después, el negro aún no es libre; cien años después, la vida del negro es aún tristemente lacerada por las esposas de la segregación y las cadenas de la discriminación; cien años después, el negro vive en una isla solitaria en medio de un inmenso océano de prosperidad material; cien años después, el negro todavía languidece en las esquinas de la sociedad estadounidense y se encuentra desterrado en su propia tierra.


Por eso, hoy hemos venido aquí a dramatizar una condición vergonzosa. En cierto sentido, hemos venido a la capital de nuestro país, a cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y de la Declaración de Independencia, firmaron un pagaré del que todo estadounidense habría de ser heredero. Este documento era la promesa de que a todos los hombres, les serían garantizados los inalienables derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.

Es obvio hoy en día, que Estados Unidos ha incumplido ese pagaré en lo que concierne a sus ciudadanos negros. En lugar de honrar esta sagrada obligación, Estados Unidos ha dado a los negros un cheque sin fondos; un cheque que ha sido devuelto con el sello de "fondos insuficientes". Pero nos rehusamos a creer que el Banco de la Justicia haya quebrado. Rehusamos creer que no haya suficientes fondos en las grandes bóvedas de la oportunidad de este país. Por eso hemos venido a cobrar este cheque; el cheque que nos colmará de las riquezas de la libertad y de la seguridad de justicia.

También hemos venido a este lugar sagrado, para recordar a Estados Unidos de América la urgencia impetuosa del ahora. Este no es el momento de tener el lujo de enfriarse o de tomar tranquilizantes de gradualismo. Ahora es el momento de hacer realidad las promesas de democracia. Ahora es el momento de salir del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el camino soleado de la justicia racial. Ahora es el momento de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos de Dios. Ahora es el momento de sacar a nuestro país de las arenas movedizas de la injusticia racial hacia la roca sólida de la hermandad.
Sería fatal para la nación pasar por alto la urgencia del momento y no darle la importancia a la decisión de los negros. Este verano, ardiente por el legítimo descontento de los negros, no pasará hasta que no haya un otoño vigorizante de libertad e igualdad.
1963 no es un fin, sino el principio. Y quienes tenían la esperanza de que los negros necesitaban desahogarse y ya se sentirá contentos, tendrán un rudo despertar si el país retorna a lo mismo de siempre. No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que a los negros se les garanticen sus derechos de ciudadanía. Los remolinos de la rebelión continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que surja el esplendoroso día de la justicia.
Pero hay algo que debo decir a mi gente que aguarda en el cálido umbral que conduce al palacio de la justicia. Debemos evitar cometer actos injustos en el proceso de obtener el lugar que por derecho nos corresponde. No busquemos satisfacer nuestra sed de libertad bebiendo de la copa de la amargura y el odio. Debemos conducir para siempre nuestra lucha por el camino elevado de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas donde se encuentre la fuerza física con la fuerza del alma. La maravillosa nueva militancia que ha envuelto a la comunidad negra, no debe conducirnos a la desconfianza de toda la gente blanca, porque muchos de nuestros hermanos blancos, como lo evidencia su presencia aquí hoy, han llegado a comprender que su destino está unido al nuestro y su libertad está inextricablemente ligada a la nuestra. No podemos caminar solos. Y al hablar, debemos hacer la promesa de marchar siempre hacia adelante. No podemos volver atrás.
Hay quienes preguntan a los partidarios de los derechos civiles, "¿Cuándo quedarán satisfechos?"
Nunca podremos quedar satisfechos mientras nuestros cuerpos, fatigados de tanto viajar, no puedan alojarse en los moteles de las carreteras y en los hoteles de las ciudades. No podremos quedar satisfechos, mientras los negros sólo podamos trasladarnos de un gueto pequeño a un gueto más grande. Nunca podremos quedar satisfechos, mientras un negro de Misisipí no pueda votar y un negro de Nueva York considere que no hay por qué votar. No, no; no estamos satisfechos y no quedaremos satisfechos hasta que "la justicia ruede como el agua y la rectitud como una poderosa corriente".
Sé que algunos de ustedes han venido hasta aquí debido a grandes pruebas y tribulaciones. Algunos han llegado recién salidos de angostas celdas. Algunos de ustedes han llegado de sitios donde en su búsqueda de la libertad, han sido golpeados por las tormentas de la persecución y derribados por los vientos de la brutalidad policíaca. Ustedes son los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen trabajando con la convicción de que el sufrimiento que no es merecido, es emancipador.
Regresen a Misisipí, regresen a Alabama, regresen a Georgia, regresen a Louisiana, regresen a los barrios bajos y a los guetos de nuestras ciudades del Norte, sabiendo que de alguna manera esta situación puede y será cambiada. No nos revolquemos en el valle de la desesperanza.
Hoy les digo a ustedes, amigos míos, que a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño "americano".
Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: "Afirmamos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales".
Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad.
Sueño que un día, incluso el estado de Misisipí, un estado que se sofoca con el calor de la injusticia y de la opresión, se convertirá en un oasis de libertad y justicia.
Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad.

¡Hoy tengo un sueño!

Sueño que un día, el estado de Alabama cuyo gobernador escupe frases de interposición entre las razas y anulación de los negros, se convierta en un sitio donde los niños y niñas negras, puedan unir sus manos con las de los niños y niñas blancas y caminar unidos, como hermanos y hermanas.

¡Hoy tengo un sueño!

Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas serán llanos, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano.
Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la cual regreso al Sur. Con esta fe podremos esculpir de la montaña de la desesperanza una piedra de esperanza. Con esta fe podremos trasformar el sonido discordante de nuestra nación, en una hermosa sinfonía de fraternidad. Con esta fe podremos trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, ir a la cárcel juntos, defender la libertad juntos, sabiendo que algún día seremos libres.
Ese será el día cuando todos los hijos de Dios podrán cantar el himno con un nuevo significado, "Mi país es tuyo. Dulce tierra de libertad, a tí te canto. Tierra de libertad donde mis antesecores murieron, tierra orgullo de los peregrinos, de cada costado de la montaña, que repique la libertad". Y si Estados Unidos ha de ser grande, esto tendrá que hacerse realidad.
Por eso, ¡que repique la libertad desde la cúspide de los montes prodigiosos de Nueva Hampshire! ¡Que repique la libertad desde las poderosas montañas de Nueva York! ¡Que repique la libertad desde las alturas de las Alleghenies de Pensilvania! ¡Que repique la libertad desde las Rocosas cubiertas de nieve en Colorado! ¡Que repique la libertad desde las sinuosas pendientes de California! Pero no sólo eso: ! ¡Que repique la libertad desde la Montaña de Piedra de Georgia! ¡Que repique la libertad desde la Montaña Lookout de Tennesse! ¡Que repique la libertad desde cada pequeña colina y montaña de Misisipí! "De cada costado de la montaña, que repique la libertad".
Cuando repique la libertad y la dejemos repicar en cada aldea y en cada caserío, en cada estado y en cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día cuando todos los hijos de Dios, negros y blancos, judíos y cristianos, protestantes y católicos, puedan unir sus manos y cantar las palabras del viejo espiritual negro: "¡Libres al fin! ¡Libres al fin! Gracias a Dios omnipotente, ¡somos libres al fin!"

Washington, DC 28 de agosto de 1963

Por favor, aún no.